Turismo en Córdoba: enero dejó algo más que lo que la mayoría esperaba
“Es una temporada apenas moderada. Pero si la comparamos con aquella impresión que teníamos en noviembre, de que quizá no habría temporada, da para estar bien conformes”, resumió un hotelero de Mina Clavero.
Una recorrida de opiniones sobre el balance del turismo en enero para Córdoba ofrece múltiples matices. Pero asoma como impresión dominante que el verano 2021 presenta menos actividad y, sobre todo, menos ocupación de alojamiento, que los anteriores. Pero, a la vez, resulta bastante más que lo que la mayoría imaginaba en noviembre pasado, cuando muchos pensaban que no habría turismo.
Fue en noviembre cuando un informe de este diario se preguntaba, por caso, si era realista imaginar una temporada abierta en plena pandemia en las Sierras. Y está pasando.
Medida en expectativas, la temporada pinta para buena. Medida en números, deja incertidumbres, en algunos sectores más que en otros.
Parece claro ya que la hotelería es la que más complicada la viene pasando, mientras que otros rubros (cabañas, casas en alquiler, gastronomía) registran un mejor resultado.
Hay localidades que mostraron en enero un alto nivel de ocupación, con picos de más del 90% y promedios por encima del 80%. Ocurre, por ejemplo, con La Cumbrecita y con San Javier, destinos con un perfil más “aislado y natural”, apuntado a visitantes de mayor poder de gasto, y que capitalizan mejor a los argentinos que no se fueron al exterior. Pero la capacidad de alojamiento de esos pueblos es mínima, comparada con el volumen total o con el de las ciudades de mayor infraestructura.
Carlos Paz suma casi 40 mil de las 155 mil plazas en hoteles y cabañas de Córdoba. Y, si agrega casas y departamentos, mucho de ellos en el mercado informal, adiciona (aunque, por informal, nadie conoce la cifra) unas 50 mil camas más.
El 10% ocupado en Carlos Paz representa el 100% de varias localidades chicas juntas. De hecho, esa ciudad sigue siendo el destino que, en cantidad neta, más visitantes recibe (también este verano), seguido por Santa Rosa y por Mina Clavero.
Es en Carlos Paz, y en el Valle de Punilla en general, donde más se perciben las dificultades del sector hotelero. Haciendo cuentas, varios hoteles prefirieron seguir cerrados y unos cuantos habilitaron la mitad de su capacidad. Y la mayoría de los complejos sindicales, numerosos en esa zona, no abrieron. Esas situaciones han pegado más en Punilla que en Calamuchita y en Traslasierra, donde las cabañas dominan la oferta.
Para febrero, asoman tres impresiones. Una es que la primera quincena será similar, aunque algo más baja, que el promedio de enero (como es habitual). Otra, que la segunda parte será ya más floja, con el inicio de clases anticipado. Y, entre medio, resalta el “finde” extralargo de Carnaval, que marcará el pico de toda la temporada: del 13 al 16, por los dos feriados, serán los únicos días de este verano con chance de llenar la capacidad de alojamiento disponible. De hecho, hay varias localidades que ya tienen casi todo reservado para esos días.
Por Punilla
En Carlos Paz, los números oficiales de la Secretaría de Turismo plantean que la ocupación, sin medir su amplio mercado informal, rozó el 50% en el promedio de enero y que el mejor fin de semana superó el 60%. “Hemos tenido un buen enero y hay buenas perspectivas para febrero. Estamos conformes”, marcó el secretario de Turismo, Sebastián Boldrini.
En La Falda, el municipio informó una ocupación media del 52%, con un pico del 70% en el tercer “finde” del mes. “Si bien no podemos comparar con otras temporadas, comenzamos enero con una baja ocupación para lo que estábamos acostumbrados y luego repuntó”, dijo la secretaria de Turismo, Luciana Pachá. “Sabemos que no es una situación ideal, pero lo importante fue que se comience a mover la rueda después de tantos meses de cierre”, acotó.
En la misma región, Huerta Grande reportó una ocupación promedio del 60% de su capacidad y Villa Giardino la ubicó en el 70%.
