Un domingo de Gloria: el detrás de escena en la goleada de Instituto
“Oh, es puro tiki-tiki, es el equipo de Miliki”. Con esa canción la hinchada de Instituto despidió a su equipo tras la goleada de ayer en casa por 3 a 0 ante Riestra. Porque ni el más optimista de todos se hubiera imaginado un triunfo así luego de un complicado presente que incluyó el despido del entrenador Pedro Troglio.
Pero el fútbol tiene estas cosas: la Gloria se levantó rápido y le hizo un regalazo a su hinchada. Que rápido dejó de mirar la tabla del descenso (esa que nadie nunca quiere ver) para empezar a sacar cuentas sobre el sueño latente de meterse entre los ocho del grupo que jugará playoffs en el Apertura de la Liga Profesional.
Comandado por la dupla interina que conforman Daniel Jiménez y Bruno Martelotto, ayer el Albirrojo se sacó de encima a un rival complicado pero que no fue ni la sombra de lo que venía mostrando en el campeonato. Para graficar la situación, hay que remarcar que a Riestra le habían hecho cuatro goles en todo el año: y se fue de Alta Córdoba con tres en el bolso.
Así, Instituto logró reencontrarse con la victoria ante un rival de fuste mientras espera por la llegada de Daniel Oldrá, el nuevo entrenador que eligió la dirigencia.
¿Fue una máquina el equipo de la dupla? No. Pero mostró otra actitud y aprovechó al máximo todos los errores del rival tras un primer tiempo en el que casi no había podido romper el cerrojo defensivo que previsiblemente planteó Riestra.
Ya de arranque el Malevo intentó rodear bien a su arquero “Nacho” Arce y no se preocupó mucho por meter mucha gente en campo rival.
Así, a la Gloria le costó entrar y cuando pudo lastimar falló en dos ocasiones clarísimas: la primera chance la tuvo Matías Godoy, que no logró apuntarle al arco en un mano a mano en el cual muchos ya estaban listos para gritar el gol.
Y luego falló Luca Klimowicz, que también sin marca disparó por arriba del travesaño. Todos se agarraron la cabeza. En un partido con pocos espacios y muy trabado, desperdiciar posibilidades así podía costar muy caro.
Por su parte Riestra no hizo casi nada para merecer algo más: Roffo fue un espectador de lujo en el primer tiempo y la única chance de riesgo llegó con un remate que Alarcón logró interceptar a tiempo.
Se abrió el arco
Todo aquello que Instituto no pudo capitalizar en la primera etapa, lo hizo en la segunda. A la Gloria el partido se le abrió apenas se inició el complemento con un hermoso remate de Lodico de larga distancia. “El Gato” pateó con precisión en un gol casi calcado al que Roberto Bochi le marcó a Defensores de Belgrano en la semifinal previa al ascenso a Primera.
A partir de allí el equipo de la dupla tomó confianza y Riestra fue pura confusión. El visitante se quedó con 10 por la doble amarilla de Miño y en la jugada siguiente el arquero Arce emuló el blooper que alguna vez protagonizó René Higuita en un Mundial.
El ex Instituto intentó salir jugando hasta cerca de la mitad de la cancha y perdió la pelota ante Lázaro: Lodico aprovechó el regaló y remató de lejos para poner el 2-0. Partido liquidado cuando todavía faltaba un montón.
Lo que vino después le sirvió a la Gloria para recuperar confianza y florearse ante su gente. Hacía ya varios partidos que los hinchas no llegaban al final de un encuentro tranquilos.
Sobre el cierre, llegó el 3-0 para decorar un resultado que a todo el Mundo Instituto le devolvió la alegría. Y la confianza en que esta temporada pueda darle más sonrisas. Ahora, de la mano de un Oldrá, quien buscará emular en Alta Córdoba todo lo bueno que hizo en tierras mendocinas.
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