Salarios 2024: leves mejoras con una amplia desigualdad entre las distintas actividades
Como en casi todas las variables económicas del primer año de Javier Milei en la Casa Rosada, la evolución de los salarios también se puede dividir en dos semestres bien marcados. Alta volatilidad y fuerte pérdida de poder adquisitivo desde diciembre hasta abril, luego una leve (e insuficiente) recuperación en los meses inmediatos siguientes para estabilizarse a partir de septiembre u octubre en línea con la inflación.
La devaluación de más del 50% del dólar oficial y el arrastre de la alta emisión monetaria al final del Gobierno de Alberto Fernández se combinaron para disparar los precios entre noviembre y marzo. Hubo una inflación promedio mensual del 16,6%, y picos superiores al 20%.
En ese escenario, los salarios se vieron profundamente afectados, con el conjunto de paritarias impactadas por la necesidad de reuniones permanentes y recomposiciones que en su gran mayoría perdieron (y mucho) con la inflación. La derrota de poder adquisitivo en esos meses en algunos sectores fue muy alta, con un impacto especialmente importante en el sector público y en sindicatos con gran cantidad de afiliados, como Comercio, Construcción y Metalúrgicos, por ejemplo.
Distintas investigaciones, una del Instituto de Estudios y Formación de la CTA y otra Fundar hicieron una comparación entre los aumentos recibidos entre noviembre de 2023 y el mismo mes de este año en un conjunto de gremios. Los informes muestran que los trabajadores de las entidades civiles y deportivas lograron –en ese lapso– una recomposición superior a la inflación del periodo, al igual que los químicos, los aceiteros y los empleados encuadrados en la Unión de Trabajadores de Carga y Descarga de la República Argentina.
Entre los que más perdieron con los aumentos de precios se ubica a los empleados del sector público nacional, los trabajadores de casas particulares y los textiles. También “cayeron” en la comparación interanual los empleados de comercio, los del sector de la construcción y los empleados de las clínicas privadas.
A nivel local, entre los aportantes a la Caja de Jubilaciones y Pensiones de Córdoba, los mejor posicionados son los empleados bancarios, los trabajadores de Epec y los municipales de la Capital. Por el lado de abajo de la tabla, perdieron los jueces de Córdoba, los docentes y los administrativos del Poder Ejecutivo provincial, por citar algunos.
En todos los casos de Córdoba mencionados, la comparación se hizo entre agosto de 2023 y el mismo mes de este año, ya que los datos publicados por la caja previsional no tiene datos más actualizados sobre las remuneraciones de los aportantes según sector.
Subas desiguales
Si bien las disparidades entre los sectores son muy amplias, si se analiza el promedio, la situación parece mostrar un leve aumento de poder de compra de los salarios.
En octubre, los sueldos de los trabajadores formales le volvieron a ganar a la inflación, según los últimos datos del Indec. El sector privado creció un 4% en ese mes, y el público, un 4,3%. En ambos casos, por encima del índice de precios al consumidor (IPC nacional), que aumentó 2,7%.
De esta forma, en octubre, comparando con el mismo mes de 2023 y en términos reales, los salarios privados (en promedio) cayeron 2,9% interanual; y los públicos, 18,5%, según el cálculo del Instituto de Estudios y Formación de la CTA con base en Indec.
Varios gremios ya cerraron acuerdos para el comienzo del trimestre estival. Por ejemplo, dos ramas de Utedyc, como los trabajadores de mutuales y los de gimnasios, acordaron aumentos del 3% mensual para los meses de diciembre y enero. El Smata nacional, en tanto, acordó con Acara un aumento del 10,5% para el último bimestre del año, y Comercio, por su parte, cerró 5% en dos cuotas.
Según Luis Campos, investigador de la CTA, “entre 2020 y 2023 el salario real se mantuvo relativamente estable, en niveles históricamente muy bajos y en el marco de desequilibrios macroeconómicos cada vez más importantes; el ajuste de diciembre del año pasado fue muy fuerte y la recuperación muy heterogénea”. De acuerdo con el economista, “a partir de abril los salarios volvieron a crecer gracias a paritarias que miraban a la inflación pasada con un IPC que mostraba números decrecientes”. Campos dice que fue un fenómeno que al final del tercer trimestre comenzó a llegar a su fin, con aumentos del salario real más bajos desde entonces.
El investigador entiende que “la curva del salario real se está aplanando en nuevos niveles de equilibrio”, con el sector privado casi un 4% por debajo del promedio entre 2022 y 2023 y el sector público con una pérdida de casi el 20%.
Campos dice que “en el mejor de los escenarios, el salario real no va a crecer significativamente en el corto plazo, a lo sumo, podrá haber movimientos en algunos sectores, pero no mucho más”.
Mes a mes
Sobre la situación de los ingresos de los trabajadores, en su invervención en Voz y Voto, el economista José Simonella explicó que “si bien la gente tiene un ingreso inferior al que tenía el año pasado, a esta altura, tanto sean formales como informales, están algo mejor que en los meses inmediatos anteriores; se ha ido generando una pequeña recomposición de los ingresos respecto de la inflación de ese mes, no de la inflación pasada”.
Igualmente, Simonella reconoció que “cuando se compara con el año pasado, se está un 10% o un 20%, dependiendo del sector, por debajo de los ingresos del año pasado, pero como están mejor que el mes pasado y mejor que el anterior, eso empieza a generar algo de optimismo en la gente”.
Un estudio sobre empleo privado de la Bolsa de Comercio de Rosario publicado esta semana dice que los salarios reales “se encuentran en una tendencia decreciente desde mediados del año 2013″ y que la situación se acentuó entre enero de 2023 y enero de 2024, con “el promedio de los salarios reales del sector privado cayendo un 15%” para alcanzar “su mínimo nivel en cerca de 19 años”.
Sin contar diciembre de 2023, de acuerdo con esa investigación, “a medida que las tasas de inflación fueron disminuyendo en magnitud, se logró que el poder de compra se recomponga, aumentando un 13% entre enero y octubre de 2024″.
El informe dice que con el último dato disponible, el salario real privado se ubicaba un 2,6% por debajo del valor promedio en el período 1995-2023. Asimismo, en comparación con el máximo registro de la serie, alcanzado en mayo de 2013, los salarios reales se encuentran un 22% por debajo.
A futuro, el informe concluye que “su evolución dependerá de varios factores: la tasa de inflación, la productividad laboral, las negociaciones salariales y la posibilidad de que la economía continúe en la senda de recuperación en la que logró posicionarse en los últimos meses”.
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