La Voz del Interior @lavozcomar: Talleres e Instituto: primer round perdido

Talleres e Instituto: primer round perdido

Gusto a nada le quedó a los hinchas de Instituto y de Talleres después de ver a sus equipos en sus debuts en la Copa de la Liga. La Gloria lució insulso, poco agresivo, con serios problemas para trasladar el balón y con una evidente falta de decisión para presionar a un equipo recién ascendido, lo que lo llevó a resignar dos puntos que, en su situación, siempre son más que bienvenidos.

Llamó la atención cómo su estructura se dejó atrapar por el entramado rústico y lleno de mañas de Deportivo Riestra, acostumbrado a transformar en nada sus infracciones y a maximizar en gestos y en pérdidas de tiempo las que recibe, una constante que lo llevó al ascenso, ayudado muchas veces por la ingenuidad de sus rivales y otras por la permisividad de los árbitros.

La expulsión de Gregorio Rodríguez le impidió jugar más de medio partido en igualdad de condiciones. No obstante, en ese lapso, tuvo un poco más de conexión entre sus hombres, dentro de los cuales Gastón Lodico volvió a mostrarse como su jugador más lúcido, algo que sucedió demasiado en cuentagotas.

Las consecuencias de esas carencias se plasmaron en ataques frustrados desde su comienzo. Muy pocas veces Instituto pasó la mitad de cancha insinuando peligro. En ese sentido, cabe esta pregunta: ¿no mejoraría el juego y aumentaría las expectativas de peligro si Lodico y Silvio Romero, sus hombres más dotados técnicamente, jugaran más cerca uno de otro y buscaran más conectividad?

Cabe lo mismo preguntar en Talleres a partir de las características de Rubén Botta, aunque la falta de respuesta surgiría por la ausencia de un interlocutor como para que el ex-Colón pueda armar juego de tres cuartos de cancha hacia adelante.

Talleres, con los de siempre y con los recién llegados, actuó a veces como un grupo de perfectos desconocidos, sembrando lógica por el corto periodo de preparación conjunta. Sobre ese escenario, surgen interrogantes: ¿un equipo no aceitado puede intentar salir jugando desde su área chica a través de su arquero y sus dos zagueros centrales? ¿No bastó ver los sustos que pasó Herrera y toda la multitud en el Kempes por esa increíble y temeraria intención de construir jugadas desde el mismísimo arco propio? Y siguen las interpelaciones: ¿ya no forman parte de los matices tácticos poner la pelota rápido en la mitad de cancha, aun dividiendo la posesión del balón, pero eludiendo a su vez esas zozobras innecesarias?

En medio de un barullo que sólo tuvo claridad en el sector izquierdo cuando por pocos minutos, y en el primer tiempo, se unieron Blas Riveros, Ruben Botta y Ramón Sosa, en Talleres se recordó con añoranza a los ausentes y quedó en evidencia que hay mucho por mejorar, pero más por probar. El beneficio de Ribonetto es el de disponer de varias alternativas en distintos puestos. Pero esa abundancia aumenta su responsabilidad. Cuando el hincha menos piense en las virtudes de Rodrigo Villagra y Rodrigo Garro, más comprenderá que los refuerzos comenzarán a hacerse notar y que, como consecuencia, el equipo se empezará a afianzar.

Mientras tanto, Belgrano tiene la oportunidad de reivindicar hoy el fútbol de estas tierras. Estudiantes de La Plata es una buena oportunidad para que los Piratas puedan subrayar su lema escrito en el césped, en el que el perfil bajo y el esfuerzo colectivo le concedieron un 2023 con muchas satisfacciones.

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