Un subcomisario intentó detener una fiesta clandestina y lo asesinaron de un palazo en la cabeza
Un subcomisario salteño murió este sábado por la madrugada después de estar 24 horas en terapia intensiva. Manuel Alberto Pistán, de 43 años y padre de cinco hijos, recibió un palazo en la cabeza cuando intentó detener una batalla campal entre jóvenes borrachos en la localidad de El Galpón, en el marco de una fiesta clandestina.
Según informó El Tribuno, Pistán y su compañero, el subayudante César Rodríguez, fueron sorprendidos y atacados con una pala por dos sospechosos, identificados como Nahir y Cristian Puntano, hermanos de 21 y 25 años. Los Puntano intentaron escapar de la escena del crimen, pero fueron capturados a siete kilómetros del lugar.
Pistán ingresó en el hospital de El Galpón con un traumatismo encéfalocraneano grave. Minutos después, los profesionales de la salud decidieron trasladarlo de urgencia hacia el nosocomio San Bernardo, en Salta capital. La ambulancia debió detenerse en el centro de salud de General Güemes, debido a que el subcomisario se descompensó durante el camino.
Durante la jornada del sábado, el pronóstico de Pistán era poco optimista: el oficial tenía muerte cerebral. En horas de la tarde se confirmó su fallecimiento.
Sospechosos
Cristian y Nahir Puntano serían los propietarios de la vivienda donde se realizó la fiesta clandestina. El juez de Garantías local determinó la detención de los hermanos, que habrían atacado a Pistán poco antes de las 2 de la madrugada.
El reporte policial afirma que los Puntano fueron detenidos en finca Misión. Ambos estaban mojados, ya que “cruzaron un río para seguir con su fuga”.
Adriana Herrera, subjefa de la Policía de Salta, dijo al periódico local que tuvo una charla con la madre de los hermanos Puntano: “Nos dijo que ellos sabían que se habían mandado una macana grande, que tenían miedo de lo que habían hecho y se querían quitar la vida. Tenía miedo de que el personal policial golpeara a sus hijos, porque entendía que estaban molestos”.
Muchos galponenses se manifestaron sorprendidos por la escasez de las fuerzas policiales que acudieron a la batalla campal que se produjo en la fiesta clandestina: sólo dos oficiales contra varias decenas de jóvenes. Los compañeros de Pistán comentaron que los asistentes, visiblemente alcoholizados, “salían con palos y algunos con machetes”.
Desde la Jefatura de Policía manifestaron el pésame a los familiares de Pistán. “Con 19 años de servicio en la Institución cumplió funciones en diferentes dependencias policiales tales como Brigada de Investigaciones, Comisaria Primera, Dirección de Seguridad Urbana, Dirección Seguridad Vial, Sector N° 6, entre otras”, señalaron en un comunicado.
Donación
El cuerpo de Manuel Pistán tuvo un velatorio íntimo en la Jefatura de la Policía. Antes, los médicos procedieron a la ablación de órganos del oficial fallecido.
Según fuentes médicas, a Pistán le extrajeron los dos riñones, el hígado y las dos córneas. Los riñones y córneas permanecieron en Salta, mientras que el hígado será trasplantado en Córdoba.
“No tenemos más que agradecer a la familia del donante por semejante gesto a pesar del dolor y consternación de haber perdido al sostén del hogar”, dijo el doctor Facundo Humacata, director de Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante (Incucai) de Salta.
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