Un asado como Caballo de Troya: “los Bros” ganaron una cena, pero perdieron el mayor beneficio
Este martes en Gran Hermano, Nicolás atendió el teléfono rojo y se ganó un beneficio: podía llevar a tres compañeros al SUM, comer un asado y hacer complot sin problemas. Lo que el joven no sabía era que, quienes se quedaban en la casa, podían ver todo lo que hablan por televisión en vivo y en directo.
Luego de la prueba del líder (que finalmente la ganó Bautista), sonó el teléfono rojo y lo atendió Nicolás. “Te ganaste un asado para vos y dos jugadores o jugadoras más. Y además, lo que pase ahí no será contado como un complot”, aseguró Santiago del Moro, a la vez que le indicó que podrá subir a alguien a placa.
Sin titubear, el participante se llevó a Martín y a Bautista (y también a Arturo) para el SUM y juntos discutieron sus próximas estrategias de cara a la gala de eliminación del domingo. Sin embargo, lo que parecía ser un muy buen beneficio, se terminó convirtiendo en un Caballo de Troya.
Minutos más tarde, el conductor volvió a la casa y habló con el resto de la casa para indicarles que ellos habían ganado también un asado, con la posibilidad de ver y escuchar lo que decían los chicos en privado. “Ellos no tienen idea de que ustedes los están viendo”, sentenció del Moro.
De esta manera, “Furia”, Virginia, Emmanuel, “Manzana”, Zoe, Darío, Mauro y Florencia se llevaron el beneficio más grande de todos y decidieron no contárselo a “los Bros”.
Cuando la cena terminó, Nicolás volvió con sus amigos al living de la casa y subió a Darío a la placa. “Te agradezco de corazón… Hoy rezo por vos. No esperaba que me subieran a placa”, exclamó el hombre, con ironía y un tanto de actuación. “Darío quedó re caliente”, aseguró el conductor en diálogo con los panelistas.
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