Desde La Cumbre, el intendente Pablo Alicio sostuvo que la ocupación rozó el 82%, con picos del 90 los fines de semana. “Son buenos números para la situación que estamos viviendo”, expresó.
Fabricio Díaz, intendente de Capilla del Monte, aseveró que enero superó las expectativas. “Sobre nuestras 3.200 plazas, la ocupación superó el 60% en días de semana y llegó hasta el 90% los fines de semana”, remarcó.
Por Calamuchita
Calamuchita cierra enero con una sensación, en general, positiva.
“Tuvimos muy buen nivel de ocupación, cerramos enero con un 78% promedio”, graficó Gabriela Cachayu, secretaria de Turismo de Villa General Belgrano. La mujer valoró haber rozado el 80%, cuando las expectativas, apenas meses atrás, eran “poder reabrir y alcanzar el 50%”. También destacó un buen nivel de gasto en el sector gastronómico.
En Villa General Belgrano detallan que, entre cierres y nuevas aperturas, su oferta de alojamiento se mantuvo en unas seis mil plazas y que este enero estuvo unos siete puntos por debajo del anterior, sin pandemia. “Después de nueve meses de estar cerrados, todo resulta insuficiente. Pero todos los negocios han tenido buena afluencia”, valoró Cachayu.
Para febrero, las reservas alcanzan al 65% en la primera quincena, al 36% para la segunda y trepan a un pico del 78% para el “finde” de Carnaval.
En Santa Rosa de Calamuchita (con 16 mil plazas disponibles), la ocupación en enero alcanzó el 87%, según Cintia Costa, su secretaria de Turismo. “Respecto del año pasado, son cuatro puntos menos, pero la de 2020 fue una de las mejores temporadas de la década. Ahora, con pandemia, son buenos números”, apuntó. Y remarcó que este verano tienen más demanda las cabañas y las casas que los hoteles.
“Enero fue positivo, nos mantuvimos casi al 100% de ocupación, y la primera quincena de febrero está reservada en su totalidad, incluido Carnaval”, detalló Virginia Medina, directora de Turismo de la pequeña Villa Ciudad Parque.
Por Traslasierra
En el Valle de Traslasierra, enero fue considerado bueno y febrero se percibe por ahora con optimismo.
Ariel Panella, secretario de Turismo de Mina Clavero, resumió un panorama del primer del año: “La ocupación promedio fue del 72%, con un pico de ocupación total el sábado 23; en general la gente buscó más cabañas y hoteles categorizados, retirados del centro, y se notó este verano el predominio de cordobeses entre los visitantes. El gasto fue regular, partiendo desde los 2.500 pesos como el mínimo diario por persona, en todo concepto”.
Según Panella, se vieron algo más restringidos como destino de los gastos los rubros ligados al esparcimiento y a la venta de recuerdos.
“Dentro de todo, enero ha sido aceptable. Yo tuve una ocupación del 80%, menor que la del enero anterior, que fue de un 97%. Además, hubo menos rentabilidad, porque los costos aumentaron mucho más que las tarifas. Pero hemos trabajado, que era lo importante ahora”, plantea Adrián Maitino, hotelero de Mina Clavero.
El empresario afirmó que en la primera semana de enero las versiones sobre una probable interrupción de la temporada, por el avance de la pandemia, hicieron que se cancelaran reservas y se redujeran consultas.
Mariano Ceballos, intendente de Nono, se mostró también conforme: “Enero nos sorprendió gratamente, tuvimos un 90% de ocupación promedio en las distintas modalidades, teniendo en cuenta que los campings no se habilitaron este verano”. Y completó: “Sabíamos que nuestro valle, por sus características y amplitud, iba a ser buscado por la gente, pero no calculamos que tanto”.
Desde el sur del valle, Leonardo Rodríguez, titular municipal de Turismo de San Javier-Yacanto, afirmó: “Es muy loco lo que pasó por aquí, porque tuvimos una ocupación mejor que la del año pasado, que había sido ya un buen enero. Este verano fue superior al 95% y el gasto por turista resultó superior al del año pasado. Y febrero se ve similar”. Esa región de Traslasierra es la que registra el mayor crecimiento turístico en la provincia en los últimos tres años, y con un perfil más ligado al visitante de mayor poder de gasto.
