La Voz del Interior @lavozcomar: Reprobó a una alumna, la familia le dio una terrible golpiza y asegura que no se arrepiente: “Estoy en paz”

Reprobó a una alumna, la familia le dio una terrible golpiza y asegura que no se arrepiente: “Estoy en paz”

Morotí Arocena, una profesora de Ciencias Políticas de Necochea, fue víctima de una salvaje agresión tras reprobar a una alumna de la Escuela Secundaria N° 7 de dicha localidad del sur de la provincia de Buenos Aires.

En diálogo con Clarín, la docente, que dicta la materia Derecho en ese establecimiento educativo, relató que el hecho ocurrió el pasado 15 de marzo, cuando tomaba exámenes a dos alumnas de quinto año. Una de ellas, entregó el escrito sin avances y no pasó la instancia oral, por lo que fue reprobada y no pasó de grado.

Sin embargo, la alumna no estaba sola: afuera del aula estaban esperando su hermano y su mamá, quienes increparon a la mujer cuando terminó el examen. “¿Mi hermana está en sexto?”, le espetó el muchacho, una vez que el examen había terminado.

Ese fue el primer encuentro entre Arocena y la familia de la alumna. El segundo, mucho más violento, fue cuando la docente estaba yéndose de la escuela. Ahí, el joven le arrojó una botella que la mujer alcanzó a esquivar y, mientras intentaba regresar al edificio, el chico la persiguió y la alcanzó en un pasillo. Junto con la madre, la agarraron del pelo y, entre insultos, le dieron una paliza.

“Me pegaron patadas en el piso como a un perro y no estaban dispuestos a parar”, contó Arocena a Clarín, días después del ataque. La mujer permaneció en su casa y cumplió con los días de reposo que le prescribió el médico, “pero después de trabajar lo físico, que es lo urgente, va apareciendo todo lo demás”, agregó.

“Cómo queda una después de semejante agresión: mal, estoy angustiada, con miedo, y mucha incertidumbre sobre cómo seguir mi vida profesional, pero lo peor es que para la ART no hay estrés postraumático y rechaza darme tratamiento psicológico”, profundizó. No obstante aseguró que no se arrepiente de la decisión que tomó: “hice lo que tenía que hacer: no acepté cosas que están mal. Estoy en paz”, apuntó.

La Escuela Secundaria N° 7 de Necochea, donde ocurrió la agresión. (Clarín /  Gabriel Bulacio)

Neuquén: cómo fue el ataque

“Me puse en alerta cuando vi a la familia”, explicó Arocena, al recordar lo ocurrido aquel día. “La mirada del chico, que se cubría con una visera, era intimidatoria. Pensé que tenía que estar presente otra persona conmigo y le avisé a la preceptora. Pero no lo hice hasta que pasó media hora del examen y noté que esta chica no había respondido ni una sola pregunta”, agregó.

“La vi nerviosa, tanto que le pregunté si era porque estaba su familia ahí afuera. ‘Un poco’, me dijo, pero no quiso que les dijera nada, que así estaba bien. No sé si no lo hizo para protegerme”, apuntó.

La preceptora, según el relato de la docente, dio aviso en la dirección y para la instancia oral del examen estuvo presente el vicedirector. “El examen era el mismo que sus compañeros dieron en diciembre y febrero, a los que ella no se presentó. Le dimos mucho tiempo y no pudimos avanzar de ninguna manera. Cuando terminó, salió y evaluamos. Puse en consideración el recorrido, y ella no había hecho nada en todo el año. Cuando le dimos la devolución, se puso a llorar. La mamá estaba afuera”, explicó Arocena.

“‘Profe, no me haga esto’, me decía. ‘No, Agostina, yo no te lo hago. Son contenidos elementales que no estudiaste, no aprendiste’, le dije. Hicimos pasar a la mamá, que también empieza a llorar y me dice que ya había comprado la campera de sexto año, que su hija tenía que pasar a 6° año porque ya la había pagado”, recordó.

