La Voz del Interior @lavozcomar: Rodrigo de Loredo: Veo muy mal las gestiones de Llaryora y Passerini

Rodrigo de Loredo: Veo muy mal las gestiones de Llaryora y Passerini

Rodrigo de Loredo habla del radicalismo, y pondera los aportes del bloque de Diputados que él lidera para avanzar con la “ley de bases” y, sobre todo, la reforma laboral. Casi no habla de Juntos por el Cambio porque, reconoce, a nivel país, tiene problemas.

Sin embargo, destaca que en Córdoba se han convertido en una oposición fuerte, que “controla” como nadie al oficialismo. A un oficialismo que, condiera, está haciendo tanto en la Municipalidad de la Capital como en la Provincia gestiones “muy malas”.

–¿Qué piensa del gobierno de Llaryora?

–Voy a ser muy franco: veo muy mal las gestiones Provincial y Municipal. Por causas distintas. Pero las veo muy mal.

–¿Muy mal?

–Muy mal. La gestión de la ciudad está pagando todas las consecuencias de la mega campaña electoral que el exintendente, y actual gobernador, Martín Llaryora implementó. La pagué yo. Lo del pasto verde, las flores, todo iluminado… y ahora llueve dos minutos y es un desastre. No previeron lo que iba a pasar. Además, está detonado el transporte. Y tienen 24.000 personas que cobran de la Municipalidad. Nunca nadie en la historia de la ciudad tuvo tanta gente: hay 5.000 becarios, 3.500 servidores urbanos, 2.000 monotributistas, 3.000 en las empresas y entes descentralizados. ¡Es una locura! Passerini lo debe estar padeciendo y no lo hace público porque no puede. Y si te vas a lo provincial, ahora Llaryora vuelve sobre sus pasos. En buena hora porque le deseo que le vaya bien. Pero había salido al galope, pensando que iba a ser candidato a presidente. Arriesgó de más y puso en crisis los intereses de la provincia para pelearse con Milei. Le fue remal, cayó en las encuestas y revisó. Pero es muy pícaro. Está haciendo un ajuste brutal echándole la culpa a la Nación, y el ajuste es bien local y, a diferencia del nacional, lo paga el sector privado. Porque en lo público no ha tocado nada. Sigue con la misma cantidad de ministerios, de empleo público, de joda, de festivales, de aviones que se pagan. Y lo que ajusta es la tarifa de la luz, el transporte, los peajes. Todos esos aumentos superan la quita de los subsidios nacionales. Y ni hablar de la seguridad. Lo Juan Pablo Quinteros me parece una improvisación total. No tiene ni idea de lo que está haciendo. Aparece con frases rimbombantes y ya está. Está en la gestión, ya salió de su rol de opositor para la radio. Ustedes lo cronican a diario: la seguridad está detonada. El único plan que hay es electoral, el de coptar radicales. Pero no va a andar por ningún lado. A Myrian Prunotto la vamos a echar por traidora del radicalismo ni bien podamos. Y a todos aquellos que se crucen para el otro lado, porque la sociedad necesita claridad. Si sos un dirigente político, la gente quiere saber dónde estás, quién sos y quién serás. Esta lógica, y ellos no se dan cuenta, termina empujando a Córdoba a ser una provincia más de las del feudo peronista. Como lo hicieron con el poder judicial. Lo coptaron al 100 por ciento. En el Tribunal Superior, la mitad son afiliados al PJ o exministros del PJ. Y ahora, van en busca de comprar radicales. Yo le digo al gobernador: “Métale con todo, llévese todos los que pueda porque es un proceso de depuración que necesitamos. A esos no los queremos de este lado. Los vamos a echar”.

Río Cuarto

–¿Qué ve en Río Cuarto? ¿Se va a involucrar en la campaña?

–Estoy a disposición. Me voy a involucrar en la medida en la que consideren que soy de utilidad. Aunque siempre creo que no, porque el riocuartense ama a su “Imperio”. Pero estoy muy confiado en que Gonzalo (Parodi) va a ganar y que el radicalismo va a recuperar la segunda ciudad de Córdoba.

Juntos por el Cambio

–Habla del radicalismo, del PRO, de los libertarios… ¿Juntos por el Cambio ya no existe más como idea política?

–Voy a tratar de que sí, pero eso no estaría pasando.

–En Córdoba tiene una formación fuerte.

–En Córdoba hay un proceso del que estoy muy contento.

–Aunque acá también está raro: su socio político, Luis Juez, se está deshaciendo con elogios a Milei.

