La Voz del Interior @lavozcomar: ¿Qué hago en Madrid si tengo una escala de pocos días?

¿Qué hago en Madrid si tengo una escala de pocos días?

El nacimiento de la ciudad de Madrid se remonta a la segunda mitad del siglo IX, cuando el emir Muhammad I mandó a construir una fortaleza en la orilla del río Manzanares, conocida en los textos árabes como Mayrit. Se levantó en el lugar que hoy ocupa el Palacio Real, con el propósito de vigilar los pasos de la sierra de Guadarrama y ser punto de partida de razzias contra los reinos cristianos del norte.

Sin embargo, la ciudad no cobró verdadera importancia hasta que Felipe II trasladó allí la Corte en 1561. Sus inicios como capital española hicieron patente la necesidad de reformas urbanísticas, y pronto surgieron arrabales fuera del recinto medieval que cambiaron el rumbo de la historia.

Actualmente, la provincia de Madrid supera los seis millones de habitantes y la ciudad es una de las más importantes de Europa. Por ello y por las conexiones aéreas existentes, suele ser el punto de entrada y de salida de los argentinos que llegan a conocer el viejo continente, aunque no sea el destino final de los turistas.

Si vas a estar en la capital española sólo algunos días de paso, te contamos algunos recorridos para conocer los puntos más importantes de la ciudad.

Día 1: Los imperdibles

El recorrido del primer día comienza en la Puerta del Sol, que es desde 1950 el denominado kilómetro cero de las carreteras radiales del país. En el siglo XV, era uno de los accesos de la muralla que rodeaba la ciudad. El nombre proviene de un sol que adornaba la entrada, justamente porque estaba orientada hacia el amanecer.

El edificio más antiguo del entorno es la Casa de Correos, que fue inaugurado en 1768 y actualmente funciona como sede de la presidencia de la Comunidad de Madrid. Destaca por una torre de reloj, cuyas campanadas son las que tradicionalmente indican el comienzo de un nuevo año y el momento en que los españoles comen las 12 uvas el 31 de diciembre.

El Mercado de San Miguel es un paso obligado para quienes quieren disfrutar de la mejor gastronomía española.(Foto: Nicolás Arzani)

Otros puntos interesantes de la plaza son la estatua del Oso y el Madroño, el cartel publicitario de neón de los vinos Tío Pepe y la estatua ecuestre del rey Carlos III.

Una vez tomadas todas las fotos posibles, es momento de caminar unas cuantas cuadras por la Calle Mayor (e incluso desviarte un poco por los hermosos callejones que la rodean) hasta llegar cerca del mediodía al Mercado de San Miguel, que conserva su estructura original de hierro de principios del siglo XX.

Se trata del templo gastronómico de Madrid: allí podrás comer el mejor jamón ibérico, el marisco más fresco llegado diariamente de Galicia, los arroces mediterráneos o los quesos más especiales de Castilla, Asturias o el País Vasco. ¡Te recomendamos probar las deliciosas tapas con un buen tinto de verano!

Con la panza llena y el corazón contento, sólo tendrás que caminar algunos pasos para continuar el recorrido hasta la Plaza Mayor. Este espacio mide 129 metros de largo por 94 de ancho, y está rodeado por soportales y edificios de ladrillo de tres plantas. A lo largo de la historia, ha sido lugar de encuentro, anuncios y celebraciones de carácter civil.

La Plaza Mayor de Madrid mide 129 metros de largo por 94 de ancho.(Foto: Nicolás Arzani)

Día 1: Los imperdibles

El recorrido del primer día comienza en la Puerta del Sol, que es desde 1950 el denominado kilómetro cero de las carreteras radiales del país. En el siglo XV, era uno de los accesos de la muralla que rodeaba la ciudad. El nombre proviene de un sol que adornaba la entrada, justamente porque estaba orientada hacia el amanecer.