Ahí fue cuando la angustia de la madre pasó a la violencia, y la golpearon junto con su hijo. La agresión terminó cuando ex alumnos de Arocena, que estaban en otro espacio de la escuela, escucharon los gritos de la profesora que, tirada en el suelo, no paraba de recibir patadas. “Forra, hija de puta, de todo decían. Me los sacan de encima, porque no paraban de pegar, para ellos era todo o nada”, explicó.

Repercusiones tras la golpiza en Neuquén

Siempre según lo informado por el mismo medio, una vez que se supo lo que le había ocurrido a la docente, hubo una manifestación frente a la escuela.

Los manifestantes, entre ellos docentes, estudiantes e integrantes de los gremios docentes y de escuelas privadas, ocuparon siete cuadras del centro de Necochea. Ese viernes por la mañana no hubo clases en algunas instituciones de la ciudad. mañana no hubo clase en los jardines municipales. Pero esto fue el viernes.

No obstante, el ataque ocurrió un miércoles. El jueves, un día después de la golpiza y pese a que ya había una denuncia en la comisaría (que derivó a una fiscalía y según el protocolo se había informado a las autoridades educativas distritales), hubo clases “como si nada hubiera pasado”.

Los directivos, según explicó la docente, habían resuelto que se dictaran las clases de manera normal.

“Los chicos que me habían ayudado notan que no se hablaba del tema, y cuando intentaron plantearlo les dijeron que el tema no se toca. Se indignaron, y ya para media mañana, recreos de por medio, la información corría por los pasillos, y se empezaron a plantear medidas de fuerza. ‘Nosotros tampoco venimos’, dijeron los chicos, ya no se podía mirar hacia un costado”, explicó Arocena.

“Después me mandaron mensajes. Dicen que me están acompañando, y el viernes cuando estuvieron los medios y la marcha ya era histórica, el director hasta lloró”, explicó la docente.

Con ironía, la mujer asegura que fue atacada “en la escuela de Cris Morena, donde nunca tiene que pasar nada, donde la basura se saca o se esconde, pero lo que me pasó fue demasiado, muy grave, tan evidente”.

Amenazas a otros alumnos

Por otra parte, Arocena reconoce el acompañamiento que tiene, el rechazo que mostró la comunidad, y resalta la actitud de sus ex alumnos, no solo por defenderla, sino por “salir a contar la verdad”. “Es la manera de que estas cosas no se naturalicen”, apuntó.

Sin embargo, la Justicia tuvo que abrir otra investigación por amenazas de la madre de la alumna a uno de los estudiantes que asistió a la docente. Según informó Clarín, la mujer le envió un audio diciendo: “no te metas con mi hijo, porque él no se metió en ninguna, no hizo quilombo, no hizo bardo ni nada”, se puede oír en la voz que le atribuyen a la agresora: “La que hizo el quilombo fui yo”.

“No rompan las pelotas más de lo que se armó el quilombo adentro del colegio. Es lo único que te pido. No jodás, sino querés salir jodido. Nada más. No rompás los huevos ni levantés puterío, porque esto se va a ir peor”, amenazó la madre de la alumna reprobada.

La Justicia emitió una orden de restricción de acercamiento para la familia que agredió a Arocena quien, por el momento, no podrá volver a las aulas hasta que no tenga el alta definitiva.

No obstante, cuando pueda hacerlo la restricción encontrará un escollo, ya que la alumna fue trasladada a una escuela vecina, lindera con otra donde Arocena es profesora.

La Dirección General de Cultura y Educación de la provincia de Buenos Aires, cuyo titular es el ministro Alberto Sileoni, no se expresó sobre el caso tras ser consultado por Clarín.

Por su parte, la directora distrital de Educación de Necochea, Soledad Moreno, renunció una semana después de la agresión. Publicó que las razones “tienen que ver con los irrenunciables de la vida”, sin dar mayores explicaciones.

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