–Lo escuché a Luis. Comparto lo que dice y me parece sensato. Él tiene un espacio político de raigambre bien cordobesa y lo representa hace muchos años, que pasó todo tipo de turbulencias. Me llevo muy bien con él. Estoy contento con lo que intentamos brindarle a Córdoba, que es un frente opositor que finalmente controla al Ejecutivo con muchos nuevos cuadros, con muchas mujeres que presiden. Por ejemplo, Elisa Caffaratti en el Concejo Deliberante de la ciudad, o Alejandra Ferrero en la Legislatura. ¡Muchos jóvenes exintendentes con capacidad de gestión! Y a nivel nacional, Luis Picat, Soledad Carrizo, Gabriela Brouwer de Koning… Nadie tiene más de 47 años. Todos profesionales. Están haciendo una oposición que hace muchos años no había en Córdoba. Hemos logrado por ser maduros, y con todas nuestras diferencias, conservar una extraordinaria relación con Juez. ¡Hemos tenido esta capacidad de paciencia y de entendimiento para mantener Juntos por el Cambio en Córdoba justo cuando está dinamitado en todo el país!

–¿Concebiría algún armado en la elección legislativa del año que viene con los libertarios? Marcos Ferrer no lo descartó.

–Estamos esperando que Marcos diga que quiere presidir el partido para que salgamos todos a trabajar por él.

–Lo dijo.

–Que le diga no solo en un programa de televisión, y nos va a tener a todos con el overol puesto porque nos entusiasma su capacidad, su inteligencia, su buena gestión. Le vendría muy bien al partido.

–¿Y con los libertarios?

–Ni lo pienso. Hoy no lo veo posible. Juro por Dios que no puedo creer, porque es muy común, y no se los endilgo a ustedes, escuchar a los diputados sacando cuentas de la elección del año que viene. Y el país detonado. La verdad, no sé va a pasar dentro de un mes.

–Milei ya pidió el voto en 2025.

–Si ya empezó así está aprendiendo muy rápido los vicios de una política que dijo que venía a oxigenar. Falta una eternidad. Argentina la está pasando como el culo. El sueldo de la gente se acaba y todavía le quedan 20 días para llegar a fin de mes. Prendamos una vela porque todavía tiene paciencia. Porque esa paciencia en algún momento se va a agotar si los cambios no se ven. Encima, hay políticos que vienen a las provincias a ver quién ordena los sellos, van a la Justicia Federal.

–Sí, la Libertad Avanza está trabajando en un armado.

–Y encima, van los senadores y se aumentan el sueldo. ¡Los van a prender fuego! No me cuenten a mí en eso.

–¿No se ve en un mismo espacio con los libertarios por diferencias ideológicas?

–Representamos otra cosa. Muchos me preguntan por qué sigo apoyando al Gobierno nacional si nos destratan, nos insultan. Por muchas razones. Primero, porque me parece un tanto infantil o poco serio tener una postura sobre la Argentina, o sobre las políticas públicas en función a si me putean o no. Imagínense lo que sería de este mundo si China contestara las cosas que dijo Donald Trump en Twitter. Pero además, porque nosotros estamos en contra del status quo. Podés tener coincidencias o diferencias con el gobierno, pero el diagnóstico es el mismo: estamos acá por políticas que se vienen implementando desde hace 30, 40 años que nos hundieron como país. No es un discurso. Argentina prometía ser algo que no fue. Creció la pobreza, cayeron la salud, la educación, la cultura. Fuimos involucionando en todo. Nosotros estamos a favor del cambio, de las reformas. Porque somos reformistas. Estos dicen ser revolucionarios. Sí, garpa más ser revolucionarios, pero cuando estudiás las revoluciones en la historia, casi todas han fracasado. Lo que anda es que las cosas se vayan transformando caso por caso. Está todo bien el cambio cultural de 0 a 100, pero a mí dame la reforma laboral.

“Ley bases”

–¿Está allanado el camino para aprobar la “ley bases”? ¿El Gobierno tiene los votos necesarios?

–Espero que sí. Se están ultimando los detalles. La semana pasada vinieron funcionarios del Ejecutivo, del ministerio de Economía, para evaluar dudas sobre el paquete fiscal. Se va a tratar de forma conjunta tres cosas: lo que queda la “ley bases”, de aquella mega ley que llegó en diciembre y que tenía más de 700 artículos, que luego al recinto llegó con 350 y a la que se le sacó el paquete fiscal, y que luego estuvo a punto de aprobarse, pero el Gobierno, equivocado, la mandó a comisión… Después de ese derrotero fue una pena que no se haya aprobado. El Gobierno, discursivamente, fue con lo del “principio de revelación”, con lo de los buenos y los malos. Y por eso, muchas reformas que el país necesita no se dieron. Bueno, eso se va a tratar ahora. El paquete fiscal se tiene que tratar de forma conjunta porque todo va de la mano, y porque en la aritmética de los votos hay algunos que no acompañan una cosa si no está lo otro…

–Ahí está la restitución de Ganancias.

