Vacaciones: es posible desconectar de las responsabilidades
Las vacaciones se convierten en el período de tiempo que más esperamos durante todo el año. Cuando atravesamos momentos de crisis familiares o laborales, proyectamos este tiempo de descanso como un momento para no pensar en las distintas problemáticas. Sin embargo, el desafío principal es lograr desconectar y disfrutar para luego regresar a la rutina.
En una charla con el licenciado en Psicología y Magíster en Teoría Psicoanalítica Lacaniana, Mauro Gross, brindó a La Salud y la Gente algunas recomendaciones para atravesar esta etapa.
–¿Qué importancia tienen las vacaciones?
–Son fundamentales para nuestro bienestar físico y mental porque nos permiten descansar, relajarnos y recargar energías después de un periodo de trabajo intenso. Además, nos brindan oportunidades para desconectar de las responsabilidades laborales, enfocarnos en nosotros mismos y en nuestras relaciones tanto personales como interpersonales. Desde una perspectiva psicológica, es una oportunidad que tiene la psiquis para restaurar un equilibrio entre lo que nuestro organismo y nuestro psiquismo necesita y las demandas de afuera para funcionar de manera óptima. Es importante resaltar que no hay que pensar solo en las vacaciones como esa semana, 15 días o un mes en los descansamos luego de “reventarnos” todo el año, sino que se podamos descansar de manera regular un rato cada día, para ir teniendo esos espacios de relax.
Gross destaca que para algunas personas esos momentos pueden lograrse “al llegar a su casa, tomarse una copa de vino, prepararse un mate, jugar con alguna mascota o con sus hijos, una lectura o una salida a caminar, es decir, cortar con el tiempo productivo y de necesidad cotidiana urgente que tenemos y dedicar un tiempo al ocio para nosotros mismos”.
–¿Existe una manera de poner nuestra mente “libre de preocupaciones” laborales para las vacaciones?
–Se me ocurre en este caso que previamente al descanso, podamos identificar y priorizar los problemas más importantes para armar o pensar algún plan de acción de cómo abordarlos. Si es una cuestión que nos tiene en vilo durante todo el año y difícilmente se resuelva en 7, 10, 15 días de descanso, previo a esto, deberíamos dejar previsto, acomodar y después saber que este tiempo no va a ser la diferencia. Podemos tomarnos las vacaciones y cuando regresemos, saber en qué paso continuar. Esto puede reducir la ansiedad y programar desde dónde continuar al regreso. Una cuestión importante es buscar apoyo y contención en compañeros de trabajo, jefes, familiares u otros colegas profesionales. Pero debemos insistir en que esos días de descanso, generalmente, no van a hacer la diferencia para resolver el problema. Incluso, muchas veces, alejados del trabajo o fuera del espacio habitual de oficina si se logra resolverlo por ello es importante planificar.
Preparativos antes de las vacaciones
–¿Debemos tener alguna preparación previa en nuestro trabajo para irnos de vacaciones?
–Para muchas personas, separarse de la responsabilidad puede volverse dificultoso para disfrutar plenamente por lo que resulta importante organizarse para después tener disponibilidad y que ese disfrute sea alto. Puedo sugerir, por ejemplo, completar las tareas pendientes y dejar esquematizados los proyectos en curso. Es fundamental delegar responsabilidades en colegas, personas que tenemos a cargo, empleados o compañeros, pero siempre delegar. También se puede dejar establecido un plan de contingencia para emergencias, acciones planificadas en el caso de que nos necesiten para que no nos sorprendan los problemas y logremos reducir la ansiedad. Otra cuestión es notificar de nuestra ausencia o de nuestro tiempo de disponibilidad para que ese periodo, si uno desea que sea de vacaciones y que sea un corte, lo sea verdaderamente y no nos molesten e interrumpan con pendientes.
–¿Es posible combinar vacaciones con hijos y placer de la ausencia del reloj?
