La Voz del Interior @lavozcomar: Así fue el Festival Bum Bum: una auténtica “misa jimenera” de La Mona

Así fue el Festival Bum Bum: una auténtica “misa jimenera” de La Mona

Hay sola una cosa más grande que “La Mona” en Córdoba: sus fans, los seguidores de Jiménez, los pastores del “mandamás”, la monada unida. Eso entendió y capitalizó el Festival Bum Bum, que la noche del sábado, en la previa del Día del Trabajador, celebró una segunda edición, otra vez en el Hipódromo, como en su debut en el mes de enero.

La Mona no existe sin ellos, y ellos tampoco sin Jiménez. Esa simbiosis singular que es parte del ADN cordobés pasó en este evento por una prueba de fuego: un campo masivo y diverso de espectadores, donde se codearon quienes tienen abstinencia de los bailes semanales con aquellos que solo hacen trencito de cuarteto en fiestas de casamiento.

¿Qué contar en un texto sobre el festival que ya fue narrado en cientos de videos de redes sociales, en planos generales de drones, en grandes fotos para el recuerdo? Que entre la polvareda del campo, había pibes con gesto pícaro sacando a bailar a chicas diciéndoles “A vos no te vi nunca en el Sargento”. Que alguien en un cartel contaba que le puso a su hija “Carla Jimena”. Que los amigos reproducían el ritual pagano de los bailes poniendo en el centro del grupo, sobre el piso del hipódromo, altares formados por cajas de vino cortadas de manera artesanal. Que cuando alguien pasaba bailando y pateaba sin querer ese podio, quedaba la tierra manchada como la escena de un crimen.

Segunda edición del festival Bum Bum  (Foto: Facundo Luque)

Los más poderoso que tiene, que tuvo, un festival sobre y para “La Mona” es ser testigo de la devoción que despierta.

Cómo fue el show de “La Mona”

Tras horas de “manija jimenera”, el más esperado de la noche subió a las 22.50, después de un warm up de electrónica monera del DJ Martín Huergo. Vestido con un equipo color naranja, Carlos “La Mona” Jiménez arrancó con Y ya ves, no te puedo olvidar, calentando sus cuerdas vocales para una noche intensa.

Imposible que con el repertorio extenso del cuartetero no hayan quedado favoritas afuera, pero igual sonaron en la primera tanda Pero yo sé que te enamorarás o Ramito de violetas. Además de retomar sus señas de barrios e intentar leer de manera exhaustiva (tarea imposible) los carteles que las más de 30 mil personas asistentes le mostraban, Jiménez recibió invitados.

Su hijo Carli Jiménez, alma máter del festival, que antes era una fija sobre los escenarios de los bailes, acompañó a su papá en el clasicazo Luis. Ulises Bueno también subió a declararse un devoto más de Jiménez, y el Mono de Kapanga cantó Goma de mascar.

Sonaron otros temas como El marginal y hasta hubo una quinceañera de San Fransicsco que subió al escenario con vestido rosado y gesto tímido, para recibir la bendición del “mandamás”.

En otras dimensiones y con un público ampliado, de alguna manera “La Mona” llevó el espíritu de los bailes a su “Monapalooza”. Y, para muchos, fue también una revancha tras la tormenta que obligó a terminar antes de tiempo el show que ofreció en la edición anterior.

La previa: Manseros, Ulises y Kapanga

Antes, el predio se estuvo preparando para ese momento cúlmine. Como en la edición anterior, el Museo de La Mona ofrecía una memorabilia de la carrera amplia del cantante, entre otras atracciones como el espacio para niñas y niños, rincones de maquillaje y peinado y varios food trucks que aportaban experiencias paralelas e interesantes a lo que pasaba sobre el escenario.

Y si bien el sistema de tickets por la tarde fue eficiente (cajas donde se compraban tickets por el valor de 300 pesos, que luego se canjeaban en barras y puestos de comida), entrada la noche y con la multitud sedienta las colas se hicieron excesivamente largas.

Con cálida luz del sol de otoño se presentó Monatributo, la crew de Leones con Flow, Lore Jiménez (que fue el único crédito femenino del programa) y Desakta2. A las 18.30, Los Manseros Santiagueños pusieron a prueba al público son su repertorio folklórico y popular, que encendió las primeras chacareras entre el polvo.

Los Manseros Santiagueños en el festival Bum Bum (Foto: Facundo Luque)

Después, el Mono de Kapanga, vestido de rojo diablo, celebró los 25 años de su banda y sus años de amistad con La Mona encendiendo un agite que no cesó. La crudita, En el camino y El universal activaron pogo y pasitos. El Mono se presentó casi como un monaguillo para la inminente “misa jimenera” y hasta rescató la figura del fallecido Bam Bam Miranda.

El Mono de Kapnaga en el Festival Bum Bum (Foto: Facundo Luque)

El cantante también compartió escenario con Ulises Bueno para el hit Dale vieja dale. Y cuando llegó su turno, Ulises no dio vueltas sobre un asunto que era como el elefante blanco del predio. “Da cagazo estar acá”, dijo, conocedor de las rivalidades que el público adjudica a las dos máximas figuras actuales del cuarteto de Córdoba.

“Soy Jiménez” le cantaba la monada, algunos con cierto aire provocativo. A lo que rápidamente respondió Ulises con un “Somos jimeneros igual que ustedes”. Y además de cantar sus hits se animó con Me extrañarás, de Rodrigo, y El león, de la Mona. También estrenó tema propio, Tu nombre y dejó los ánimos a punto caramelo para lo que venía.

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