–Tiene un blanqueo, una moratoria, un régimen especial para Bienes Personales, un régimen de transparencia tributaria y la reincorporación de Impuesto a las Ganancias de forma distinta a como lo tenía (Sergio) Massa en su momento y luego lo sacó. El famoso “plan platita”.

–¿400.000 personas más van a volver a pagar?

–Más o menos ese sería el número. La comisión está terminando el proyecto. Puede tener un pequeño cambio. Y una de las exigencias que el radicalismo planteó, dentro de varias, es que conjuntamente se trate la reforma laboral. Imagino a un ciudadano común que escucha lo de las “reformas desregularizadas”, la “desburocratización” y no entienden bien de lo que se trata. De todo ese berenjenal, si hay algo que tiene claro la gente, fundamentalmente las Pymes y los comercios, es la legislación laboral que tenemos. El radicalismo dio cuenta de eso. Eso está en el DNU, pero el capítulo laboral hoy está totalmente parado en la Justicia, trabada. Los radicales fuimos los que presentamos el proyecto de reforma y creemos que se tiene que tratar de forma conjunta. Será la semana que viene o la otra, pero las tres cosas juntas: “ley bases”, paquete fiscal y reforma laboral.

La cuota sindical

–En ese proyecto, hay un traba porque ustedes plantean un punto que afecta el financiamiento de los gremios: que se termine la “cuota solidaria” que se le cobra unilateralmente a los no afiliados…

–Compulsivamente se les cobra.

–¿Hay una discusión entre el oficialismo y ustedes por eso?

–Sí. Y es una rareza. En mi mirada, el Gobierno nacional tiene un rumbo acertado. Pero hay cosas en cómo lleva adelante ese rumbo con las que no estamos de acuerdo. De por sí, no nos parece para nada el estilo comunicacional del Presidente. Y dentro de esas diferencias, hay muchas cosas discursivas que no pasan en la realidad. Esta gran pelea contra la “casta” no la estamos viendo. Por ejemplo, en la reforma laboral que ellos presentaron en el DNU, uno de los logros que compartimos era quitar ese aporte compulsivo y obligatorio que todo laburante tenía que darle a los gremios. Nosotros insistimos en que eso sea voluntario. ¡Pero ahora el que retrocede como un cangrejo es el Gobierno! Porque parece que ha cerrado con la CGT.

–¿Se va a salvar ese punto?

–Si se cae, no va a ser por voluntad del radicalismo. Nosotros lo vamos a sostener hasta las últimas consecuencias. Me dicen que Miguel Pichetto, pero no lo sé, capaz que está de acuerdo con el Gobierno para retirarlo. Para mí tiene que estar.

–Lousteau ha presentado un proyecto en el Senado que no se hace eco de esa iniciativa.

–Este proyecto del radicalismo lo presentó el bloque de Diputados y el del Senado. Ese es un buen aporte desde la UCR. Porque si no, muchas veces sale una cosa de Diputados y en el Senado no se aprueba, y vuelve todo a cero.

Aumento a los senadores

–En eso del discurso que se usó en la campaña y luego en los hechos tuvo otra salida, está el aumento a los senadores. ¿Qué cree que genera en la gente?

–Genera bronca porque es un momento de frustración, de hartazgo y fragilidad económica brutal. Hay un proceso recesivo tremendo que ha golpeado sobre los sectores medios, que los vuelca a la pobreza; y a los pobres, a la indigencia. ¡Y hay una paciencia social! En eso, este gobierno tiene un éxito comunicacional. Pero, ¿éxito económico? Algunas variables económicas van dando resultado. Lo está haciendo de forma clásica: aplicar “licuadora” como hizo Caputo, que es una devaluación del 120%, y subir todos los precios menos el del salario. Las jubilaciones han perdido un 35%. No hay grandes éxitos en lo económico. En este contexto, que haya diputados o senadores que no tengan empatía con lo que está viviendo la sociedad es un error muy grande. Cierto es que es una discusión que no suscribo, porque el problema no está en la remuneración de los funcionarios. El problema está en el choreo. A la Argentina se la han robado 10 veces seguidas.

–Pero el propio Presidente hace foco en la casta, que no les importa… Y mientras los jubilados, que tienen que aguantar.

