Río Cuarto: condenaron a los asesinos del cura de Vicuña Mackena, pero quedaron interrogantes
Por mayoría, la Cámara 1ª del Crimen de Río Cuarto, con la participación de jurados populares, condenó a los dos acusados por el homicidio en ocasión de robo del cura de Vicuña Mackenna, Jorge “Coqui” Vaudagna (59).
El sacerdote fue asesinado a balazos el 27 de octubre de 2020 cuando, en el marco de la pandemia por Covid-19, acababa de dar una misa por internet y regresaba a su casa, en la parroquia del pueblo.
Los condenados son Víctor Andrés Agüero (50), quien tiene antecedentes y recibió una pena de 22 años de prisión; y Enrique Antonio Tedesco (48), a quien se le aplicó una condena de 21 años. Los fundamentos del fallo se conocerán el 8 de noviembre.
El fiscal Julio Rivero había pedido 23 años para ambos; la querella 25, y la defensa, la absolución.
Entre las pruebas contra los imputados figuran: el ADN de uno de ellos (Tedesco) detectado en un barbijo que se olvidaron en el lugar del crimen; los peritajes sobre sus teléfonos; las llamadas realizadas; y el testimonio de una persona a quien, a través de terceros, le habrían pedido que los “aguante” la noche del homicidio porque “se habían mandado un cagadón”.
De acuerdo a lo ventilado en el juicio, el miércoles 27 de octubre, a las 20.40, el cura pasó a buscar una pizza y unas prendas de liturgia por la casa de una feligresa. Luego ingresó con la camioneta de la iglesia a la cochera de la parroquia y allí fue sorprendido por los delincuentes. Los vecinos escucharon sus desesperados gritos de ayuda y los disparos.
Vaudagna era corpulento y de carácter fuerte.
Todo parece indicar que se resistió fuertemente al ataque, versiones dan cuenta de que llegó a golpear a los presuntos asaltantes cabeza contra cabeza. Fue ultimado de tres tiros a quemarropa. El disparo mortal fue en la base del cráneo. Los agresores escaparon por los techos hacia el campo y llegaron a San Luis en la madrugada.
¿Por qué lo mataron así?
La gran duda que no se develó en el juicio es por qué fueron a asaltar al cura. ¿Qué buscaban Tedesco y Agüero?
No surgió ningún dato preciso sobre qué le querían robar ni ningún indicio de qué se habrían llevado.
Testimonios confirmaron que Vaudagna recibía donaciones para el colegio que depende de la Iglesia, pero no hubo precisiones si para esa fecha podría haber tenido dinero en efectivo y cuál sería el origen de esos fondos.
Si bien la mayoría de los movimientos económicos del colegio y la Iglesia estaban bancarizados, versiones daban cuenta de que los ladrones podrían haber ido a buscar alguna suma de dinero no precisada.
Otra hipótesis que circuló en el pueblo tiene que ver con el narcotráfico. Como Vaudagna era un cura que se manifestaba habitualmente contra el tráfico de drogas y se mostraba preocupado por las adicciones, algunos interpretan que pudo haber sido asesinado por narcos.
Para desvincular a los acusados, la defensa abonó ante el estrado la idea de que, más que de un robo, el homicidio tuvo características de una ejecución narco. Sin embargo, en las audiencias no se escuchó ni una palabra al respecto.
Un inocente casi un año preso
Apenas ocurrió el crimen, mientras crecía la indignación popular por el asesinato del sacerdote, la investigación tomó un rumbo errado. Acusó por el hecho a Guillermo Arias y a un pariente suyo menor de edad.
Arias siempre dijo que esa noche sólo había salido a comprar cigarrillos, pero lo detuvieron durante casi un año.
Desde la cárcel, Arias (23) habló con los medios para implorar justicia. Gran parte de la comunidad y miembros de la Iglesia le creyeron. El pueblo comenzó a exigir otras respuestas y más celeridad. Recién cuando el estudio de ADN reveló que no tenía nada que ver, Arias recuperó la libertad, pero debió esperar casi un año más para ser sobreseído y quedar totalmente desvinculado del hecho.
https://www.lavoz.com.ar/sucesos/rio-cuarto-condenaron-a-los-asesinos-del-cura-pero-quedaron-interrogantes/
Compartilo en Twitter
Compartilo en WhatsApp
Leer en https://www.lavoz.com.ar/sucesos/rio-cuarto-condenaron-a-los-asesinos-del-cura-pero-quedaron-interrogantes/