Santo abril: el mes del horizonte turístico
Cuando viajamos, un momento clave es la aparición del horizonte.
No es un dato menor para quienes vivimos en una ciudad, puesto que la mayor parte de nuestros días transcurren entre paredes, parabrisas y pantallas.
Después de miles de generaciones frente al horizonte, nosotros, nacidos y criados en los siglos 20 y 21 nos deleitamos cuando la línea que dibuja los bordes del mundo nos encandila y nos indica que estamos en movimiento. Sentimos que la Tierra nos pertenece. En reciprocidad, le cultivamos habitando sus culturas.
La experiencia transformadora, reparadora e inclusive introspectiva del viaje, en Córdoba ciudad –y por supuesto provincia– tiene un componente de reciprocidad, dado que somos tan viajeros como importantes anfitriones.
Abril, Semana Santa mediante, es uno de los mejores momentos para sentirnos orgullosos de nuestra identidad. Grandes grupos de personas se trasladan, por razones de turismo laico o espiritual, desde y hacia Córdoba.
Esta pequeña temporada alta tiene lugar cuando la tonicidad del músculo turístico recupera su plena potencia luego de casi dos años de aislamiento. Este verano de 2022 batimos los registros de mayor ocupación en muchos años de turismo urbano. Ciertamente, con una retracción en la oferta de alojamiento debido al cierre permanente de algunos establecimientos, pero la ocupación estuvo técnicamente plena en diferentes momentos de febrero.
Semana Santa en Córdoba ciudad, y abril en general, prometen mucho. Su oferta hará foco en un conjunto amplio de propuestas, donde podemos destacar a nuestra historia como protagonista; a la gastronomía en su esplendor, y nuestro bohemio barrio Güemes con su nocturnidad apta para los bolsillos de un vaquero o un saco. También dirá presente el Mercado Norte, habituado a protagonizar una noche y 500 días por mes y, fundamentalmente, nuestro elevado patrimonio religioso.
El centro ofrecerá medio centenar de museos abiertos en un horario regular, mientras que las grandes iglesias de la ciudad cumplirán sus compromisos de fe, al mismo tiempo que –con generosa majestuosidad– abrazarán cálidamente a los visitantes.
Sólo a manera de ejemplo, los elencos municipales tienen prevista una ardua agenda de presentaciones, al igual que los museos dependientes de la Secretaría de Cultura, mientras que desde las direcciones de Turismo y Promoción se lanzó el Programa “tres mil razones para visitar Córdoba” con visitas guiadas, viajes en city tour y muchos otros beneficios.
Las supermanzanas serán protagonistas indiscutidas. Se destacará, también, la Manzana Jesuítica, puesto que después de una década, los feriados pascuales la encontrarán abierta a visitantes y a una programación exquisita cogestionada entre fundación Proarte, el colegio Monserrat, la Universidad Nacional y la Municipalidad de Córdoba.
Además de los estados, la articulación con los privados parece ser uno de los elementos más poderosos para nuestra oferta urbana: al esfuerzo público, se suma la Feria Internacional de Artesanías, que cumple 40 años interrumpidos sólo por el mal bicho del Covid. De la misma manera, la Cámara de la Industria del Espectáculo demuestra que también se recuperó, con una grilla de actividades que promete desde José Luis Perales hasta el Festival Bum Bum durante un mes vibrante.
La identidad de Córdoba –religiosa pero también diversa debido a nuestras históricas universidades, con su efervescente juventud– se verá atravesada por miles de turistas con una práctica cada vez más mediada por la tecnología.
Viajar en abril es una actividad que amplía el mundo. Y también el horizonte social, en la medida que construye empleo con incorporación de diversidades, una potente dimensión de género y disidencias, y un impacto medioambiental bajo. Esta industria no sólo es diversión y descanso: resalta lo mejor de las empresas familiares que han custodiado la felicidad de los viajantes, fertilizando un ecosistema de naturaleza emprendedora como es la gastronomía y el turismo.
Fuente de oportunidades laborales y orgullo local, allá donde se pierde la vista estamos nosotros, los cordobeses, con nuestra música, nuestra espiritualidad y un fernet con coca para hacerte sentir como en casa.
* Gestor cultural; director de Promoción de la Ciudad de la Municipalidad de Córdoba
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