–Hay un populismo de derecha. Claramente. Y que no compartimos. Es un discurso muy parecido al de los “K” en muchas cosas. Ambos en sus extremos. Se hace abuso de esto, pero… ¿dónde está la pelea contra la “casta” si no te le animás a los gremios, si no desarmás el régimen de Tierra del Fuego, si dejaste que las prepagas te mataran con los aumentos y luego retrocedieron? Ellos van escogiendo. No estoy de acuerdo con el aumento, no es el momento, no es el lugar. Sí, no te cambian los números, pero tenés que dar ejemplo desde arriba, tenés que tener empatía. La gente la está pasando como el culo, no podés meterte un aumento.

Universidades

–Hay un fuerte ajuste a las universidades, el Gobierno no plantea un manejo más inteligente de los fondos y el Presidente viene demonizando al sistema.

–El radicalismo es el único bloque que, institucionalmente, ha convocado a la marcha. Nosotros, no sé si lo habrá hecho el senado, y el partido en términos institucionales convocan. Seguramente hay cosas para mejorar en el ámbito universitario. Pero, paradójicamente, es una de las pocas que en la órbita de lo público es premiada internacionalmente. Es una bandera carísima para nosotros y la vamos a defender a ultranza. El ajuste que se está haciendo ahí es brutal. Directamente, han repetido un presupuesto congelado del año anterior contra una inflación que superó el 200%. Es prácticamente la paralización del sistema universitario. Nosotros, hoy vamos por cinco puntos como plan en el bloque. El primero es aprobar la “ley bases”, mejorándola todo lo que se pueda, porque vino con muchas excentricidades. El segundo es evitar ser los que salgamos corriendo a rechazar el DNU, porque es una trampa. No podés tener un comportamiento ultra sigiloso con este tema, y cientos de DNU sobre los que la Cámara de Diputados se tomó dos años en analizar. Hay que darle tiempo a un gobierno que votó la gente, aunque te guste más o menos. ¡Darle tiempo y herramientas!. En tercer lugar, la reforma laboral que describí. La necesitan los comercios. El cuarto, es que el ajuste no puede seguir cayendo en las jubilaciones, y esto no es demagogia. ¿Se puede lograr el equilibrio fiscal sin tocar los aportes previsionales? No es fácil, pero sí se puede. Lo que hizo el kirchnerismo, esa “disneylandia”, no es posible. ¿Podés lograr equilibrio sin aumentar tarifas? No. ¿Podés lograrlo sin prescindir de empleo público, y no digo como está haciendo el gobierno? No. ¿Sin cortar o disminuir transferencias a las provincias? No. Y lo podés hacer sin hacer lo que han hecho todos los gobiernos, desde Menem, De la Rúa, Cristina, Alberto, que fue cortar por el hilo más delgado: los jubilados. Se puede hacer y nosotros lo hemos demostrado en la comisión de previsión en Diputados. Ese es un compromiso y vamos a ir a fondo para que se recupere el 8% que perdieron en enero. Y el quinto punto es lo educativo. Es nuestra bandera. Ojo, son propuestas duras porque, por ejemplo, te metés en un quilombo con el despido de personal. Pero de alguna manera hay que hacerlo.

–El radicalismo, que ha tenido protagonismo en el gobierno de las universidades, ¿hace alguna mea culpa sobre cómo han venido funcionando? ¿Hay cosas que cambiar?

–Seguramente que sí, como en todas las órbitas.Y está bueno que haya una discusión. Pero esta discusión “macartistas”, extrema, ideologizada, es poco seria y poco responsable Cuento una anécdota: estuve en Stanford hace 15 días, cursando unos estudios. Me tocó la posibilidad de que nos dé una charla Condoleezza Rice, que fue secretaria de Estado, una “halcona” de los republicanos de Bush. Le preguntamos qué recomendaba para países como los nuestros. Yo esperaba cualquier tipo de receta ultraortodoxa. Su recomendación fue “inversión educativa”. Es muy cara la ignorancia para un país, y en un mundo tan cambiante no vas a ir al desarrollo solamente con tus cuentas ordenadas. Hay que tener una inversión bien ordenada y gestionada, que no haya despilfarros, que no haya cajas negras, que sea moderna y se evalúe la docencia.

–El problema es que, cuando tenés un presidente como Milei que va a todo o nada, se anula la discusión sobre lo que se podría mejorar. Y en la Universidad Pública hay mucho para mejorar.

–Esa pelea el radicalismo la va a dar. Y sin ningún tipo de prejuicios. Nuestro planteo, al final del día, es el mismo en todos lados. ¿Tenés que ir al equilibrio cero? Sí. ¿Cómo fue el gobiern, a los hachazos y con licuadora? No. Tenés que ir con gestión.

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