Informe con aportes de los corresponsales Carina Mongi, Fernando Agüero y Miguel Ortiz.
La Costa y Córdoba, los más visitados del país
Según el Ministerio de Turismo y Deportes de la Nación, más de ocho millones de personas se movilizaron entre diciembre y enero por el país con fines turísticos. Se insiste en que es un buen número, para el actual contexto, aunque está por debajo del registro de temporadas anteriores. Aunque la gente de mejor poder de gasto eligió este verano en mayor medida los destinos nacionales y no vacacionar en el exterior (por la pandemia y por la cuestión cambiaria), otros sectores de clase media baja directamente no salieron o redujeron al máximo sus salidas de turismo por la situación económica que atraviesan. Y ese sector social, en números, suma más gente que aquellos de alto poder adquisitivo.
Según la Nación, Córdoba fue este enero el segundo destino nacional después de la costa bonaerense, como ocurre cada verano, desde hace décadas. Entre ambos, concentran el 60% de los turistas.
Los porcentajes de ocupación: números siempre relativos
“La temporada viene superando las expectativas que teníamos”, subrayó Esteban Avilés, presidente de la Agencia Córdoba Turismo y exintendente de Villa Carlos Paz.
“Pero no se puede comparar con otras anteriores, porque la pandemia varió todo. En líneas comparativas con el país, e incluso con lo que ha pasado en el mundo, Córdoba puede mostrar un saldo positivo con su verano”, planteó el funcionario, tras “destacar el esfuerzo del sector privado y del público para asegurar que Córdoba tuviera temporada, adaptada a los desafíos de la pandemia”.
Avilés dijo que esta semana la Provincia tendrá números más precisos del promedio de ocupación de enero, que los municipios están relevando. Pero anticipó que en los fines de semana se registraron promedios del 70% a más del 90%, aunque de lunes a jueves ese nivel bajaba.
Ejemplificó que Carlos Paz tendría una media del 57%, Santa Rosa del 74%, Villa General Belgrano del 75%, Embalse del 78%, La Cumbre en torno al 79% y Capilla del Monte sobre el 68%, al igual que Mina Clavero.
Avilés advirtió sobre las comparaciones. “Punilla tiene el 45% de la oferta de alojamiento de toda la provincia. Entonces, un punto más de ocupación en Carlos Paz, por ejemplo, puede que represente varias veces el total de plazas de algún pueblo chico”, citó, como argumento para evitar comparaciones entre zonas y entre temporadas diferentes.
Los datos oficiales sobre pernoctaciones marcarían para enero un promedio de cuatro noches en hotelería y de 5,5 en cabañas.
Avilés admitió situaciones de conflicto en “unos pocos balnearios” por aglomeraciones en pandemia, pero apuntó que “se pudieron reordenar esos sectores con concentraciones de gente, que ya no se ven”.
Las cámaras hoteleras
Alejandro Moroni es uno de los hoteleros de Carlos Paz que este verano eligieron no reabrir. El representante por Córdoba en la Federación Hotelera y Gastronómica de Argentina (Fehgra) opinó que “la primera quincena de enero fue floja, en general, ante las dudas sobre protocolos y permisos. La segunda mejoró, pero con mucha diferencia de los fines de semana, que tuvieron un 50% más de ocupación que de lunes a jueves”. Según su estimación, la ocupación promedio en Córdoba podría rondar el 45% en enero. “Pero para evaluar ese número hay que saber que hay menos alojamiento disponible que años atrás, porque no todos los hoteles abrieron y la mayoría de las colonias sindicales siguen cerradas. En ese marco, comparar con otros veranos lleva a errores”.
Moroni apuntó que a la hotelería le va peor que a la gastronomía “porque hay más gente paseando por el día que pernoctando”. E insistió en que la oferta “informal e ilegal” de casas y de departamentos complicó más que nunca a los hoteles.
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