La Nación Economía: Ciberdelitos: de Putin a Doña Rosa, no se salva nadie

Ciberdelitos: de Putin a Doña Rosa, no se salva nadie

opinion

Días atrás, Vladimir Putin fue blanco de un ciberataque que intentó interrumpir una videoconferencia entre el presidente ruso y sus ciudadanos. Piratas informáticos lanzaron un ciberataque masivo contra la cadena estatal Rossiya 24 mientras transmitían un programa en el que Putin respondía preguntas de ciudadanos en vivo. La conversación telefónica televisada con el presidente ruso duró casi cuatro horas, pero los ataques “denegación de servicio” masivos causaron repetidamente problemas y caídas de conexión.

“Nuestros sistemas digitales se enfrentan ahora a un ciberataques” dijo a Putin un presentador de Rossiya-24. El presidente, se sorprendió al escuchar que alguien estaba lanzando un ciberataque contra el programa de televisión. -”¿Estás bromeando? – ¿En serio?” Putin le dijo al presentador. – “Resulta que tenemos hackers en Kuzbass/Siberia”, agregó.

Los ciberataques masivos fueron confirmados por Rostelecom, el principal proveedor de telecomunicaciones de Rusia. El vocero de Putin, Dmitry Peskov, dijo a la agencia de noticias RIA Novosti que “el origen de los ataques no estaba claro”, por lo que el incidente fue inocultable.

Con ataques a una figura como la del presidente ruso, cabe preguntarnos: ¿qué nos queda al resto de los mortales? La ciberseguridad fue uno de los principales temas de la agenda de la cumbre entre el presidente Putin y el presidente Joe Biden que tuvo lugar hace dos semanas. Rusia es reconocido como uno de los principales actores en lo que denominamos la cyberwarfare, sospechado continuamente de interferencias y operaciones de ciberinteligencia como las de SolarWinds.

Hoy además de temerle a los ya clásicos motochorros o a caminar de madrugada por las callejones; Internet, los Smartphones y dispositivos son “las calles oscuras” que tenemos que evitar y que cada vez más requieren cuidados y atención. Con preocupación observamos que, en gran medida, los delitos que tienen lugar en plataformas online no se denuncian, no se detectan ni se contabilizan. Estimamos que solo el 10% de las personas hackeadas o estafadas lo denuncian a las autoridades. Quizás lo hacen en una red social, con una tasa de respuesta baja y ni hablar de la velocidad. Esto hace que, entre otros factores, el fraude digital y el delito cibernético sean la forma de delito menos contrastable y menos denunciado que experimenta la sociedad. Lo asombroso es que este tipo de delito se vuelve cada vez más común a pesar de su intangibilidad.

Además, las personas tienden a no denunciar delitos triviales, como las típicas pérdidas de $ 500 y $1.500, tratando de comprar online una lámpara, un aromatizante automático, ropa interior o medias que nunca llegan a destino porque las páginas y anuncios en donde se ofrecen los productos, son engañosas

Observamos que la vergüenza impide que las personas denuncien un delito, pero claramente en la mayoría de los casos la sensación del público es que no se puede hacer mucho o que por tan poco dinero nadie va a hacer nada. Incluso cuando el delito implicó el robo de una cuenta en Instagram, la valoración de la afectación es confusa ya que no se produjo un “dolo económico”, a decir por un damnificado “me robaron la cuenta de Instagram”, no me robaron dinero….pero perdí un activo digital.

Existen muchos depredadores que están engrosando sus bolsillos en ocasiones con fraudes resonantes, de grandes montos. Pero también, de los que llamamos “robo hormiga” es decir, mucha gente a la que se le roba pequeños montos, con un agravante mayúsculo, la dificultosa acción de identificación y desarticulación.

Uno de los problemas que existen a nivel global ante esta ola de fraude digital y ciberdelitos es que no se denuncia ni se estudia apropiadamente. Escepticismo, cautela y precaución son las premisas básicas recomendables además de la larga lista de procedimientos y medidas como: comprobar el lenguaje y el estilo de comunicación del mensaje, desconfiar de los pedidos de transferencias de dinero a través de PayPal, Facebook Messenger Payments, Google Pay, Apple Pay Cash o aplicaciones como bancos digitales y billeteras virtuales; donde es más fácil crear cuentas “mula” y difíciles de rastrear. Somos víctimas de la “pulsión tecnológica” contamos toda nuestra vida en Instagram y Facebook, creemos en todo los que no cuenta TikTok y Whatsapp es nuestro nuevo mejor amigo, hagamos ayuno digital una vez por semana y seamos conscientes de lo que viene.

CEO de BTR Consulting

https://www.lanacion.com.ar/opinion/ciberdelitos-de-putin-a-dona-rosa-no-se-salva-nadie-nid05072021/


Compartilo en Twitter

Compartilo en WhatsApp

Leer en https://www.lanacion.com.ar/opinion/ciberdelitos-de-putin-a-dona-rosa-no-se-salva-nadie-nid05072021/

Deja una respuesta