Pobreza y crisis: 11 muertos por incendios en Córdoba durante 2023
Mientras se esperan los resultados de los peritos de la Dirección Bomberos de la Policía provincial, la Justicia investiga las causas de dos trágicos incendios domiciliarios ocurridos en las últimas horas en el Gran Córdoba. Por un lado, un joven de 18 años falleció al no poder escapar de la trampa de fuego y humo en que se había vuelto su casa en la ciudad de Río Ceballos, en Sierras Chicas. Por otro lado, una jubilada de 83 años falleció el domingo tras un incendio que consumió su domicilio en el barrio Rumi de La Calera.
En relación a esta tragedia ocurrida en La Calera, cuando los bomberos voluntarios llegaron al lugar, el fuego ya había consumido gran parte de la vivienda. El techo había cedido.
Fuentes policiales informaron que, bajo los escombros de la casa, se encontró el cadáver de Elda Torres, quien tenía 83 años.
Si bien las causas del fatal desastre siguen bajo estudio, las miradas están puestas en un hecho accidental y, en ese marco, no se descarta el mal uso de un artefacto de gas.
Hay dos puntos centrales que coadyuvaron a esta tragedia: la edad y movilidad de la víctima y, en paralelo, la estructura de la vivienda que terminó convirtiéndose en una verdadera trampa mortal.
Respecto al drama fatal sucedido en Río Ceballos, se sabe que el fuego ocurrió en una vivienda ubicada en Pasaje Bermejo del barrio Sarmiento. Las llamas arrasaron con toda la vivienda y no dejaron margen de escape para uno de los miembros de la familia que allí residía.
Las trágicas muertes de la jubilada y de Victorino Sacci (18) se agregan a una preocupante secuencia de incendios domiciliarios trágicos ocurridos en estos últimos años en la provincia de Córdoba.
Con estos últimos dos dramas, en este 2023 ya murieron al menos 11 personas por esta clase de siniestros en viviendas.
Dicho de otra manera: casi un muerto por mes.
En paralelo, numerosas personas han logrado sobrevivir, aunque quedaron con serias heridas y secuelas.
La mayoría de los incendios trágicos o con saldos graves de heridos, tal como viene sucediendo este año, tienen las mismas características: sucedieron en domicilios con estructuras o condiciones de hábitat deficientes o muy precarias.
Los casos sucedieron tanto en la Capital como en el interior.
Fuentes de bomberos han señalado que en muchas oportunidades los incendios se desencadenan por la manipulación de artefactos de gas precarios o sin mantenimientos adecuados debido a la crisis económica.
Es otro costado de la crisis: un costado que siembra drama, destrucción y muerte en muchas familias.
Otras veces, los siniestros suceden por fallas o por cortocircuitos causados precisamente por malas instalaciones eléctricas o de redes que no cuentan con mantenimiento correcto también por la situación económica.
En épocas invernales, esta realidad queda patentizada con toda su crudeza cuando numerosas familias de escasos recursos acuden a distintos métodos de calefacción que terminan convirtiéndose en un riesgo extremo en viviendas pequeñas y de alta combustibilidad.
Otro punto que termina agravando los incendios domiciliarios es la existencia, cada vez mayor, de rejas en ventanas y puertas por los robos: estos elementos se convierten en obstáculos para las fugas (y rescates) de las víctimas cuando las casas quedan envueltas en fuego y humo.
Dramas tras dramas
En lo que va de este 2023 que entra en su recta final, ya se registraron al menos otras nueve tragedias en el marco de siniestros en viviendas.
En noviembre, un hombre de 69 años falleció calcinado luego de que se incendiara su casa en barrio Talleres Sur de la Capital. La sospecha es que el fuego se originó por un presunto mal funcionamiento de un artefacto en la cocina del inmueble.
En septiembre, una nena de 3 años falleció al no poder escapar del incendio que se desató en una precaria casa de la localidad de San José, Traslasierra. La familia usaba velas.
Al parecer, la madre estaba calentando la mamadera y una de las velas prendidas se cayó y consumió el humilde departamento.
En ese septiembre, un hombre murió al incendiarse un humilde hogar también en La Calera. Tenía 32 años y quedó encerrado en su casa pese a la ayuda de vecinos.
La nena de 3 años de Traslasierra no fue la última criatura que falleció este año en un incendio en una casa. En junio, un bebé no pudo ser salvado del devastador incendio que arrasó con toda una precaria vivienda en barrio Los Boulevares, de Córdoba.
En Oliva, a todo esto, un niño falleció al incendiarse y explotar una casa por una falla de un artefacto de gas.
Por otra parte, una mujer no pudo sobrevivir a las heridas sufridas al quemarse su casa de barrio El Cerrito, en la Capital, a causa de una estufa usada para calefaccionarse; al tiempo que un hombre de 75 años falleció al quemarse su casa en Villa Huidobro: mientras que un vecino falleció en barrio San Martín y otro en Ituzaingó, de la ciudad de Córdoba. Ambos fueron incendios de casas.
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