–El tiempo de vacaciones, sobre todo para los niños y las niñas, significa un corte con su rutina, que debido a la edad tiene que ver con lo escolar por lo que se convierte en una linda oportunidad para crear recuerdos, generar experiencias positivas, compartir de una manera más regular y cotidiana que quizás durante el año uno no lo puede hacer. Una estrategia para lograr esto puede ser planificar alguna actividad, aunque sea mínima: hacer un armado de rompecabezas o lo que a cada familia le interese y sepamos que puede agradar a nuestros hijos para que hagamos en conjunto, o sea, compartir sobre una actividad o algo específico en conjunto. Es un buen momento para preguntar cómo se sienten, aprovechar para interactuar fuera del ritmo de una manera más relajada.
Gross agrega que “es importante pensar, en el caso de vacaciones en conjunto, familiares o con otras familia tener opciones infantiles, propuestas que se ajusten a las distintas edades para evitar el aburrimiento y que sea una experiencia para toda la familia completa.
–¿Existen vacaciones en las que podemos desconectar de las responsabilidades y problemas?
Algunas estrategias pueden ser:
- Establecer límites claros con el trabajo, en relación con los tiempos u horarios que nos hemos fijado o prefijado para evitar revisar correos electrónicos o recibir llamadas laborales en el momento de descanso.
- Si no podemos desconectar completamente, podemos dedicar un momento del día (la mañana, una cantidad específica de horas o el final del día) para ver pendientes, revisar mails o recibir algún llamado pero que no sea algo que atraviese todo el tiempo de descanso, sino que esté segmentado.
- Enfocarnos y poner atención en las actividades que hemos planificado para relajarnos. Muchas veces, si es en grupo, o nuestra familia, es importante darles prioridad a esas actividades.
- Aprovechar, si lo deseamos, para practicar alguna técnica de meditación, relajación o respiración con algún tutorial de Internet e iniciar alguna actividad que teníamos pendiente y que por las responsabilidades cotidianas no lo hacemos.
La difícil vuelta al trabajo
–¿Cómo debemos prepararnos para el regreso al trabajo luego de unos días de descanso?
–Este tiempo suele despertar muchas fantasías, ansiedades y en algunas personas, se deja de disfrutar el último segmento del descanso ya que se anticipan a la vuelta al trabajo. Es importante reitero, la planificación y generar algún plan de acciones para el regreso: establecer cuáles van a ser las tareas más urgentes, cuáles debemos comenzar a resolver de a poco para no arrancar de 0 a 100 de un día para el otro. Si es factible, prever qué cosas y de qué manera podemos ir entrando en ritmo para que no sea un estrés volver a la actividad, establecer un horario de trabajo, de rutinas, tareas pendientes, mensajes laborales para responder, correos electrónicos, llamados. Una metodología puede ser tomar la primera semana para “entrar en calor” y debemos ir de menos a más.
–¿Qué rol cumple el celular en nuestro descanso?
–El celular, por sus múltiples usos, puede ser una herramienta útil, en algunas ocasiones, para el descanso, pero también es una fuente de distracción y estrés en la medida en que nos vincula o nos sigue manteniendo vinculados al trabajo. Dependiendo de cada caso en particular, algunas de las recomendaciones pueden ser establecer un límite claro para el uso. Si no es imprescindible tenerlo podemos dejarlo en un lugar que sepamos que no lo vamos a estar abriendo o revisando. Una excelente decisión es desactivar notificaciones y alertas puntuales que sean recurrentes. Muchas personas, suelen desinstalar aplicaciones que saben que habitualmente le demandan mucha atención y que los mantiene pendientes. Por último, podemos utilizarlo de una manera positiva para alguna aplicación de relajación o meditación. Pero más allá del artefacto en sí o del uso en determinadas prácticas, lo importante es saber qué uso le damos. Si la respuesta es que lo utilizamos durante todo el año, entonces sería interesante que en este tiempo de descanso haya una diferencia y modifiquemos hacia un uso más recreativo que el que dedicamos a diario durante el año. ¿Por qué no probar dejar el celular y tomar un libro o hacer alguna actividad recreativa que nos guste o deseemos probar?
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