Zoe Gotusso y su corazón como escudo ante el mundo: “Soñaba con ser respetada”
Zoe Gotusso llega caminando con su aura etéreo y sonriente a la Redacción, vestida de punta en blanco, y se reafirma la idea de que esta cantautora tiene un “don de fluir” para moverse con naturalidad no sólo en sus canciones, sino también en la vida.
“No sé… juego, soy yo”, dice buscando una respuesta que no tiene. Es como si pusiera el corazón dos metros por delante de ella, el mismo que la lleva a una cruzada para recuperar el contacto cuerpo a cuerpo con su público o que, dentro de unos minutos en esta misma charla, hará que se quiebre en un llanto que la supera.
Antes, confesión de parte. Cuando surgió el ofrecimiento de entrevistar mano a mano a Zoe Gotusso, desde la sección VOS hicimos lo que habitualmente hacemos con todos los artistas: repasamos cuándo fue la última vez que habíamos conversado con ella.
Y la verdad es que hablamos muchas veces (la última en diciembre), pero en su mundo en pocos meses pasan muchas cosas. Está a punto de encarar, por ejemplo, una gira que la llevará por España, Estados Unidos y varios países de Sudamérica. O lo que se esperaba que sucediera en la noche del viernes, actuando como telonera de Maroon 5 en el Campo Argentino de Polo. Siempre hay grandes cosas nuevas girando en el universo de esta cordobesa de mirada calma, que toma todo con los pies sobre la tierra.
“Fijate que no saqué música nueva, saqué un disco hace un año y medio (Mi primer día triste), no tengo necesidad de tener movimiento, apurar o sacar una canción. Siempre encuentro manera de volver a resignificar mi disco. No hay truco. Supongo que la gente también me ayuda mucho”, interpreta.
Una más entre su público
Últimamente, de hecho, ha venido encarando una suerte de “guerrilla” en pos de recuperar no sólo el contacto humano, sino también equipararse en un mismo plano con su público, algo que claramente se lo valoran.
“Dejo que la gente entre a mi mundo. Sorprende que la gente suba al escenario, o empiezo a ir a hacerle serenatas a la gente. Como música, te digo que tengo muchas ganas de estar en el estudio haciendo música nueva, pero he encontrado esa manera de jugar con la gente y conmigo misma, y con el equipo que tengo, que también me apoya en todos los delirios”, detalla.
En ese relato, Zoe pone a la misma altura hechos consagratorios (haber actuado en los Latin Grammy sola frente a leyendas como Rubén Blades o estar en los letreros de Times Square en Nueva York) con los shows espontáneos que dio esta semana en Rosario, primero, y en Córdoba, después.
“Es algo que empecé a hacer sin darme cuenta, y recién ahora soy consciente de lo que pasó, en ese momento no lo pensé. Otra vez: lo hice jugando y sin conciencia, pero ahora me doy cuenta de cómo es. Ayer (por el martes) estaba en Rosario y pude hacer un concierto avisando cuatro horas antes. Estoy tomando noción de que tengo un feedback con la gente”.
Gotusso dice que su idea es romper la literalidad de que el artista está arriba de un escenario, elevado sobre la gente. “Bueno, vamos a subir a la gente al escenario o yo me voy a bajar a cantarles a ustedes. Supongo que es natural y genuino, me divierto, y estoy aprendiendo a hacerlo”.
Con esfuerzo, pero sin meritocracia
En la charla, recuerda que todo fue muy rápido para ella. Empezó a las 17 años con Santi Celli en Salvapantallas, y rápidamente fueron recibiendo buenas noticias. “Yo estaba ida… en el sentido de que no tenía consciencia de lo que estaba pasando. Lo disfrutaba, era un sueño, y compartir algo con alguien como él fue muy hermoso, porque fue como un gran hermano para mí”.
Es obvio, pero hay que decirlo: Zoe tiene talento, capacidad, es trabajadora. Pero en la música (y más para quienes impulsan su carrera desde Córdoba) esa suma de factores no garantiza para nada un resultado como el que ella viene consiguiendo. Los casos de semejante impacto como el suyo son claramente los menos.
“Yo no tengo respuesta a eso y también me lo pregunto. Para mí, no existe la meritocracia, porque veo gente que se esfuerza, que ya nace con otras oportunidades y posibilidades. De chica yo creía en la meritocracia y ahora no, porque también me pasa esto: veo gente que intenta, o que ni siquiera conocemos y está guerrillándola desde la casa, y es difícil…”.
Igualmente, no duda en decir que se la jugó en su carrera. “No es por hablar bien de mí, pero me fui de mi casa a Buenos Aires, algo que jamás pensé que iba a hacer. Y amo Córdoba. Con Santi nos estaba yendo rebién, y estoy segura de que nos hubiera ido mucho mejor, porque soy optimista y tampoco me permito otra cosa, voy para adelante con determinación. Pero igual tenía ganas de estar sola, y creo que él también, solo que quizás levanté la mano y lo planteé, y los dos llegamos a ese lugar. Pero cuando dejé Salvapantallas, tuve mucho miedo de imaginarme sola en un escenario con la guitarra. En manada somos todos unos valientes, pero me fui animando. Siempre me busco una pecera más grande… y el pez crece”, grafica.
