Ofrecía trabajar para Luis Miguel, Jorge Rojas y hasta David Guetta: el increíble raid de una estafadora en Córdoba
La oferta era realmente “seductora”. Nada menos que pasar a integrar el staff de Warner Music México y acompañar a artistas internacionales como Luis Miguel, Maná y David Guetta a viajar a diferentes países. Cuanto más grande y cautivante es la oferta, más grande y riesgosa suele ser la caída. Como el derrumbe de un castillo de naipes para acabar con una fugaz ilusión.
A fines de febrero, una mujer se presentó en la Unidad Judicial Delitos Económicos de Córdoba y denunció una increíble estafa de la que ella y otras personas habrían sido víctimas. Contó que “Luz Salgado” era “representante” de la empresa Warner Music México y que estaba reclutando personal para el staff del sello discográfico.
De Córdoba “al mundo” de la música internacional
La atractiva oferta laboral incluía trabajar en distintos eventos y shows musicales que se iban a organizar en diferentes partes del mundo con la participación de artistas famosos locales e internaciones: Maná, Luis Miguel, David Guetta y Jorge Rojas.
Como en toda estafa, luego de apelar fuertemente a las necesidades e ilusiones de las potenciales víctimas, era necesario desandar el capítulo de la credibilidad para aumentar la “onda expansiva” del fraude y hacer “control” de posibles daños o desactivar probables sospechas.
Para lograr que la propuesta fuese creíble, “Luz” dijo ser una “periodista vinculada al mundo del espectáculo”, que tenía contacto frecuente con varios de los artistas internacionales. Incluso dio detalles de una supuesta “relación amorosa” con Jorge Rojas, con quien había adoptado dos niñas que luego fallecieron. Historias incomprobables pero suficientemente “espectaculares” para seguir alimentando la intriga y la emoción de trabajar con varios de los artistas más famosos de América Latina.
El fiscal Guillermo González la detuvo. Habría llegado a simular una enfermedad terminal para estafar a clientes. Investigan si defraudó en otras provincias.
A pesar de lo verdaderamente dudosa y muy improbable que era la propuesta, como en cada defraudación quien luego recibirá una “ganancia” o “recompensa” auspiciosa, primero debe dar algo a cambio. Luego habrá tiempo para que la “ganancia” nunca se concrete.
Así, para poder ingresar al equipo, “Luz” les solicitó a los futuros “empleados” de “Warner” que entregaran de una importante suma de dinero para solventar los gastos administrativos necesaria para obtener las visas y, así, poder ingresar a algunos países en los que se iban a llevar a cabo los shows.
Pero, también, los fondos se destinarían para cubrir los gastos que insumiría la capacitación que “Warner” les brindaría, ya que el tipo de shows y la clase de artistas que eran así lo requerían.
La increíble “capacitación” en Córdoba
Aunque pudiera sonar absolutamente descabellado, los damnificados se vieron seductoramente sometidos a una estricta jornada laboral de clases de inglés, protocolo y etiqueta, oratoria, expresión corporal, teatro, coaching ontológico y danza folklórica, etc.
Para validar la propuesta laboral, “Luz” les hizo firmar un escueto “contrato” que sellaba la relación laboral temporal con “Warner”. El fiscal del Distrito 1, Turno 2, Guillermo González, fue uniendo las piezas de la estafa a partir de la denuncia.
Mediante el despliegue “escénico”, las víctimas erogaron significativos montos para adquirir desde vestimentas de fiesta -para utilizarlas en supuestas cenas de gala que iban a celebrarse con algunos de los célebres músicos- y otras sumas para solventar los costos de traslado a los diferentes eventos musicales que formaban parte de esta “capacitación”.
Las cifras, según la falsa periodista, luego se las devolverían a través de “Warner”. Es decir, a pesar de entregar el dinero a “Luz”, rápidamente ella se corría de “escena” y quien posteriormente devolvería esos fondos sería la inexistente compañía discográfica. Había un doble estándar: uno para cobrar y otro, diferente, sobre quien caía la responsabilidad de reintegrar el dinero.
Después que ella cobraba, venían los supuestos shows… y los problemas
Luego de ser asignadas a áreas específicas, con roles puntuales (sonido, fotografía, prensa, asistente, etc.), cuando la fecha de los supuestos shows se aproximaba, siempre se producía un inconveniente que impedía que el “equipo” pudiera asistir (complicaciones con los vuelos, no se garantizaban las condiciones de seguridad necesarias o no se disponía de los fondos por parte de la empresa).
Las sucesivas imposibilidades de ver cumplida la ansiada propuesta laboral, despertó y acentuó las suspicacias. Habrían percibido ahora inconsistencias en el relato de la falsa periodista y “representante de Warner”. El telón del ardid cayó cuando el grupo reclutado realizó el único viaje, como parte del staff de la empresa, a la ciudad salteña de Cafayate, el 20 de febrero de 2023.
