Sigue el rescate de la obra de Lucia Berlin, en libros y en el cine
Lucia Berlin murió el día de su cumpleaños número 68, el 12 de noviembre de 2004, en Marina del Rey (California). Asediada por el cáncer, por dolores de espalda y una artritis de manos y rodillas, había puesto en pausa un proyecto de novela imbuida de muchas de las peripecias traumáticas de su vida, que llevaba el nombre de Bienvenida a casa.
Durante años había estado prometiéndose que no iba a escribir nunca más.
Había nacido en 1936 en Juneau, la por entonces arcádica capital de Alaska, donde su padre trabajaba como ingeniero de minas. Siguiendo la profesión paterna, la familia se movería mucho.
En 1949 se radicaron en Santiago de Chile. Allí, Lucia se educó en un colegio superexclusivo y aprendió castellano, lengua que se infiltra con frecuencia en su literatura, al igual que las figuras de su hermana y su madre, una bebedora maltratadora y hundida tempranamente en la depresión.
La vida de la narradora estadounidense también fue una larga guerra con el alcoholismo. Casada por primera vez a los 17, tuvo cuatro hijos de tres maridos distintos. Entró y salió de centros de rehabilitación e hizo todo tipo de trabajos, como limpiar casas o arreglar jardines, dar clases de escritura en una cárcel, integrar un equipo de ayudantes de cirujanos en un hospital pediátrico o atender llamados en la central telefónica de un hospital.
Muchos de esos escenarios y de las personas que conoció ingresan, casi sin filtro, o mejor, intensificados por su escritura, a los cuentos que escribió.
Fama póstuma
Su fama, lo que se dice fama, fue un evento post mortem.
En 2020 se publicó en castellano una versión de Bienvenida a casa, libro que recoge textos autobiográficos, fotos y cartas de esta escritora que había permanecido largo tiempo en las sombras. Casi nadie la había detectado.
En 2016, el público hispanohablante pudo conocer su fulgurante Manual para mujeres de la limpieza (2011), una antología de cuentos que reveló a una narradora fuera de serie.
Desde entonces han llovido alabanzas más que justificadas sobre esa literatura en estado de ebullición, de una ternura y una inteligencia profundas, comparada con las obras de Anton Chéjov, Alice Munro, Lorrie Moore, incluso con el arquetipo del reviente Charles Bukowski.
El argentino Rodrigo Fresán arriesga que es mejor que Raymond Carver.
En 2019 apareció Una noche en el paraíso, más de 20 relatos escritos, como gran parte de su obra, a partir de sus experiencias.
Madre e hijo
A principios de 2024 apareció Una nueva vida, libro póstumo que se sumó a las operaciones de rescate pero que además es una herramienta para bucear en las profundidades de una existencia sacudida por la adicción, la crianza, la falta de dinero y de reconocimiento, los amoríos alocados, las resacas y las notas de suicidio que uno de sus hijos encontraba cada mañana.
El libro reúne 15 relatos que estaban inéditos en castellano, junto a artículos, ensayos y fragmentos de sus diarios que no se conocían. Se incluye “Manzanas”, su primer cuento.
Un detalle muy singular es que cada texto de esta edición, preparada por el hijo de la autora, Jeff Berlin, está acompañado por comentarios sobre las circunstancias vitales en que fue escrito.
Ese conocimiento de primera mano reverbera hacia la literatura que Berlin estaba queriendo fortalecer, tropezando, logrando algún hallazgo, abandonando. Hay versiones de cuentos que encontrarán otra resolución más adelante. Historias varias veces retomadas.
Son textos que permiten seguir el milagro de la “transustanciación de la vida en ficción”, como escribe la española Sara Mesa en el prólogo, pero también indagar una red de filamentos literarios que se conectan, en ocasiones al cabo de muchos años. “Suicidio”, por ejemplo, un relato que recuerda la muerte prematura de un novio de Lucia, es una especie de coda a su icónico “Manual de mujeres de la limpieza”.
La inmersión en la intimidad de esta escritora valiente, asombrosa, cautivante, se completa con un extenso apéndice biográfico preparado amorosamente por su hijo. Sin rencor, Jeff Berlin la describe con “una tendencia natural a tomar la peor decisión posible”.
Al cine
En 2022 se truncó la adaptación de Manual para mujeres de la limpieza que había anunciado Pedro Almodóvar. Iba a ser la primera película rodada en inglés por el realizador español.
Sin embargo, sigue en pie el proyecto de llevar sus historias al cine, con Cate Blanchett como productora y protagonista.
Mientras tanto, a 20 años de su muerte, el mejor homenaje posible es meterse a viajar por las páginas que llevan al corazón salvaje de Lucia.
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