El edificio más antiguo del entorno es la Casa de Correos, que fue inaugurado en 1768 y actualmente funciona como sede de la presidencia de la Comunidad de Madrid. Destaca por una torre de reloj, cuyas campanadas son las que tradicionalmente indican el comienzo de un nuevo año y el momento en que los españoles comen las 12 uvas el 31 de diciembre.

Los principales puntos de interés son la estatua de Felipe III; la Casa de la Panadería, el edificio más importante y el primero en comenzar a construirse en 1590; la Casa de la Carnicería, que sirvió en su origen como depósito general de carnes para abastecer a los mercados y después como sede del Ayuntamiento; y el Arco de Cuchilleros, la más conocida de las nueve puertas de acceso.

A medida que va cayendo la tarde, es momento de subir hacia el norte de la ciudad, recorriendo sus serpenteantes callecitas y frenando en alguna de las grandes tiendas que se encuentran en el recorrido.

Todos los caminos te llevarán a la Gran Vía, una de las principales avenidas de la ciudad. Desde su construcción, a principios del siglo XX, es un importante hito comercial, turístico y de ocio. Es famosa por sus cines y sus teatros musicales, lo que le ha ganado el mote de “Broadway madrileño”. ¡Un hermoso lugar para esperar caer la noche y cerrar el día disfrutando de las luces!

Día 2: ¡Viva el rey!

Si vas disponer de otro día completo para pasear por Madrid, te recomendamos llegar hasta el Palacio Real. Con más de 135.000 metros cuadrados y 3.418 habitaciones, es el más grande de Europa Occidental y uno de los mayores del mundo. Actualmente, es utilizado de forma habitual por los reyes de España para sus audiencias y actos oficiales, y continúa siendo la residencia oficial, aunque normalmente no están allí.

El Palacio Real de Madrid es el más grande de Europa Occidental y uno de los mayores del mundo. (Foto: Nicolás Arzani)

El edificio data del siglo XVIII, pero en realidad se asienta sobre el solar del antiguo Alcázar de Madrid, destruido por un incendio en la Nochebuena de 1734. Carlos III fue el primer monarca que habitó en él.

¿Qué ver allí?: el cuarto de Carlos III; el Salón del Trono y la Cámara llamada de Gasparini; los aposentos de Carlos IV y María Luisa, donde han habitado los sucesivos soberanos hasta 1931; la Real Armería; y los Jardines del Campo del Moro. También podrás observar la corona, el bastón, el trono y el acta de abdicación que proclamó al actual rey Felipe VI, firmada por él y su padre.

Para el recorrido hay que comprar entrada, que puede ser con guía o para recorrer por cuenta propia. Te recomendamos hacerlo solos y alquilar un audioguía para todo el grupo. ¡Hay un día a la semana que la entrada es gratis en un horario determinado! Podés chequear esa información en el sitio web.

Una vez tomado mucho aire en los parques del palacio, es momento de cruzar la Plaza de la Armería hacia la Catedral de Santa María la Real de la Almudena. Comenzó a gestarse el 22 de diciembre de 1868, pero fue recién el 4 de abril de 1883 cuando el rey Alfonso XII colocó la primera piedra.

La Catedral de Santa María la Real de la Almudena desde el Palacio Real de Madrid.(Foto: Nicolás Arzani)

Es una catedral de grandes dimensiones y de estilo neogótico florido francés, con planta de cruz latina y capillas laterales. El 15 de junio de 1993, el papa Juan Pablo II viajó a Madrid para dedicar y consagrar el templo, que había tardado 110 años en finalizarse. ¡Hay que tener en cuenta que tiene horarios de apertura y cierre! La entrada es a voluntad.

El recorrido continúa por el boulevard de Bailén, donde podrás hacer alguna parada técnica para almorzar, hasta topar con el Templo de Debod. Se trata de una estructura egipcia del siglo II a.C., que está instalada en el Parque del Cuartel de la Montaña. Fue donado por el gobierno del país africano para evitar que quedara inundado tras la construcción de la gran presa de Asuán.

Para terminar la tarde, podés cruzar por la Plaza de España hasta llegar a la Gran Vía nuevamente, pero ahora desde uno de sus puntos de comienzo.

