Taffari Nadal, legado y futuro: “Tuve la música negada, ahora disfruto del proceso”
Sobran los ejemplos de hijos de músicos reconocidos que siguieron el camino de sus padres. La diferencia en muchos casos es cómo lo hicieron. Algunos comenzaron de muy pequeños, otros en la adolescencia.
También están los que fueron incorporados al proyecto de papá o mamá, en la mayoría de las veces como instrumentistas, lo que implica ganar una experiencia en escenarios o estudios que a cualquier otro músico joven le llevaría mucho más tiempo.
El caso de Taffari Nadal es muy particular, ya que a pesar de estar ligado a la música desde la cuna por ser hijo de Fidel Nadal, recién comenzó a meterse de lleno como algo propio recién pasados los 20. De chico lo suyo era el fútbol casi tiempo completo, jugando en las inferiores de Independiente de Avellaneda. Durante los primeros días del aislamiento por la pandemia, todo cambió.
“Como para la mayoría, fue un momento de encontrarse a uno mismo. Ahí me picó el bichito”, dirá Taffari en algún de la entrevista para explicar se click. Una noche escribió una letra y al otro día estaba grabando su primer single, Emoji de corazones, un tema en clave pop bien ganchero. El primer paso estaba dado.
Hoy en día, este joven de 22 años con rasgos afro como su padre y ojos celeste cielo disfruta del proceso sin la prisa que tal vez sí se puede ver en algunos artistas de su generación.
Eso sí, se tomó bien en serio esta cuestión de ser músico. Desde aquel single inicial publicado en febrero del año pasado, fue mostrando singles con diferentes producciones y estéticas. Con el último titulado Mal en el que incursiona por primera vez en el reguetón, ya son siete lanzamientos.
“Desde el primer tema hasta el último siento que hubo una evolución artística. Y eso también se refleja en la gente que me escucha. Me encanta recibir críticas constructivas y en general me dice que notan que cada vez voy para el lado de ser más yo mismo. Eso es lo más lindo que te pueden decir” apunta al ser consulta por este camino recorrido de poco más de un año y medio.
-Desde aquel debut hasta ahora, se nota un mayor trabajo en los arreglos y la producción. ¿Cómo fue ese proceso?
-Primero te vas soltando un poco y después te vas animando a hacer cosas que antes no. Estoy yendo a clases de canto y estoy trabajando notas que antes no me animaba, eso está bueno. Mejoré mucho la técnica y voy experimentando en el estudio. Cuando aprendo algo, trato de meterlo en el tema siguiente. Ahora tengo muchas ganas de salir a tocar como para foguearme, estar más cómodo en el escenario. Siento que hay un potencial que tengo que desarrollarlo. Es otro plan. Agarrar confianza es la clave.
-Si hay algo que caracterizó a tu viejo fue su amplitud en los estilos musicales. Comenzó con el punk, después fue para el reggae y también fue pionero del hip hop y de mezclar con la cumbia. En tu caso, se filtra una influencia del soul y R&B, mucho más melódico. ¿Cómo le ves?
-Al principio tenía algunos referentes musicales y después se fue ampliando el espectro. Siempre escuché rap y trap en inglés y comencé a combinarlo con lo melódico. Me llama mucho más la atención cuando escucho estos estilos jugando con melodías que cuando es todo más monótono. También me gusta mucho freestylear. Improviso muchas melodías en el estudio y después le voy metiendo las letras. Si hay una característica de mi viejo es que completa todos los renglones (hace la onomatopeya característica de Fidel). A mí me gusta jugar un poco así y después algo más cantadito. Poder mostrar cosas distintas, ser más versátil.
-Por ahora lo tuyo son los singles y el formato en vivo más solitario. ¿Te interesa el concepto disco y armar una banda? Te lo pregunto porque hay muchos artista de la nueva generación que no van por ese lado.
-Sí, hay algo que tengo pendiente es grabar un álbum. Por ahora voy sacando singles. En algún momento va a llegar porque me copa. Lo otro pendiente es armar la banda, porque por el momento estoy trabajando con sesionistas. Antes no estaba tan adentro del mundillo de la música, ahora estoy en contacto con muchos productores y músicos, así que ahí voy pensando cómo podría armar esa banda que me acompañe.
-Si llama la atención es que vas tranquilo, como midiendo cada paso. ¿Cómo lo llevás en estos tiempos de inmediatez absoluta?
-La ansiedad en que todos conozcan tu música se intensificó mucho en los últimos años con las redes. Al estar todo el tiempo mirando y consumiendo, esa inmediatez es muy fuerte y a veces uno quiere todo ya. Siempre me dan el mismo consejo, disfrutá el proceso. El momento va a llegar, pero si ahora no disfrutás de las cosas que te van pasando, sean buenas o malas, cuando tengas más visibilidad no vas a saber qué hacer.
El fútbol, la contra y la música
Taffari cuenta que en la adolescencia, el fútbol fue una de manera de rebelarse ante el mandato paterno. Aunque no había presión explícita, hubo que dejar pasar un tiempo. “No me quería meter con la música y me dediqué al fútbol un poco para hacerle como la contra a mi viejo, es cierto. Tenía la música negada, ahora disfruto el proceso. Pero lo cierto es que siempre sentí una afinidad muy fuerte con la música, cuando me ponía los auriculares me emocionaba mucho con algunas canciones y me quedaba haciendo la performance cantando como si fuera el artista. ‘Esto es raro’, me decía a mí mismo”, relata a modo de confesión.
La pandemia fue el quiebre definitivo. “Fue un momento de uno mismo. Ahí me di cuenta de todo y le empecé a meter con las canciones”, remata.
-¿Y cómo era la relación y el intercambio con tu viejo en ese entonces? ¿Te llevaba a los shows? ¿Cuánto te motivó con la música?
-Fui a algunos, tengo recuerdos de estar durmiendo ahí al costado. En algún momento dejé de ir para priorizar el colegio, imaginate que terminaban muy tarde. La realidad es que no me insistió nunca, de hecho siempre me dijo que no me deseaba la fama. Pensando sobre todo en las cosas malas. Pero si compartimos la escucha, siempre. Eso no es ni un recuerdo, pasó y sigue pasando. De hecho, en uno de los últimos temas hicimos un video en el que vamos juntos en el auto escuchando música. Así tal cual.
-¿Cómo surgió eso? Lejos de la fácil que era un feat juntos, solo aparece en el video.
-La idea era grabar un día normal mío y justo tenía clase de canto, peluquería. También me invitó mi abuela a comer con mi viejo. Así que le dije a Walter, el encargado del registro, que me siga todo el día. Por suerte salió bueno.
-Una característica clave en el mensaje de tu viejo siempre fue la reivindicación afro y esas letras contestatarias con las que marcó un estilo. ¿Qué ta pasa con ese legado? ¿Te ves en esa senda?
-Nosotros siempre orgullosos de lo que somos y también con mucho respeto. Así es mi manera de verlo y como lo voy llevando. En cuanto a las letras, creo que sin dudas cambiaron un poco los tiempos y la realidad es otra.
https://www.lavoz.com.ar/vos/musica/taffari-nadal-legado-y-futuro-tuve-la-musica-negada-ahora-disfruto-del-proceso/
Compartilo en Twitter
Compartilo en WhatsApp
Leer en https://www.lavoz.com.ar/vos/musica/taffari-nadal-legado-y-futuro-tuve-la-musica-negada-ahora-disfruto-del-proceso/