La libertad es consecuencia de la verdad
Hoy más que nunca necesitamos conocer la verdad. Vivimos en una sociedad con tanta confusión que nos cuesta bastante poder distinguir entre lo que es verdadero y lo que no lo es.
La mentira aparece como moneda corriente y quienes la practican lo hacen con total naturalidad y sin ningún tipo de remordimiento en relación con las consecuencias que provoca. Por lo tanto, la verdad se pone en duda en forma permanente. El engaño aparece por todos lados. Queremos creer que lo que nos dicen es verdadero, pero ante la duda, terminamos desconfiando.
La realidad es que esto ocurre desde siempre, porque ya sabemos que la historia se repite. Lo mismo ocurría en la Antigüedad, en épocas en las que vivía Jesús. El contexto en la sociedad de aquella época tenía características similares al de las sociedades contemporáneas. Por eso, Jesús hablaba de la verdad y la relacionaba justamente con la libertad. Decía “la verdad es la que los va a hacer libres” (San Juan 8:31).
Esa verdad a la que se refería era la verdad de Dios: la auténtica, la real, la que tiene que ver con la bondad, con el amor, con la paz, con la justicia y, especialmente, con la libertad. Esa libertad que le da a todas las personas el derecho a poder elegir, a tomar decisiones y, también, a expresarse y poder relacionarse con los demás.
Por eso la libertad es un derecho fundamental para la vida humana, necesaria para ser practicada en todos los ámbitos.
El diario vivir y las circunstancias negativas por las que a veces tiene que pasar el ser humano, le hacen perder la verdadera libertad. Es la libertad que le va a permitir alcanzar la felicidad que tanto desea. Es la que Dios ofrece a todos los seres humanos. La que se obtiene a partir del conocimiento de Él y de su verdad.
Dios no piensa ni actúa como lo hace el ser humano, no lo engaña. Por eso su verdad es auténtica y es la que nos permite a través de ella alcanzar la verdadera libertad.
Creo que necesitamos la verdad de Dios para nuestras vidas para poder tener esa libertad tan necesaria, para nosotros, para nuestros seres queridos y para el bienestar de nuestra nación. Encontrarnos con Él nos hace libres. Dios te bendiga.
* Pastor evangélico, miembro del Comipaz
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