Un ejemplo de iniciativa escolar
La educación escolar es el principal punto de partida para la formación y el desarrollo de la niñez, entendida desde el conocimiento, la sociabilización y la evolución de ideas en conjunto con los cuerpos docentes.
Hay sobrados ejemplos de historias nacidas en las aulas que se convirtieron en proyectos merecedores de distinciones por su compromiso con la comunidad, entre otras motivaciones. Son aportes valiosos, en tanto nos ponen ante el desafío de lo que debe ser la educación, pese a los tiempos complejos que se viven y a la retirada a toda marcha del Estado nacional de sus obligaciones respecto de la educación pública.
Pero las buenas acciones emprendidas por chicos y chicas en edad escolar siempre estarán presentes y vale ponderarlas. Por ello, habrá que poner en un primer plano el trabajo de características robóticas denominado “Agua Bit, un proyecto para salvar vidas”, impulsado por alumnos de sexto grado de la escuela municipal Justo Páez Molina, de la ciudad de Córdoba.
Como informamos días atrás, se trata de un dispositivo que mide el nivel de agua en zonas inundables y por el cual se envían señales de alerta a automovilistas y a transeúntes. Una excelente propuesta, a tono con el nivel de anegamiento de calles que se produce en ciudades y en pueblos tras los copiosos chaparrones.
Explican que, en la ciudad capital, Agua Bit funcionaría con un sistema de cámaras y de sensores que se colocarían en los postes ubicados en las calles de las zonas más inundables. El dispositivo detecta si hay anegamientos y envía la información en tiempo real mediante una aplicación en los teléfonos celulares que deberán descargar los automovilistas. Asimismo, indica rutas alternativas seguras para transitar.
Otro aspecto relevante del proyecto robótico radica en que fue seleccionado para representar a la Argentina en el concurso internacional de robótica y programación Los Creadores, que se realizará en Chile y en el que competirán Perú y Colombia, además del país anfitrión y de nuestros alumnos de la escuela Gobernador Justo Páez Molina.
Mientras los estudiantes y el profesor Sergio Cesano Risso esperan el día del viaje al país trasandino, el prototipo Agua Bit se está poniendo a punto.
“El objetivo era pensar problemáticas que afectaran a la comunidad, y en posibles soluciones”, afirmó el docente Risso. Una muestra cabal del sentido solidario de la enseñanza en todos los niveles.
A no dudar, un ejemplo de lo que debería ser la educación: entusiasmar a los chicos para que aprendan y se comprometan con el conocimiento que progresa a ritmos impetuosos en el mundo.
“No sabemos dónde puede terminar el proyecto, pero ojalá que sea útil para los vecinos de la ciudad”, manifestaron con orgullo los protagonistas.
Todo suma al avance educativo, una asignatura que, sin embargo, en no pocas comunidades sigue pendiente en función de las traumáticas situaciones que deben afrontar alumnos y docentes. Y, como se dijo, por un Estado nacional cada vez más distante.
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