El Cronista @cronistacom: Javier Milei y la profecía autocumplida

Javier Milei y la profecía autocumplida

En la ruta hacia las elecciones de octubre, dos datos provenientes de las PASO pasaron desapercibidos para la dirigencia política. En primer lugar, estas primarias presidenciales marcaron la participación más baja en la historia, con casi 11 millones de argentinos que optaron por no ejercer su derecho al voto. En segundo lugar, el candidato más votado, Javier Milei, ha trascendido las barreras sociales, personificando una profunda inquietud social y un llamado al cambio radical. Ante este panorama, la clase política parece insensible a las transformaciones en curso en la sociedad argentina y, lamentablemente, contribuye a su propia decadencia con comportamientos irresponsables.

Los políticos, en su búsqueda desesperada de ventajas, propagan la idea del caos como si fuera una profecía autocumplida. En un artículo titulado ‘¿En qué mundo vive la clase dirigente (y quienes dependen de ella)?’, el economista Rubén Lo Vuolo advierte sobre el riesgo de la ignorancia en las élites: «La falta de racionalidad ya es una escasez peligrosa en la elite dirigente, en un mundo de recursos cada vez más escasos, con una población creciente y cuya vida depende de una minoría codiciosa e ignorante».

Para socavar la realidad, los políticos hablan de indecisión, precios en constante alza, el descontrol del dólar, la anomia y el caos. Pero luego prometen seriedad, confiabilidad y soluciones, sin explicar las verdaderas razones de nuestra situación actual ni sus planes. Los ejemplos son abundantes, y la palabra «caos» es moneda corriente en sus discursos.

Según Massa, a Milei «se le cayó la careta»: una dolarización a $ 730 es el «100% de devaluación que nos pidió el Fondo»

Un gobernador clave del peronismo afirmó que renunciará si gana Milei

Un claro caso se observa en la reacción de los líderes políticos ante los ataques y robos organizados a comercios y supermercados. Patricia Bullrich expresó: «si el Gobierno pierde el control, va a tener que pedir estado de sitio». Por su parte, Milei comparó la situación con 2001: «Es trágico volver a ver después de 20 años las mismas imágenes de saqueos que veíamos en el 2001. Pobreza y saqueos son dos caras de la misma moneda. La Argentina no resiste más este modelo empobrecedor que se sostiene a costa del esfuerzo de los argentinos de bien». La portavoz presidencial, Gabriela Cerruti, acusó a Milei de estar detrás de estos episodios: «Esto es una operación armada por la gente de Javier Milei que tiene como objetivo generar desestabilización».

Pero hay más situaciones para analizar. Milei vaticinó una hiperinflación si prospera el plan de Juntos por el Cambio (JxC) de bimonetizar la economía: «Cobarde, tibia, que termina en una hiperinflación y en una dolarización sangrienta». La semana pasada, con la incorporación de Carlos Melconian como referente económico de JxC, Bullrich subrayó la premisa fundamental que buscan establecer: poner fin al caos que aflige a Argentina: «El caos se disipa con orden». En estos días, el ministro de Desarrollo de la Comunidad bonaerense, Andrés ‘Cuervo’ Larroque, argumentó que «el peronismo tiene una obligación histórica de evitar una catástrofe» y que «es [Sergio] Massa o la disolución nacional». En respuesta, Bullrich señaló que «la catástrofe ya la estamos viviendo hoy con su gobierno inepto, que desde que asumió, sólo ha aumentado la pobreza, la inflación y la desesperanza entre los argentinos».

«Un ejemplo flagrante de irresponsabilidad política es el de Mauricio Macri. Como uno de los líderes de JxC, su ambigüedad al coquetear con Milei mientras declara su apoyo a Bullrich puede interpretarse como una falta de compromiso con los votantes de su espacio. Además, esto debilita a Bullrich, quien ya ha sufrido los estragos de las disputas internas que han erosionado la fuerza de su coalición», señaló Rocío González, magíster en Políticas Públicas de la Universidad Torcuato Di Tella en una entrevista con El Cronista. En la misma línea, otro ejemplo lo encontramos en Omar Perotti, gobernador peronista de Santa Fe, y Maximiliano Pullaro, candidato a la gobernación por JxC, quienes afirmaron que votarían por Milei en caso de una segunda vuelta.

«Es importante destacar que la irresponsabilidad y el caos no es sólo generado por la dirigencia política. Los motivos que lo explican requiere una mirada introspectiva de todos: del empresariado, los analistas, el periodismo, sindicalismo y el tercer sector. La crisis de representación no recae sólo en el dirigente político, es profunda, es grave», afirmó Juan Germano, politólogo y Director de Isonomía.

En resumen, la clase dirigente argentina parece estar cavando su propia tumba. Como advierte Lo Vuolo, a pesar del escenario global y local preocupante, «la élite dirigente parece obsesionada por sus intereses a corto plazo, ya sea acumular riqueza o ganar elecciones, sin reconocer la estrecha relación entre ambas ambiciones». Sin embargo, como solía decir mi amigo, el fiscal federal y politólogo Federico Delgado, «El pueblo siempre va un paso por delante de los políticos», por lo que esta historia aún está en desarrollo.

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