La Voz del Interior @lavozcomar: Romina Engelbert: Hay que seguir luchando por los que aún están secuestrados en Gaza

Romina Engelbert: Hay que seguir luchando por los que aún están secuestrados en Gaza

A veces el destino golpea en la puerta de personas que ni siquiera esperaban ser actores secundarios de la historia.

Es el caso de Romina Engelbert desde el sábado 7 de octubre de 2023. Ese día, muy temprano, empezó a escuchar ruidos extraños en el kibutz donde vivía, en Okafin, cerca de la frontera de Israel con la Franja de Gaza.

Se comunicó por teléfono con su hermana, Karina, que estaba con su marido Ronen y sus dos hijas, Mika y Yuval, en Nir Oz, a pocos kilómetros de distancia.

–Cuidate, porque escucho tiroteos y gritos en árabe –le advirtió.

–Acá también –fue lo último que respondió a su hermana.

Después, como le contó a La Voz el 18 de octubre, siguió un período de desesperación. Aún no sabía si su hermana, su cuñado y sus sobrinas estaban vivas, si habían sido secuestrados o asesinados por los milicianos de Hamas.

También le preocupaban los niños que iban al jardín de infantes de Nir Oz, donde ella era maestra jardinera. Uno de esos niños, aún no liberado, es un bebé que dormía en la misma cuna que su hijo de un año y medio.

En estado de alerta

Tres meses después de aquel ataque que dejó más de 1.100 víctimas fatales, Romina Engelbert pasó por Córdoba, la ciudad natal de la que se fue cuando tenía 7 años, a fines de la década de 1980.

Ahora tiene algunas certezas: su hermana y sus sobrinas estuvieron secuestradas durante 52 días, de los cuales pasaron 22 separadas, sin comunicación entre ellas, y fueron liberadas el 28 de noviembre.

Su cuñado Ronen, en cambio, se sumó a lista de muertos, según confirmó el ejército israelí.

El lunes 8 Romina llegó a la sede de La Voz junto a un primo cordobés y a un miembro de la Daia local. Traía afiches con fotos de adultos y de niños asesinados o secuestrados por Hamas. Vestía un jean y una remera negra estampada con la leyenda Bring them home now (Tráiganlos a casa ya), la consigna del Foro de Familias de Secuestrados y Desparecidos de la que es miembro.

Romina Engelbert, hermana de una cordobesa secuestrada por Hamas. Foto: Ramiro Pereyra /La Voz

–Ahora que liberaron a tu hermana y tus sobrinas, ¿cuáles son tus sentimientos? ¿Estás en contacto con ellas?

–Estoy en contacto día a día, todo el tiempo. Cuando las liberaron estuve con ellas en el hospital, dormí con ellas, tuve que bañar a mi sobrina. No me soltaban un minuto. Se veían bien pero habían bajado mucho de peso. Mi sobrina Yuval se rompió la pierna en cinco partes, porque el vehículo en que la secuestraron tuvo un accidente, y la atendieron en Gaza. Dos veces la operaron allá y, cuando la liberaron, tuvieron que volver a tratarla en Israel.

–¿Cuentan con algún tipo de asistencia psicológica?

–Sí, en Israel la ayudan en todo lo que les hace falta.

–¿Qué fue lo que más te impactó de lo que te contaron tu hermana o tus sobrinas?

Justo en el momento en que Romina iba responder esa pregunta, sonó la alarma de su teléfono. Señal de alerta roja en Israel. Así el Ejército le comunica a la población el riesgo de un ataque.

–Lo que más me conmovió es que mis sobrinas estaban secuestradas solas, sin su mamá ni su papá. Las secuestraron y las separaron. Antes capturaron a mi hermana y luego las secuestraron a ellas.

–¿Podían comunicarse con sus secuestradores?

–Sí, pero no sé cómo lo hacían porque ellos no entienden bien el inglés. Era con lenguaje de señas. Mi hermana les preguntaba, “¿dónde están mis hijas?”, ellos le respondían que estaban vivas, pero no le decían que también estaban secuestradas.

Romina Engelbert, con el cartel en el que se ven su hermana Karina y sus sobrinas Mika y Yuval.

–Para una madre tuvo que ser algo inimaginable.

–Yo, que soy mamá, la puedo entender. Si mi hija sale y me tiene que llamar, pero no me llama, bueno, me vuelvo loca. Mi hermana estuvo así 22 días.

Israel es mi casa

–¿Esta experiencia extrema te hizo pensar en irte de Israel, no por no querer a tu país sino por la situación de vulnerabilidad que se generó?

–No, nunca pensé en eso. Israel ahora es mi casa. Nací acá en Córdoba pero casi toda mi vida estuve en Israel, así que nunca pensé en salir de ahí, ni siquiera en estos momentos críticos.

–¿Ahora, después de lo que pasó, sentís que tenés algún tipo de misión, la responsabilidad de comunicar lo que viviste?

–Eso es lo que lo que me ayuda a salir un poco adelante: contar y y explicar lo que pasamos. No en sentido político porque yo no entiendo nada de política, sino lo que vivió mi familia y lo que también yo viví. Por el frente de mi casa pasaron los terroristas, sí, y también lo pasamos mal. Quiero contar lo que padecieron mis sobrinas, mi hermana y mi cuñado. Todavía ahora hay muchos amigos secuestrados y cada tanto recibo un mensaje de que mataron a alguien. Por eso hay que seguir luchando por los que están secuestrados y contar esto que no es un cuento, es algo que en serio pasamos y estamos pasando y que todo el mundo tiene que escuchar.

–¿Pudiste volver a los kibutz atacados? ¿Pensás volver?

–No, los habitantes aún no volvieron, pero sí hay gente que va a trabajar las tierras, claro, para cuidar lo que se venía haciendo ahí. Yo todavía no pude volver, no podría pasar por los caminos y saber que ahí quemaron a una familia entera, que allá vivía mi familia, y que más allá le dispararon un tiro a mi cuñado.

–¿Cómo pensás que puede resolverse este conflicto con Hamas? ¿Ves la posibilidad de una vida más pacífica en el futuro para los israelíes y para los palestinos?

–Sé que como salimos de muchas situaciones también de esta vamos a salir. Vamos a salir con la cabeza adelante, eso es lo que siento hoy. Somos un pueblo fuerte y, cuando nos golpean, seguimos adelante más fuertes.

https://www.lavoz.com.ar/mundo/romina-engelbert-hay-que-seguir-luchando-por-los-que-aun-estan-secuestrados/


Compartilo en Twitter

Compartilo en WhatsApp

Leer en https://www.lavoz.com.ar/mundo/romina-engelbert-hay-que-seguir-luchando-por-los-que-aun-estan-secuestrados/

Deja una respuesta