La Voz del Interior @lavozcomar: Cosquín 2024: quinta, festejos y ovaciones con el reencuentro de La Juntada como clímax

Cosquín 2024: quinta, festejos y ovaciones con el reencuentro de La Juntada como clímax

El Festival Nacional de Folklore vivió, entre la noche del miércoles y la madrugada de este jueves, una velada especial por donde se la mire. Primero, por los festejos de Los Carabajal y Los 4 de Córdoba; luego, por el resonante concierto de José Luis Aguirre; y finalmente, por el motivo por el cual esta era una de las lunas más esperadas: la actuación de La Juntada, reunión musical de Peteco Carabajal, el Dúo Coplanacu y Raly Barrionuevo. 20 años después de su fusión original volvieron a encontrarse. Y lo hicieron en Cosquín, ni más ni menos.

El momento compartido llegó al final de la programación de la quinta luna, con la plaza lista (aunque ya algo cansada) para uno de los platos fuertes de esta 64ª edición. Además, a raíz del episodio que protagonizó Peteco Carabajal junto a la vicepresidenta y del posicionamiento público de “los Copla” en defensa de la cultura, el encuentro se dio en un marco inesperado meses antes, cuando se comenzó a gestar.

Finalmente, lejos de enrarecer el concierto –y tal como sucedió con la presentación de Peteco junto a Riendas Libres el último lunes-, ese ambiente potenció lo que fue un deleite en forma de zambas y chacareras: un regalo de los músicos para sí mismos y para un público entregado a la experiencia de verlos compartiendo sobre un escenario. El costado descontracturado y “peñero” de tres de los proyectos más influyentes del folklore de las últimas décadas.

La Juntada había pisado el escenario de Jesús María en un reencuentro informal en 2018. Ahora le tocó a Cosquín, y con show completo. (La Voz).

20 años después

Cuando a las 3 de la mañana la plaza Próspero Molina esperaba por el número central de la noche, todas las dudas respecto del impacto del paro nacional se habían disipado.

A esa altura, y a pesar de que las calles aledañas acusaban el horario tardío de mitad de semana, la plaza lucía repleta. Ya había alcanzado esa postal hacía rato, y también había atestiguado el fervor por Los Carabajal, José Luis Aguirre o Los 4 de Córdoba. Sin embargo, todavía faltaba el plato fuerte.

De la mano de la histórica peña Balderrama, también hubo un toque de carnaval salteño en Cosquín. (La Voz).

Tras las presentaciones del ballet Chakaymanta y la pareja de baile estilizado de los hermanos Luna (ganadores del Pre Cosquín), y luego del regreso de Sergio Fasoli al Atahualpa Yupanqui después de haberse llevado el premio Revelación en 2023, La Juntada se hizo realidad.

Pasadas las 3.10, los cuatro músicos salieron a la luz y se acercaron al borde del escenario antes de tomar sus posiciones bien cerca de la platea. Allí llegaron los primeros saludos eufóricos y algunos vitoreos específicos para Peteco. El cariño por los artistas y el disfrute de verlos juntos se hizo palpable incluso antes de la primera nota tocada.

Lo que vino después fue la reproducción exacta de la lista de canciones incluida en La juntada, el disco que salió en 2004 luego de los conciertos en el teatro Ópera de diciembre del año anterior. Todo inició con La olvidada y la sensación de que algo intacto había en esa conjunción de voces y espíritus.

Los músicos mostraron una química a prueba del paso del tiempo y centrada en una amistad compartida. (La Voz).

Sin músicos de acompañamiento, Peteco, Barrionuevo (especialmente él) y los Coplanacu mantuvieron la intimidad en la inmensidad del escenario de Cosquín y también ratificaron que el encuentro tiene mucho de amistad compartida. Con algunas dudas y momentos no tan ajustados a nivel instrumental (propios de la falta de ensayo y los calendarios cruzados), se notó el disfrute y la buena química entre los implicados. De hecho, hasta el décimo tema no hubo necesidad de palabra.

“Felices, contentos, agradecidos de haber elegido el camino del arte, de nuestra música, de las canciones que quisiéramos cantar todos los que están aquí”, dijo Paz después de Chacarera del Chilalo y antes de la bella Romance de mis tardes amarillas.

“Estamos muy felices. Con los changos siempre nos estamos encontrando y siempre nos estamos juntando. Y esta es una juntada rejuntada bien de cerquita con los changos, queriéndolos un montón”, expresó el bombista antes de un pase de comedia característico con intervención de Raly. “Estamos muy pero muy felices de estar los cuatro cantando para ustedes”, cerró.

Los pasillos convertidos en patio de baile. (La Voz).

