Slow deco: calma y energía positiva
A partir de la pandemia de Covid-19, la vivienda se transformó en el principal espacio de refugio y contención. Así, la decoración comenzó a tener mayor protagonismo y cada sector cobró interés no sólo por lo que mostraba, sino por lo que decía a través de sus muebles, colores y objetos.
En ese contexto, muchos movimientos del interiorismo se hicieron fuertes a partir de las filosofías de calma y buena energía que proponen. Uno de ellos es el slow deco, que tiene como principio fundamental el elogio de la lentitud.
¿Cómo aplicarlo en tu casa? Las que siguen son algunas claves que Tendencias aporta para conseguir ambientes que armonizan.
Orden
Es cierto que algunas personas necesitan cierta cantidad de desorden pero, en general, el orden contribuye a disminuir la velocidad.
Es simple, hay estrés cuando no se encuentran las cosas que debieran estar en su lugar”,
dicen sus cultores.
Objetos
Eliminar el exceso de piezas (lo que se conoce como ruido visual) reduce la inquietud, y además mejora la concentración. Si no hay caos, la mente descansa.
Así, un buen tip a considerar: es mejor que haya pocos elementos, que resulten agradables a la vista y que tengan algún significado particular.
Se sugiere tener objetos que inviten a contemplarlos, a detenerse en ellos. Ese hecho sencillo genera satisfacción y cambia el ritmo del día a día.
Materiales y colores
Los materiales naturales crean una sensación de sosiego en los ambientes, sobre todo si se aplica la regla del “menos es más”. Sobresalen géneros como el lino y el algodón, y se incorporan el mimbre y el ratán. No olvidar que la deco slow busca la sencillez, la armonía entre los espacios y el conjunto.
En los colores, se parece al estilo nórdico. La gama de blancos, beiges y la madera natural predominan. Tiene otro gran aliado: el azul, un color que transmite tranquilidad, relajación y empatía, por lo que armoniza con esta filosofía.
Libre de tecnología
Es recomendable procurar un ambiente que quede permanentemente libre de tecnología y pantallas. La idea es crear un sitio donde las personas pueden descansar y comunicarse con los demás sin temor, a interrupciones.
Hay muchas experiencias particulares que manifiestan que, si eso se cumple, disminuye la sensación de cansancio y mejora la concentración.
En cambio, si hay un celular visible seguro habrá alguien pendiente de él, con lo cual toda charla cae en un nivel superficial.
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