Una biblioteca en el cementerio San Jerónimo: una curiosidad con marca cordobesa
La ciudad de Córdoba acumula historias y leyendas. También, rincones muy particulares. Uno que llama la atención es una biblioteca que funciona en el cementerio San Jerónimo, en barrio Alberdi.
La idea surgió del fervor por convertir un espacio que hace referencia a la muerte y la tristeza en un lugar de lectura, de vida y de futuro, donde pueden interactuar las infancias y las familia.
Todo comenzó en 2007 cuando el bibliotecario y profesor Julio Fabián Melian, actual coordinador de la biblioteca del cementerio San Jerónimo, realizó un trabajo de museología con la idea de armar un museo en ese lugar. Pero la idea de museo no prosperó y siguió adelante, en cambio, la de una biblioteca.
Tras firmar un convenio con el Museo de Ciencias de la Salud del Hospital de Clínicas, a la par que se realizaban las visitas guiadas, a Melian se le ocurrió que la nueva biblioteca no solo podía ser visitada por el público en general sino también por escuelas primarias, secundarias y terciarias.
“Hay muchas personas con pocos recursos económicos, y también incluimos la idea de ceder los libros por la problemática de la lectura. Comenzamos en 2021 de manera virtual”, relató Melian.
Desde entonces empezaron ofreciendo los libros por catálogos, con textos universitarios, pero el objetivo era trabajar con todos los niveles.
Ya en pospandemia se ampliaron las actividades no solo con las visitas guiadas sino también con proyectos artísticos, charlas, presentaciones de autores cordobeses y acciones de promoción de la lectura.
Y desde 2022, las escuelas primarias y secundarias también forman parte de los trabajos de la biblioteca.
Libros para todos los gustos
Hoy, la biblioteca del cementerio San Jerónimo tiene alrededor de 400 textos que se dividen en enciclopedias de arte, de historia, de personajes de Córdoba, de literatura para adultos e infantil y textos escolares, entre otros.
Los libros fueron donados por la Asociación de Bibliotecarios, por escritores, por vecinos de barrio Alberdi y por aquellas personas que realizan caminatas guiadas por el cementerio.
Además, Melian explicó que tienen pendiente una firma de convenio con el Instituto de Enseñanza Simón Bolívar para que los estudiantes de los últimos años acompañen con lectura actividades con la comunidad, generalmente los días sábados.
Este espacio que está en un rincón del ingreso al cementerio toma por sorpresa y hasta con humor a los visitantes.
No hay registro en el país de algo similar. “Sé que en España hay una, pero con bibliografía relacionada a la muerte. En este caso se pensó realizarla más abierta, para la comunidad”, aclaró Melian.
Cualquier persona puede ir y sentarse a leer un libro y husmear entre los autores, además cuenta con un catálogo para consultar qué libro elegir y hay préstamos interbibliotecarios.
“El objetivo es que los chicos vuelvan a tener contacto con los libros, con la lectura. Ya que con la digitalización se está perdiendo un poco la relación con los textos en papel, queremos que desde niños puedan tocar un libro y leer”, afirmó el coordinador de la biblioteca.
Barrio y biblioteca
La idea de la biblioteca es que niños y niñas vayan, consulten y pasen horas intercambiando lecturas. También pueden sacar los textos a la plaza o participar de alguna actividad al aire libre. Allí se juntan no solo los chicos sino también los adultos mayores.
“Incluso conformamos la red de bibliotecas de Alberdi y todos los sábados participamos de actividades en la plaza Elvira Ceballos para promover la lectura”, marcó Melian.
De este modo, estudiantes de las escuelas del barrio “se prenden” con las diversas acciones. “Además, queremos que los libros vayan a la escuela con la ‘mochila viajera’. Es un proyecto que tenemos pensado hacer en este segundo cuatrimestre para que estén una semana o dos y usen los libros”, agregó.
También hay un proyecto para realizar una investigación de biografías de personalidades que están enterradas o figuran con sus nombres en el cementerio. “Las familias son quienes aportan las bibliografías. Por ejemplo, el caso de José Allio, arquitecto y escultor cordobés, quien hizo monumentos conmemorativos como el del general José María Paz. La bisnieta me dijo que solo está el nombre en el panteón pero no sus restos que están en Perú”, dijo.
Ese material estará en la biblioteca online para quienes deseen y quieran saber más de la temática de las personas que están enterradas en el cementerio. “Trataremos de rescatar no solo de aquellas personalidades conocidas sino también de quienes no lo son tanto”, destacó.
Dentro de los proyectos, también se incluye una hemeroteca, “lo ideal es que la biblioteca siga creciendo no solo con material bibliográfico sino también con el espacio físico”.
Y ya piensa convertirse en un modelo para otros cementerios. Que se expanda y conformar una red de bibliotecas con esta modalidad. Mientras tanto, espera al público y a estudiantes de lunes a viernes de 8 a 15 horas en el cementerio.
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