Según lo que les explicó “Luz”, irían primeramente al Festival de Serenata de Cafayate para asistir a Jorge Rojas y Abel Pintos y luego continuar la gira hacia Viña del Mar para trabajar en el famoso festival.
Sin embargo, por supuestas “complicaciones” personales que adujo “Luz”, el viaje tuvo que ser reprogramado. Y de hacerlo en avión, como estaba previsto, debieron hacerlo en un colectivo. De volar desde el Aeropuerto internacional de Córdoba a tomar el ómnibus en la plaza Colón.
Tras 19 horas de viaje a Cafayate por un camino alternativo, “Luz” les explicó los 13 damnificados que habían viajado que, debido a que “Warner” no había girado los fondos, no iban a poder hospedarse en la lujosa estancia.
“Manipulaba un montón”
La estilista Manuela Montero contó a La Voz cómo fue una de las tantas víctimas. Conoció a “Luz” a través de una conocida ante quien la imputada se presentó como del staff de Luis Miguel y le ofreció ser parte del equipo del cantante mejicano.
A Manuela le ofrecieron ser asistente de imagen de “Luismi”. Tomó clases de inglés y de oratoria, tuvo que estudiar los estadios a los que iba a presentarse supuestamente el cantante. Por las exigencias que esgrimía “Luz” que tendrían siendo parte del staff debían trabajar ocho horas diarias.
“Yo cerré la peluquería que tengo desde hace 16 años para poder trabajar. Ella nos pedía discreción porque Luis Miguel era muy exigente y que si no la teníamo,s nos daría de baja de la gira 2024″, contó.
De esta forma debían reunirse en casas particulares, muchas de los cuales eran de los mismos damnificados (hombres y mujeres, desde 20 a 55 años), que debieron vender hasta sus pertenencias para poder pagar los 200 mil pesos que costaba la “capacitación” (que podía transferirse a su cuenta de una billetera virtual). Algunos vendieron hasta el auto para pagar incluso el vestuario de gala para las ceremonias prometidas que nunca se concretaron.
La falsa responsable de Warner manejaba los nombres de los allegados a Luis Miguel, con quien alegaba “hablar por teléfono” todos los días, además de mucha información de los demás artistas. “Nos manipulaba un montón”, dijo. Les mostró credenciales truchas de Warner, los llevó a eventos en Carlos Paz y dijo haber sido hermanastra de uno de los cantantes de Los Nocheros, además de conocer a periodistas del espectáculo.
“El trabajo psicológico fue terrible. Yo trabajé todo enero ocho horas en enero. Me prometió viajar a ver a Maná a Buenos Aires en avión y nunca viajé. Nos dijo que estaba embarazada y no estaba embarazada. Nos hizo firmar un contrato ilegal y no nos pagó el sueldo de 600 mil que nos había dicho”, añadió.
“Nos hizo leer un libro. Yo hasta di clases a mis compañeros porque era líder de uno de los grupos. Cuando los otros compañeros viajaron a Salta terminaron durmiendo en una casa deplorable y tuvieron que dormir en el patio sentados en una silla”, indicó.
El fiscal González solicitó allanar el departamento de la “periodista y representante de Warner” en barrio Alberdi. “Luz” no era “Luz” sino Silvina Patricia Varela, quien fue imputada por estafa reiterada y no podrá salir del país.
“Precisamente ahora que tú ya te has ido -canta Luis Miguel en Culpable o no-me han dicho que has estado engañándome. ¿Por qué de pronto tienes tantos enemigos? ¿Por qué tengo que andar disculpándote?”.
La “academia”
El fraude de la falsa representante de Warner evoca el caso de una estafa que también tuvo su epicentro en Córdoba. “L360/IM Mastery Academy” hizo pie en Córdoba con una metodología “espejo” de su imitación española, “IM Mastery Academy” (una organización sospechada de montar una estafa piramidal en España) con atrayentes posibilidades de falso crecimiento laboral que enmascararon un caso de trata y fraude virtual.
El “anzuelo” habrían sido las falsas promesas de alcanzar una vida exitosa en poco tiempo y obtener importantes ganancias a través de las redes sociales o el trading de criptomonedas mediante el objetivo de sumar “suscriptores”.
De esta forma, la captación inicial habría sido mediante redes sociales, donde tras una conversación les ofrecían formar parte de L360/IM. Para participar, las víctimas debían transformarse en “suscriptores” a cambio del pago de unos 150 dólares –o incluso más– en concepto de “suscripción”. Al ingresar al grupo, podían recibir charlas y videoconferencias “motivacionales” y/o referentes a “marketing” dadas por algunos de los imputados.
Pero, al mismo tiempo, esos “suscriptores” debían buscar nuevos “socios” (víctimas) a quienes seducir para que se suscribieran. En caso de que los nuevos adeptos no tuvieran el dinero para “suscribirse”, la “suscripción” podía abonarse a través de la captación de nuevos “suscriptores”.
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