Verdad e hipocresía
La hipocresía es algo que todos detestamos. Hay un rechazo interior que se produce al oír frases que algunas personas dicen, o cuando vemos que tienen conductas que, en realidad, nos muestran de forma clara que están fingiendo.
Aparentan tener creencias, opiniones, sentimientos o una serie de cualidades que prácticamente no tienen. Son personas que fingen todas estas cosas, demostrando actitudes contrarias a lo que verdaderamente dicen o hacen. Detrás de cada palabra esconden sentimientos o motivos que tienen que ver con su vanagloria personal. Es decir: el hipócrita pretende que se vea la grandeza y bondad que construye con apariencias sobre sí mismo, poniéndose como ejemplo y pretendiendo que los demás actúen de manera similar.
En griego hipócrita significa actuar o fingir; por eso los hipócritas esconden sus verdaderas intenciones y su verdadera personalidad, usando reglas falsas que les permiten moverse en este mundo.
Las conductas mentirosas que emplean exponen falta de honestidad.
En varias ocasiones, en la Biblia Jesucristo aparece condenando la hipocresía, especialmente en relación con el actuar de los líderes políticos y religiosos de aquella época.
Viene a mi memoria la famosa frase “la historia se repite”. Jesús les decía a sus discípulos que cuando oraran, no hicieran “repeticiones vanas” ni “palabrerías”; tampoco que actuaran como los hipócritas, que cuando hacían sus buenas obras buscaban ser vistos por los demás, catalogándolos así como los que “dicen y no hacen”.
En relación a estos decía “por sus frutos los conoceréis” (Mateo 7:20). Estas palabras referidas a falsos profetas de esa época, en realidad son de plena actualidad. La mentira, el engaño y la hipocresía son moneda corriente en los días en que nos toca vivir. La hipocresía y el fariseísmo aparecen como la antítesis de uno de los valores mas importantes que tenemos: la verdad.
Que Dios nos ayude a manejarnos siempre con la verdad. Y aunque también se diga que “la verdad ofende”, creo que más ofende la hipocresía. Con la verdad, aunque a veces duela, ayudamos y construimos, más allá de que esto recién se comprenda con el correr del tiempo. Con la hipocresía destruimos, Y esto no tiene solución. Dios nos ayude a poder ser siempre veraces. Dios te bendiga.
*Pastor evangélico, miembro del Comipaz
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