Mejor conectividad, base de las ciudades inteligentes
En los últimos meses, hemos visto al mundo transformarse. Es evidente que las ciudades se verán afectadas a largo plazo, por lo que es fundamental reflexionar sobre cómo las tecnologías emergentes pueden dar forma al futuro.
La aparición de las redes 5G y el despliegue de la banda ancha ilimitada pueden cambiar la forma en que las ciudades definen su futuro digital. La promesa de la conectividad móvil gigabit, la baja latencia y una densidad de dispositivos sin precedentes ofrecen nuevos y emocionantes desarrollos que afectan a todos los aspectos de la vida pública, desde el transporte inteligente hasta la seguridad pública y la gestión de residuos.
Además, la pandemia está arrojando luz adicional sobre la brecha digital y vemos que un enfoque en una mayor conectividad y acceso de banda ancha tiene el potencial de llenar las lagunas de cobertura.
Con una mejora en la infraestructura y en la conectividad, las principales áreas metropolitanas serán las primeras en acoger los beneficios económicos. La mejora de la conectividad constituye la columna vertebral de las comunicaciones y aplicaciones inteligentes de una ciudad; permite que las redes transporten la información en tiempo real, lo que hace que las ciudades sean “inteligentes”.
Estas conexiones entre casi todos los tipos de dispositivos, aparatos o máquinas inteligentes permitirán a las ciudades reducir la congestión del tráfico y las emisiones de los vehículos, gestionar la eliminación de residuos, conservar la energía y optimizar la eficiencia de los servicios públicos.
Las nuevas capacidades 5G facilitarán incluso las comunicaciones entre los coches inteligentes y eventualmente sin conductor, que se conectarán a la gran red de ciudades inteligentes. Con las redes 5G –que se dice que tienen tasas de latencia de menos de un milisegundo–, la entrega casi instantánea de información apoyará la rápida respuesta que necesitan los autos y camiones autónomos cuando se enfrentan a un peligro inminente.
Hoy los proveedores de servicios están introduciendo software que incorpora tecnología de inteligencia artificial (IA) y de aprendizaje automático, que puede ser tan inteligente y dinámico como las propias ciudades inteligentes.
Las innovaciones de software pueden analizar los patrones de datos e identificar anomalías y picos de congestión vehicular e instruir a los sistemas de control de tráfico de la ciudad para que tomen las medidas adecuadas.
Por otra parte, la pandemia reveló los problemas de equidad y las oportunidades para abordarlos, y los dirigentes saben que las desigualdades seguirán aumentando si no resuelven el problema.
A medida que los gobiernos tratan de reconstruir las economías e invertir en infraestructura tecnológica, el despliegue de la banda ancha ofrece a las comunidades la oportunidad de cerrar la brecha digital reduciendo la distancia entre quienes tienen acceso a la conectividad de alta velocidad y quienes no lo tienen.
La banda ancha móvil ofrece a las comunidades un mayor acceso a la tecnología, a la educación, a la atención sanitaria y a la seguridad económica.
La promesa de una mejor conectividad es evidente, pero la implementación apenas comienza. Todavía queda trabajo por hacer antes de que podamos satisfacer plenamente las demandas digitales, tanto de las poblaciones rurales y dispersas como de las grandes, variadas y densas ciudades.
Obstáculos finales
A medida que las ciudades buscan capitalizar los beneficios de una mejor conectividad mediante el despliegue de la banda ancha, su camino puede incluir obstáculos. 5G no es simplemente una evolución de 4G; requiere una transformación masiva exigiendo nuevas arquitecturas que utilicen una infraestructura definida por software.
Cuando el gobierno invierte en este nuevo mundo definido por el software, es imperativo recordar que está construido sobre bloques de construcción comunes de computación, de almacenamiento y de redes.
Por ejemplo, 5G requiere múltiples ecosistemas impulsados por casos de uso y experiencias de usuarios finales, una infraestructura altamente distribuida y agilidad en la carga de trabajo en un entorno nativo de nubes.
El establecimiento de esta línea de base en estándares abiertos e interoperables preparará a los gobiernos para la innovación y la flexibilidad mientras continúan en sus viajes de conectividad.
A medida que aprovechamos la mejora de la conectividad para permitir nuevos casos de uso como parte de iniciativas más amplias de ciudades inteligentes, las redes deben estar equipadas para hacer frente a las amplias variaciones de uso asociadas con la vida cotidiana en una gran ciudad. Dado que el uso del ancho de banda de los componentes cambia con los patrones de tráfico, los ciclos diurnos y nocturnos y los grandes eventos de la ciudad, los líderes de la tecnología de la información deben centrarse en cómo estos factores de estrés están afectando las redes.
No podemos aceptar el statu quo cuando hemos visto lo que la tecnología y los datos pueden hacer cuando más se necesita. A medida que las poblaciones crecen, los servicios gubernamentales deben ser efectivos, eficientes y equitativos.
Para avanzar, debemos tener en cuenta que esta transformación es una evolución arquitectónica gradual y una oportunidad para que las comunidades y los gobiernos cierren la brecha de la conectividad a medida que se reconstruyen.
*Gerente regional Latam de Dell Technologies
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