La amorosa, Mientras bailas, Zamba y acuarela (¿la más cantada?), Perfume de carnaval y Pájaro lluvia profundizaron el clima, con pasillos atestados de bailarins, y mostraron el peso del repertorio acuñado por cada una de las tres partes de este todo superior. Con la vibrante Somos nosotros se inició el último tramo y Carabajal adelantó el cierre diciendo “Que se haga agua el helado”. Mensaje de chacarera, Soy santiagueño, soy chacarera y Santiago chango moreno cerraron el recorrido nostálgico pero con la fuerza y convicciones en tiempo presente.

“La música es para compartir, si no no sirve para nada”, dijo Roberto Cantos antes de los bises y después de definir como una alegría “tremenda” e “inolvidable” esta celebración de los 20 años de La Juntada original. El Escondido de la alabanza fue el telón de fondo que bajó para dar lugar al gracias definitivo. ¿Será este el puntapié para una gira o algunos conciertos más? Lo generado en la audiencia de Cosquín podría servir como indicador.

Dos cumpleaños y una aparición sorpresiva

Una luna casi llena custodió desde el inicio las actividades en el escenario Atahualpa Yupanqui. La noche esperó la llegada de su clímax con la tranquilidad de una programación nutrida, rica en matices.

Mucho antes del número principal, Los Carabajal iniciaron una velada bien santiagueña y una senda cargada de chacareras. En plenas bodas de esmeralda (por 55 años de carrera), fueron recibidos con aplausos que se sostuvieron y confirmaron la vigencia de esta familia musical, incluso más allá del género que honran con su apellido.

Los Carabajal encendieron a la platea desde el arranque de la noche. (La Voz).

“La mejor inversión que puede tener un país es la cultura”, dijo Musha al reclamar por la defensa de los medios públicos, encargados de que Cosquín llegue a todo el país. Fue la manifestación inicial de una serie que se completaría con casi todos los artistas. El final, con Pablo Farhat y el Indio Lucio Rojas como invitados, llegó con un par de himnos y con los pasillos convertidos en patio de baile.

A su turno, Los 4 de Córdoba también festejaron 55 años de trayectoria pero tuvieron invitados especiales en cada una de las canciones que tocaron.

Los 4 de Córdoba junto a sus invitados y con torta de cumpleaños incluida. (La Voz).

El Negro Álvarez, Rony Vargas (también encargado del “¡Aquí, Cosquín!” inicial), Ariel Ardit, el Negro Videla, Por Siempre Tucu (que tocaron más tarde), Los Nocheros, Facundo Toro y los Nombradores, Wilkins, Destino San Javier, Miguel Angel Robles, Los Tekis y Guillermo Novellis, de La Mosca, se sumaron.

Pero nadie tuvo un recibimiento como el de Luis Landriscina. El humorista chaqueño acompañó a sus amigos y fue reconocido por el festival a 60 años de su primera presentación, que fue reproducida. También se hizo tiempo para contar uno de sus cuentos, con carcajadas mutiplicadas en la platea. Y cuando todos los invitados subieron al escenario para compartir Muchachos y el correspondiente feliz cumpleaños, volvió a decir presente.

El intendente de Cosquín, Raúl Cardinalli, y el humorista Luis Landriscina al ser reconocido por la comisión del festival. (La Voz).

Otra (para la próxima)

Todavía en la primera parte de la noche, luego de la presentación de Sofía Assis y antes de la primera participación de la pareja de baile estilizado ganadora del Pre Cosquín, José Luis Aguirre fue protagonista de otro momento memorable.

El de Traslasierra es un favorito del festival y eso se sintió desde el comienzo. Aguirre devolvió gentilezas con una interpretación que tuvo momentos de gran emoción (Córdoba Morena, con Marvin Gaye como referencia impensada) y otros con la habitual idiosincrasia chuncana del cantautor. El músico tuvo un gesto que lo define al tocar La transerrana, cueca con la que ganó el Pre Cosquín en 2010, y que dedicó a los nuevos valores que buscan llegar al festival año a año.

El final llegó luego de un pequeño descargo del cantautor, que también abogó por la defensa de la cultura. Fue su introducción para presentar Canción bonita para mi barrio, una pieza a estrenar que compuso pensando en su comunidad en medio del actual contexto del país.

La contundencia de la letra -sin estribillo- hizo que ya en el medio del tema se pudieran ver personas paradas y aplaudiendo. La ovación final multiplicó ese respaldo y dio lugar a un momento incómodo en el que uno de los locutores tuvo que pedir comprensión al público que quería seguir escuchando a Aguirre. No pudo ser, pese a la insistencia de una platea que expresó con firmeza su preferencia.

El artista nacido en Villa Dolores guardará esa postal para siempre. Y su repertorio -patrimonio cultural en tiempo presente- demostró que merece un espacio más amplio en futuras ediciones de Cosquín.

Más información

Cosquín 2024: el arrasador show de Peteco Carabajal, la solidaridad del Chaqueño Palavecino y más

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