Día 3: ¡Museos, monumentos y parque!

Ya para los que tienen un tercer día de escala en Madrid, les recomendamos conocer algunos (o si se animan, todos) de los museos que ofrece la capital española. La buena noticia es que los principales se encuentran bastante cerca.

El recorrido debería comenzar en la Fuente de Neptuno, una estructura de estilo neoclásico que ocupa el centro de la glorieta de la Plaza de Cánovas del Castillo. Fue propuesta en 1777, finalizada en 1786 y trasladada allí en 1898. Forma parte de los cinco grandes grupos escultóricos diseñados para el Salón del Prado por Ventura Rodríguez.

Desde allí, sólo habrá que caminar algunos pasos para llegar al Museo Nacional del Prado, uno de los más sobresalientes del mundo y la institución cultural más importante de su país. ¡Por eso es el que recomendamos visitar!

El Museo Nacional del Prado es el máximo exponente de la pintura europea.(Foto: Nicolás Arzani)

Es singularmente rico en cuadros de maestros españoles y de varias escuelas pictóricas del resto de Europa entre los siglos XV y XVIII. Su atractivo radica en la amplia presencia de Velázquez, el Greco, Goya, Tiziano, Rubens y el Bosco. A los que hay que sumar a Murillo, Ribera, Zurbarán, Paret, Fra Angelico, Rafael, Veronese, Tintoretto, Durero, Patinir, Antonio Moro, Van Dyck o Poussin, por citar sólo algunos de los más relevantes. Los horarios y tarifas pueden consultarse en su sitio web.

Después de recorrer las decenas de salas del museo, seguramente querrás caminar algunas cuadras al aire libre hasta llegar al Palacio de Cibeles (denominado antes Palacio de Telecomunicaciones o Palacio de Comunicaciones), que es un conjunto integrado por dos edificios de fachada blanca que ocupan alrededor de 30.000 metros cuadrados.

La primera piedra se colocó en 1907 y la construcción se inauguró oficialmente el 14 de marzo de 1919, comenzando su funcionamiento como moderna central de distribución de correos, telégrafos y teléfonos. Tras algunas evoluciones arquitectónicas del exterior, comenzó a albergar las dependencias municipales del Ayuntamiento de Madrid y un área cultural denominada “CentroCentro”.

El declive del uso del correo postal fue haciendo que vaya perdiendo protagonismo, hasta convertirse en sede definitiva del Ayuntamiento de Madrid. Posee un mirador que, pagando unos pocos Euros, te permite ver gran parte de la ciudad desde lo alto.

A unos 200 metros, podrás encontrar la famosa Puerta de Alcalá, uno de los cinco antiguos accesos reales a la ciudad. Se encuentra situada en el centro de la rotonda de la Plaza de la Independencia. Fue construida por mandato de Carlos III, en sustitución de otra construcción anterior que existía ya desde el siglo XVI. El diseño y la obra pertenecen al arquitecto italiano Francesco Sabatini.

Se puede navegar por el Estanque Grande el Parque del Buen Retiro. (Foto: Nicolás Arzani)

Frente a ella encontrarás el acceso al Parque del Buen Retiro, el último punto del recorrido del día. Es un jardín histórico que posee figuras arquitectónicas y paisajísticas desde el siglo XVII al XXI, entre los que destacan el Monumento a Alfonso XII, el Palacio de Cristal, el Estanque Grande, el Parterre, la puerta de Felipe IV, el Real Observatorio Astronómico y la fuente de la Alcachofa.

Fue construido en la primera mitad del siglo XVII dentro del proyecto paisajístico desarrollado para el Palacio del Buen Retiro. Con una superficie de 118 hectáreas y un perímetro de 4.5 kilómetros, fue declarado en julio de 2021 como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

Estos son apenas algunos de los puntos interesantes que tiene Madrid, una de las principales ciudades del mundo y una urbanización de miles de años de historia. Lo ideal sería poder destinar algunos días más para conocer más rincones y lugares que te dejarán con la boca abierta.

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