La Voz del Interior @lavozcomar: Instituto y la humildad del plantel, según uno de sus referentes

Instituto y la humildad del plantel, según uno de sus referentes

Instituto volvió este martes a los entrenamientos con rostros de tranquilidad después de la gran victoria ante Almagro. El plantel llegó por la mañana y a la tarde se reunió en La Agustina para moverse de cara al partido del próximo sábado ante Nueva Chicago, desde las 19.30 y en Alta Córdoba.

El predio glorioso por esas horas estaba lleno, con diferentes planteles de inferiores entrenándose en los diferentes campos de juego. Hasta el femenino estuvo disputando un amistoso justo al lado de donde lo hizo el plantel masculino.

El sol brillaba, el viento hacía más leves los 29 grados de temperatura y los futbolistas albirrojos hicieron algunos movimientos para “sacarse de encima” el viaje a Buenos Aires.

El grupo que no vio minutos y debió quedarse en Córdoba realizó tareas con pelota principalmente, bajo las intensas órdenes de Lucas Bovaglio. El entrenador se mostró activo, intentando que sus futbolistas captaran algunos conceptos. Se movía de acá para allá, no paraba de dar indicaciones y de alentar cuando las cosas salían bien.

Él, más que nadie, sabe que todavía queda mucho camino por recorrer para que su Instituto sea realmente suyo, para que lo que se ve en la cancha alcance para luchar en una categoría tan complicada.

Graciani y el equipo

El volante Gabriel Graciani fue una de las incorporaciones más importantes de este mercado de pases en la Gloria. El exjugador de Colón y de Estudiantes de La Plata es uno de los de mayor recorrido, sobre todo en primera. “Fue un triunfo para empezar bien, encaminarnos. Tenemos muchas cosas por mejorar, pero también mucho a nuestro favor. Nos sirvió para tener tranquilidad”, sostuvo “el Tano”.

“Ganar te da mucha confianza. Hicimos valer los dos puntos anteriores, que fueron buenas actuaciones en las que nos dolió no sumar de a tres. Ganar allá nos llena de confianza para seguir mejorando”, agregó.

Graciani es uno de los encargados de generar el fútbol en Instituto, fue titular en los tres encuentros, marcó un tanto ante Estudiantes de Río Cuarto y dio la asistencia para el tanto de Rodríguez ante Almagro. Su rendimiento por ahora cumple con lo esperado, pero el futbolista sabe que debe dar un plus.

“Hoy el que no corre o mete, más en la Primera Nacional, no puede hacer la diferencia. Son pocos los que pueden jugar sin correr y ya no están en la categoría. Hoy cualquier equipo con intensidad le hace partido al más fuerte. Eso se nota en la Copa Argentina. Yo tengo en mi cabeza meter y correr, luego la jerarquía sale a relucir en el partido”, aseguró el ex Ferrocarril Oeste.

A sus 28 años, Graciani tiene mucho camino recorrido y hoy es uno de los referentes de este plantel. Junto con Nicolás Mazzola, Ezequiel Parnisari y Roberto Bochi, entre otros, debe liderar a un equipo al que le urge reencontrarse con la gente y las buenas sensaciones.

“Somos muy humildes, sabemos que tenemos que correr y meter para el equipo. El que quiere mantenerse como titular tiene que dejar todo. Eso hace que el equipo funcione de manera positiva. Todos sabemos que tenemos que sacrificarnos fin de semana tras fin de semana”, confesó Graciani.

Enfocado en los goles, el entrenamiento de Instituto del martes muestra a las claras cuáles son las necesidades inmediatas del equipo: marcar. La poca efectividad en el arco rival es algo que urge en el cuerpo técnico de Bovaglio, por eso el entrenador hasta contó cuántos goles se hacían en un lapso de tiempo, poniendo objetivos a sus jugadores.

Graciani concuerda con que les hace falta concretar más, aunque la prioridad es el arco en cero. “Es muy importante no perder. Tenemos el objetivo de tener nuestro arco en cero y tener más efectividad en el área rival. Así vamos a tener más alegrías que tristezas”, dijo.

En La Agustina y para todos

Entrenamiento del plantel de Instituto en el predio La Agustina luego del triunfo 1-0 sobre Almagro en Buenos Aires. (Fotos de Facundo Luque)

No es algo común que un plantel profesional coincida con otras categorías de un club en el mismo horario entrenándose. En Instituto pasa muchas veces, sobre todo cuando se disponen prácticas vespertinas.

En La Agustina todo es familia, todo está cerca y los futbolistas del primer equipo tienen la chance de recibir cariño de quienes los admiran. Para Graciani, esa situación es un poco inédita en su carrera, en la que pasó por otros clubes importantes.

“Es lindo, pasan los jugadores de inferiores y te saludan, se ponen felices. Yo cuando era chico me moría por cruzarme con jugadores de primera. Acá eso pasa, ellos están contentos y vos te vas a tu casa con la sensación de que hiciste feliz a un chico”, contó el volante.

“Es un predio muy grande, tiene muy buenas canchas y mucho para hacer. Es un club grande y hay que darle valor a eso”, añadió, mientras al lado una pequeña jugadora le pedía una foto a Santiago Rodríguez. “¡Qué golazo hiciste!”, le dijo la futbolista antes de irse con el deseo cumplido.

“No me había pasado en otro club. Estuve en equipos grandes y estábamos más separados. Igual pasa por el jugador. Acá somos todos muy humildes, no nos importa cruzarnos con los chicos o chicas de inferiores. Da gusto venir, la verdad”, cerró el entrerriano Graciani tras una tarde tranquila en Instituto.

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