Una voz que merece ser escuchada
A tres meses de las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias (Paso) que definirán las candidaturas de los distintos espacios políticos rumbo a las elecciones generales del 22 de octubre, parece un desafío complejo convocar a la dirigencia a un gran acuerdo nacional para terminar con la “grieta”. Más aún en medio de una campaña enmarañada y virulenta, en la que los adversarios se cruzan sin pudor con descalificaciones exageradas y violentas.
Sin embargo, siempre habrá iniciativas que deberían ser escuchadas y tomadas con seriedad y responsabilidad cívica, de modo de comenzar a debatir y a consensuar políticas de Estado. Sosegar los rencores en vías de un diálogo productivo.
En esa línea debe ser ponderada la idea del exsenador Esteban Bullrich (Juntos por el Cambio-provincia de Buenos Aires), quien días atrás hizo pública una propuesta en la que formula un llamado a la unidad nacional y a reverdecer los puntos de encuentro que, afirma, fueron destrozados por “la maldita grieta”.
La iniciativa se sustenta en atrayentes argumentos políticos; pero sobre todo deja como mensaje la inquebrantable voluntad de involucrarse, aún frente a la adversidad. Habrá que recordar que Bullrich renunció a su banca en el Congreso en 2021, luego de que le diagnosticaran esclerosis lateral amiotrófica (ELA).
En línea con el mencionado espíritu de “unidad”, la presentación de la propuesta en la ciudad bonaerense de San Nicolás contó con la presencia del dirigente social Juan Grabois y de la senadora porteña por el Frente de Todos Ofelia Fernández. Un detalle distintivo que bien podría extenderse a otros círculos sociales, políticos y de la cultura.
En tren de no claudicar y de ser optimistas, es probable que la fatigosa “grieta” que divide a los argentinos tenga un atisbo de remediación una vez que haya pasado el frenesí electoral.
Un compromiso para una clase dirigente empeñada en defender intereses personales, más que en elaborar propuestas creíbles y a tono con lo que demanda la sociedad. Como bien dice Esteban Bullrich en su convocatoria, “son más fuertes las cosas que nos unen que las que nos separan”. Y pontifica: “No se debe aplastar a los de al lado y gritar lo más fuerte posible”. Así no habrá forma de construcción alguna.
Habrá puntos de su plataforma que generan controversias, pero pocos podrían disentir con la necesidad de posicionar la estabilidad macroeconómica como norte de todas las decisiones. O de valorar y defender la Constitución Nacional y las instituciones republicanas.
No podía estar ausente un encuadre al flagelo del narcotráfico y de la escalada de inseguridad, cuyo combate amerita poner en agenda programas intensivos y actualizados acorde con la virulencia que alcanzaron estos arrebatos criminales operados en perjuicio de la paz colectiva.
Es, en resumen, una línea de acción que reactualiza las viejas desatenciones de gobernantes y de dirigentes (algunos de dudosa idoneidad) que han contribuido a profundizar la desesperanza social.
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