Tiene parálisis cerebral y es referí en los torneos de la Asociación Cordobesa: la historia de Nazareno Céliz
Tiene la sonrisa ancha y contagiosa, mira el presente con optimismo y agradece con profundo sentimiento cada oportunidad de superación. Quien no conozca la historia de Nazareno Carrasco Céliz, podría intuir que detrás de este belvillense de 22 años, que acaba de debutar como árbitro de la Asociación Cordobesa de Básquetbol, la vida se le ha ofrecido en un camino de rosas.
Sin embargo, la realidad es que en el tránsito de su existencia, “Naza” ha tenido que sortear adversidades enormes, pesadas, pero insuficientes para doblegar su espíritu combativo.
Afectado de una parálisis cerebral que le reduce el potencial motriz del cuerpo y del habla, el 6 de mayo pasado, en dupla con su compañero y amigo Rubén Sueldo, se estrenó dirigiendo a Rieles Argentinos y Las Palmas, en partido del torneo local, convirtiéndose así en el primer juez de capacidades diferentes en arbitrar oficialmente en la ACBB. Era un logro perseguido desde su infancia, cuando soñaba con ser como Diego Bisoni, un árbitro de Leones que fue su referente.
Su desempeño fue impecable, tanto como su figura, moldeada a fuerza de sacrificio, con gimnasia y fisioterapia, para conseguir estar a la altura de la responsabilidad. Claro que para ello, es clave el pilar familiar en el que se apoya Nazareno.
“Mi padre (Walter Carrasco) era jugador y es director técnico. Con él le tomé el gusto a este deporte a pesar de ser de Bell Ville, capital mundial de la pelota de fútbol”, explica el joven. Su madre, Andrea, fue medicada incorrectamente durante su embarazo, una cuestión que derivó en las secuelas de Nazareno. “A mi mamá le debo estar aquí de pie. Ella hizo todo lo imaginable para que yo pueda salir adelante en la vida. Le debo todo y hoy me muevo por mis propios medios y soy independiente”, reconoce emocionado.
A los 10 años se acercó a la cancha de básquet del Club Bell, pero a pesar de que su condición física nunca le permitió ser jugador, canalizó en este deporte su espíritu inquieto.
“El básquet y el arbitraje son mi pasión –explica–. Sé que tengo muchos escalones por recorrer y aspirar a ascender a competencias superiores. Pero a mí no me preocupa llegar tan alto, porque mi meta a través de arbitraje es educar en el deporte. Claro que me encantaría llegar a la Liga Nacional, pero más me apasiona el poder enseñar. Y hay que hacerlo con paciencia, porque todos somos humanos, nos equivocamos y confundimos.
Entre golpes y enseñanzas
En 2019, Nazareno recibió su título secundario en el Ipem 290 de Bell Ville y a partir de entonces alterna el arbitraje con su trabajo como gestor de trámites en esa ciudad y la capital cordobesa. De padres separados, vive con su madre y su hermano mayor Juan Cruz. Durante la pandemia, el destino le propinó otro duro golpe: la muerte de su novia, Daiana Campos, de 19 años, víctima de covid.
“Fue una chica muy importante para mi vida. Me puse mal, no sabía para dónde disparar. Tenía una dificultad más agravada que la mía, se manejaba en silla de ruedas y era una chica muy buena. La voy a extrañar toda mi vida, aunque si bien no la tengo físicamente, vive en mi corazón”, dice emocionado.
A fuerza de golpes, Nazareno se hizo fuerte y salió adelante luchando ante la adversidad día a día. “Invito a la sociedad a que no juzguen a una persona por su discapacidad, porque todos somos humanos. Más bien les pido que se fijen en su propia vida”, reclamó.
–¿Qué esperás del básquet?
–Mi aspiración es trabajar en algún club para chicos con discapacidad en básquet adaptado. Me gustaría contar con un espacio en Bell Ville o donde sea. Quiero enseñar, quiero dejarles a los chicos un mensaje distinto a los que existen, donde le imponen la meta de ganar en vez de la de disfrutar el deporte. Mientras dirijo, trato de explicarles a los chicos que la meta de ganar sí o sí, no les sirve de nada, que lo importante es disfrutar. Los jueces tenemos la obligación de enseñar y educar.
Nadie puede aventurar si Nazareno hará historia en el arbitraje cordobés. Recién está dando sus primeros pasos, sin mayores pretensiones pero con un compromiso enorme. Su silbato suena con autoridad y energía para detener una jugada. Y también para ganarle a la adversidad.
El video de La Voz con la actuación de Nazareno Céliz
https://www.lavoz.com.ar/deportes/basquet/tiene-paralisis-cerebral-y-es-referi-en-los-torneos-de-la-asociacion-cordobesa-la-historia-de-nazareno-celiz/
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