Yogures: los mejores aliados para el calor
Mantener una alimentación saludable es una tarea de todo el año, sin importar la estación o las temperaturas. No obstante, la llegada del verano trae consigo la posibilidad de incorporar nuevas opciones de alimentos en el día a día. La frescura en los platos se vuelve casi obligatoria y las posiblidades para incorporar nutrientes a través de diferentes delicias no son pocas, al contrario.
Entre las alternativas que no pueden faltar en desayunos y meriendas se destacan los yogures, que por su sabor y composición son ideales, tanto para una comida como para una colación. Así lo afirma la Licenciada en Nutrición Marianela Silvestrini (MP: 1721) quien remarca la comodidad a la hora de consumir estos lácteos, como también la saciedad que otorgan y lo completos que son desde el punto de vista nutricional. “Es algo super fácil de incorporar porque se puede adquirir en un kiosco y tomarlo en la calle, o llevarlo al trabajo. También sirve para preparaciones, en desayunos y meriendas. Tiene un millón de usos”, comenta la profesional, destacando así la utilidad para quienes cuentan con poco tiempo y necesitan comer algo rápido pero que no quieren resignar la importancia de una buena nutrición.
Silvestrini agrega: “Para los niños incluso es sencillo, porque se trata de un alimento sabroso y nutritivo. A los bebés les sirve su consistencia para adentrarse en la alimentación. Otros de sus beneficios es el valor de saciedad que produce debido a su consistencia, ya que al ser un producto gelatinoso o viscoso tarda más tiempo en digerirse en el estómago. Esto es más significativo en las versiones firmes, comparadas con la versión bebible”.
Todo está en uno
La profesional subraya que tanto en los meses de calor intenso, como durante todo el año, es fundamental no centrarse solamente en la alimentación, sino en lograr un “estilo de vida saludable”. Para ello, aconseja también enfocarse en establecer horarios de comida, horas de sueño adecuadas y mantener una actividad física constante. “Se trata de combinar varios aspectos de la salud”, afirma.
A su vez, respecto a los platos que podrían considerarse “ideales” enfatiza que éstos deben ser completos: “Deben incluir los tres nutrientes fundamentales, es decir, hidratos de carbono, proteínas y grasas; tanto en el desayuno, como el almuerzo, la merienda y la cena. Los primeros están presentes en tostadas, cereales, frutos secos, fideos , arroz, etc. Las proteínas en carnes, huevos, queso, leche y los yogures. Las proteinas no sólo constituyen el músculo, sino que están presentes en los tejidos, órganos y muchas otras partes del cuerpo. Son necesarias para un buen funcionamiento corporal.” En ese contexto, Silvestrini señala que los yogures poseen nutrientes completos, lo que los ubica como una perfecta opción para una alimentación habitual y saludable. Del mismo modo, acentúa el papel complementario de las verduras y las frutas, por su gran aporte en vitaminas, minerales y fibras.
“El verano es propicio para comer vegetales, algo que en invierno no hacemos muy a menudo porque tenemos frío y las calorías distribuidas en otros nutrientes. En cambio el clima estival invita a comer alimentos frescos, jugos, licuados, ensaladas, frutas. Esto es muy bueno por lo que aportan en una alimentación diaria. Combinar entonces, los lácteos con las frutas favoritas, cereales o frutos secos hace que se completen los nutrientes. Otra forma de consumir el yogur es mediante smoothies, licuados o incorporarlos a la gelatina para hacer un rico postre. La variedad es infinita, atendiendo a los gustos de cada persona”.
Un reemplazo que equilibra
Aunque la leche es el alimento por excelencia para las mañanas y las tardes, la profesional asegura que reemplazarla por yogur es una buena forma de incorporar lácteos y llevar una dieta equilibrada. “Para muchas personas la leche no es una elección y no por eso tienen que privarse del valor nutricional de los lácteos” afirma Silvestrini.
Asimismo, en referencia al uso del yogur como “colación” la profesional opina: “Va perfecto, porque es un recurso que evita llegar con mucho hambre al almuerzo o cena. De esta manera uno puede organizar bien esas comidas y no caer en el típico hábito de comer lo que encuentra primero”.
Finalmente, Silvestrini señala que el equilibrio perfecto está en complementar estos alimentos con dos o tres litros de agua diarios. “No puede faltar jamás la hidratación. El yogur contiene componentes sólidos en su estructura y aunque refresca, no reemplaza el agua”.
Así, la clave en todo es fusionar y variar. Manfrey ofrece numerosas opciones para facilitar este propósito: yogures enteros y descremados, con cereales, trozos de frutas, dietéticos y de todos los sabores. Vainilla, frutos del bosque, durazno, son algunas de las opciones. Además, para elegir el adecuado cada día están disponibles las versiones firmes y bebibles.
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