–Una vez nos dijiste en una nota que te gustaban los músicos que cantan como hablan, sin esfuerzo… (interrumpe)
–Eso me lo dijo Jorge (Drexler) en Santa Fe, cuando lo conocí, y yo me lo guardé por siempre. Es una frase muy buena de él, me dijo: ‘Vos hablás como cantás, y la gente que hace eso dice verdades’, y eso me parece refuerte. Y ahí también entendí mi lugar, no necesito gritar. Si veo mi banda al lado con un power que ellos lo encuentran ahí, yo antes me preguntaba a mí misma ¿dónde está el mío? Quizás mi poder está justamente en bajar. Creo que el contraste funciona muy bien y también quizás cuando vengo con mi guitarrita, se baja la energía. Ahora, para el show de la Plaza de la Música, voy a venir con músicos, pero los voy a hacer jugar a ellos en mi mundo y habiendo entendido que me importa el mensaje y que la música juegue para mi voz.
–¿Ahí el desgaste es emotivo y no tanto físico, por esa misma forma de cantar sin forzarte?
–Está buenísimo lo que decís… (piensa). Ayer (por el martes), cuando tocamos en el río en Rosario, no me generó un esfuerzo convocar a la gente, que vengan, ni tampoco cantar, y eso que lo hice sin amplificador y eran 400 personas al aire libre, pero después, cuando volví en la camioneta, me largué a llorar porque me avasalla… no quiero hablar tanto porque quizás llore.
Acto seguido, Zoe se lleva las manos a la cara y rompe en un llanto íntimo, profundo e inmanejable. Sus ojos quedan rojos y ella apura la emoción sin éxito, tratando de superar un momento de exposición sentimental, aunque en el fondo sean lágrimas de felicidad. “Sí… son muchas cosas, pero supongo que tiene su precio emocional ¿viste?… perdón”, dice antes de pedir un minuto para respirar y volver a conectarse.
Nueva música, siempre adelante
Si bien nada la apura, Zoe cuenta que está componiendo bastante, cuando siente que tiene algo que decir, aunque el trajín de una carrera exitosa también le quita “tiempo de creatividad”. “Obvio que tengo ocio, salgo a comer con mis amigos, me tomo un domingo, pero hay una vorágine que me está costando desde la presión, pero por mi manera de ser, me estoy poniendo mucha presión. Y como he tenido tanta buena respuesta, es difícil, estoy aprendiendo a componer desde ese lugar”.
En algún momento de este año, dice que quisiera tomarse dos meses para ni siquiera escribir, sino para no tener que hacer nada. Ahí, confía, su manantial brotará.
Pero si bien no tiene temas nuevos, sí ha sido convocada por parte de la realeza del pop y el rock nacional para colaboraciones que van desde David Levón y Emanuel Horvilleur hasta el español Leiva. “Yo soñaba con ser respetada, más siendo mujer en la industria. En mi cabeza lo ponía como que quería entrar a un estudio y que se emane respeto, que no tuviera que ni pedirlo. Y estas invitaciones me hacen sentir así, por gente que está hace años en esto, y porque la gente hace silencio en los conciertos, algo reimportante cuando estás solita con la guitarra”.
–Te siguen niños y niñas muy pequeños. ¿Le encontrás alguna explicación?
–No. Soy consciente, pero no fue buscando una fórmula para entrar con ellos, no la hay. Es un ser que viene renuevo, puro y poco lastimado a este mundo. Escucha, siente y elige. Lo lindo de la niñez es la autenticidad y la pureza. Habría que preguntarle a ellos.
–Si nos fijamos en tu agenda, estás por hacer un tour mundial… (interrumpe)
–Igual quiero decir: yo no soy una estrella acá ni afuera. Estoy arrancando, y esta es una apuesta que estoy haciendo. Si voy a Barcelona, no hay 10 mil personas viéndome. Hay mil o 500, ¡que es un montón! Pero no quiero que me vendas como…
–Tu aclaración pone en perspectiva todo.
–Pero sí es verdad que para mí ir a todos esos países es increíble. Salir de Buenos Aires al mundo no lo puedo creer. Puedo decir que es una gira recontundente.
–¿Qué sueño te sigue motivando en tu camino?
–Quisiera estar tranquila con todo lo que me pasa. Yo tengo fe en mí y espero no sonar engreída, pero me gusta hacer lo que hago, lo voy a hacer toda mi vida, voy para adelante, me caigo y me levanto, y solo quisiera estar tranquila.
Para ver
El Ganas Tour empezará el próximo 28 de abril en Plaza de la Música. Entradas disponibles en Eden Entradas a 1.800, 2 mil y 2.650 pesos. La gira seguirá el 29 de abril en Rosario; 30 de abril en Santa Fe; 22 de mayo en el teatro Gran Rex de Buenos Aires; 26 de mayo en Montevideo, y 28 de mayo en Santiago de Chile. Para luego continuar por varias ciudades de Latinoamérica, de Estados Unidos y de España.
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