Milei ratificó el rumbo de la economía y la búsqueda de déficit cero
El presidente Javier Milei ratificó el rumbo de la economía argentina durante una extensa exposición en el Milken Institute, ocasión en la que puso de relieve la función del “empresario”.
“La responsabilidad social del empresario es ganar dinero, y eso solamente lo puede hacer sirviendo al prójimo con bienes de mejor calidad y mejor precio, por lo tanto los empresarios son benefactores sociales lejos de las críticas que pueden hacerle los políticos gastadores y despilfarradores”, señaló.
“Mientras occidente gira hacia el chamanismo económico y hacia formatos insostenibles de heteredoxia que ponen en peligro a todos, la Argentina vuelve al sendero de la razón, a las ideas del sentido común”, recalcó.
Avanzó entonces en la coyuntura del país y destacó el apoyo que en la sociedad tiene la eliminación del déficit, la emisión monetaria y la inflación. “El establishment no nos quiso dar crédito y se dijeron muchas cosas”, como que era “imposible” realizar un ajuste mayor a un punto del PBI, tener déficit cero o tasas bajas “no servían para reducir la inflación”.
Defendió los superávit fiscal y financiero del Estado, “una hazaña de proporciones históricas no solo en la Argentina sino a nivel mundial”, indicó, tras lo cual recibió un aplauso.
Ante un auditorio académico, Milei reivindicó al Milken Institute: “ha sido durante décadas una de las pocas organizaciones de inserción internacional que se ha mantenido incólume defendiendo los verdaderos principios del capitalismo y las ideas de la libertad, algo lamentablemente escaso en el mundo de hoy”, destacó.
En Davos “dije que occidente está en peligro porque sus dirigentes se alejaron de las ideas de la libertad” que crearon la prosperidad actual de los país del Primer Mundo, ya que “escuchan cantos de sirena que conducen inexorablemente al socialismo y en consecuencia a la pobreza”.
“Lo sé a ciencia cierta porque vengo de la Argentina donde esto tristemente ya ocurrió a lo largo de los últimos cien años”, dijo.
Milei reiteró los argumentos expuestos en Davos por el “fracaso de las ideas colectivistas. “Aplicar esas ideas ya nos han llevado a la ruina”, recalcó. Historió la evolución del PBI per cápita del mundo que “aumentó de forma exponencial” tras la revolución industrial.
Apuntó con insistencia al modelo “colectivista” incluso con las reglas “laxas del capitalismo”.
Recordó, en esa línea, la prosperidad Argentina a comienzos del siglo pasado y la movilidad social ascendente a partir del impulso que generó el capitalismo de entonces.
Fustigó la teoría de la “justicia social” y dijo que “nos guste o no las demandas son infinitas pero los recursos son finitos”.
“Desde 1949 la base monetaria en Estados Unidos se multiplicó 16 veces, mientras que en Argentina se multiplicó la astronómica cifra de 23.000 trillones de veces”, agregó.
Describió entonces la caída de la economía argentina, “habiendo llegado a multiplicar la pobreza por más de 10 veces en los últimos 50 años”.
“Cuando asumimos el gobierno encontramos una situación tan crítica que la economía se encaminaba a una inflación de por lo menos 15 mil por ciento”, reiteró una vez más.
Defendió la libertad económica porque “produce beneficios colectivos”. “El mercado libre es un proceso de descubrimiento en el cual el capitalista encuentra sobre la marcha el rumbo correcto en la búsqueda constante del beneficio por ofrecer bienes de mejor calidad o mejor precio”, avanzó en su mensaje.
Aludió a la cultura donde “se persigue al privado para que se someta a mandamientos de supuesta moral, en cuestiones como el género, la cuestión racial o la cuestión ambiental” los cuales “muchas veces terminan atentando contra la libertad y la capacidad de las empresas para generar riqueza”.
Ejemplificó que en “esta semana aquí mismo, en Estados Unidos, con las decenas de miles de jóvenes a lo largo y lo ancho de los campus universitarios, reivindicando el terrorismo islámico y promoviendo el antisemitismo. O sea, literalmente la cultura de elite de occidente enemistada con su propia cultura”.
“La responsabilidad social del empresario es ganar dinero, y eso solamente lo puede hacer sirviendo al prójimo con bienes de mejor calidad y mejor precio, por lo tanto los empresarios son benefactores sociales lejos de las críticas que pueden hacerle los políticos gastadores y despilfarradores”, señaló.
(noticia en desarrollo)
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