La Voz del Interior @lavozcomar: Ulises Ortegoza, el debut de selección de aquel pibe que no tuvo inferiores

Ulises Ortegoza, el debut de selección de aquel pibe que no tuvo inferiores

Titulares, en letra de molde, se apiñan uno tras otro, después de la goleada sufrida por la selección de Chile a manos de Colombia después de 10° fecha de eliminatorias. Los medios trasandinos, calificaron como una ‘misión imposible’ clasificar a la Copa Mundial de 2026.

Los goles de Davinson Sánchez, Luis Díaz, Jhon Durán y Luis Sinisterra recibidos hirieron en todo sentido a Chile, que es último de la tabla con apenas cinco puntos de 30 posibles. Ni hablar de la continuidad de Ricardo Gareca, que tuvo que decir que no tomaba decisiones “en caliente”.

Sin embargo, para Ulises Diego Ortegoza, la noche del 15 de octubre tuvo otro significado. Esos 10 minutos que jugó, y en los que logró sacar un tiro al arco, en medio de un partido perdido, le alcanzaron para decir al cielo: “Promesa cumplida”.

Tal como lo hizo cuando debutó y convirtió en Los Andes, igual que en Gimnasia de Mendoza y cuando marcó por primera vez en Talleres, el club que lo compró. Desde donde saltó a jugar en la selección de Chile.

Disfrutó ahora, pero sufrió la previa. Un esguince de rodilla por un golpe de Marcos Rojo ante Boca lo sacó de un Talleres que era puntero de la Liga varias fechas antes de la Copa América a la que no pudo ir pese a haber sido preseleccionado con 55 jugadores más.

La vuelta fue lenta, pasó la gira en Rusia y tuvo que ir al banco.

Cuando se puso bien, ya se había ido Walter Ribonetto -el que lo hizo explotar- y llegó Alexander Medina. Vino la expulsión ante Rosario Central, la suspensión, el control positivo de alcoholemia…hasta que llegó la convocatoria de Gareca por lesión de un Suazo.

Todo pasó y fue feliz.

Cumplió con la promesa que le hizo a su abuelo, cuando le juró, a los 12 años, que iba a triunfar en el fútbol grande. Y se hizo un camino y una historia.

El albañil y su abuelo

El nacido en San Nicolás de los Arroyos, llegó al futbol “sin inferiores”. Él mismo le contó a La Voz que jugó en el barrio hasta los 18 años. Por plata, lechones o corderos. En los tiempos libres ya que era albañil y aprendió bien el oficio.

Eso fue hasta que Silvia Latoff, abogada y agente de futbolistas, le consiguió varias pruebas hasta que quedó en Los Andes de Lomas de Zamora. Quedó, al tiempo firmó su contrato profesional; llegó el pase a Gimnasia y su llegada a Talleres, la que debió forzar en 2022.

Parte de lo que le prometió a su abuelo paterno Basilio Ortegoza, quien hizo de padre y que murió cuando Ulises tenía 12 años. Épocas en las que estaba en Rosario Central y soñaba con un futuro ahí. Delante del ataúd, le prometió que iba a llegar al fútbol grande, de acuerdo a la nota de Ignacio Arámburu, de Súper Sport Nicoleño.

“El día del funeral del nono, envuelto en tristeza y con lágrimas en sus ojos, el niño Ulises le dejó su camiseta de Central en el féretro y le prometió que algún día iba a llegar al fútbol grande de la Argentina”, escribió el periodista.

Sin embargo, no hubo caso. El pequeño Ortegoza dejó de jugar. Por varios años jugó en la calle, en el baby y hasta en un club llamado Talleres de Villa Constitución.

“Seis años más tarde, Ulises retomó la práctica de la redonda en Talleres de Villa Constitución, donde comenzó a exhibir su brillo. Luego, descolló en el Argentino Oeste subcampeón del Apertura 2017 (en la final falló el último penal que le dio el título a Belgrano) y después desfiló su talento por General Rojo, hasta que en su camino apareció la nicoleña Silvia Latoff, asesora de agentes de futbolistas, y se lo llevó de San Nicolás”, comentó Aramburu.

“Emigró con sus bolsos repletos de ilusiones Buenos Aires. Se probó en Ferro, gustó pero le dieron vueltas. También se lució en Defensores del Bajo Belgrano aunque no le consiguieron vivienda. Finalmente recaló en Los Andes de Lomas de Zamora”, consignó el periodista.

Cuando marcó su primer gol en Los Andes, festejó levantando los brazos al cielo simbolizando “la promesa cumplida”.

Lo mismo que hizo cuando marcó el golazo ante River en 2022, el único que tiene en Talleres.

En Talleres empezaron a seguirlo y como su mamá, la que lo tuvo a los quince años, tenía residencia chilena, todo se allanó.

Debutó con Caixinha, fue “el jugador más desequilibrante”, según la definición de Javier Gandolfi, en su Talleres versión 2023 y en 2024, fue un “relojito”.

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