Luis Miguel deslumbró en el Campo Argentino de Polo: una noche épica para cerrar su gira 2024
Luis Miguel se presentó en el Campo Argentino de Polo este 18 de diciembre en la primera de las dos fechas programadas para cerrar su gira “Luis Miguel Tour 2024″. La misma gira lo había llevado previamente a Buenos Aires en marzo y también a Córdoba, donde decepcionó a sus fans al cantar apenas poco más de diez canciones, frustrado y enojado por el mal tiempo y ciertos problemas que esto habría ocasionado.
En esta oportunidad, ante un público predominantemente femenino, El Sol de México interpretó alrededor de 38 canciones. Los temas abarcaron sus éxitos de los años 80 y 90, sus clásicos navideños y las baladas románticas que supieron robarse el corazón de toda una generación.
El show comenzó casi media hora después de las 21. Para calentar motores y haciendo honor a su apodo, un dorado atardecer con el sol lentamente poniéndose adornaba la pantalla minutos antes de su entrada triunfal al escenario. Un video proyectado mostró momentos destacados de su impresionante trayectoria, aumentando la expectativa del público. Finalmente, desde la cima del escenario, impecable y con su característico traje negro y camisa blanca, “Luismi” descendió las escaleras sonriente y enérgico, iniciando con Será que no me amas un viaje musical inolvidable. Los gritos desenfrenados, cargados de amor y admiración, resonaron en todo el lugar, electrizando el ambiente.
Apenas comenzada su performance, los fanáticos ya estaban extasiados con el magnetismo de Luis Miguel. Continuó con una serie de sus éxitos más reconocidos como Amor, amor, amor, Suave, Culpable o no, Te necesito y Hasta que me olvides. Su voz, potente y aterciopelada, se mantiene intacta a pesar del desgaste que una gira mundial de un año podría provocar. Este tour lo llevó por América Latina, Estados Unidos y España, incluyendo dos fechas en el emblemático estadio Santiago Bernabéu, en España.
Durante toda la noche, Luis Miguel se mostró sonriente y feliz. A diferencia de sus últimos shows, en los que había poca interacción con el público, esta vez hubo un constante ida y vuelta con sus fans, dejando en evidencia su gratitud y cariño por quienes lo han acompañado durante tantos años, en las buenas y en las malas.
No sería un concierto de Luis Miguel sin sus eternos boleros. Llegando a la mitad de la noche, el artista deleitó al público con un popurrí de las mejores canciones de sus discos Romance y Segundo Romance, incluyendo Por debajo de la mesa y Somos novios.
Uno de los momentos más memorables del show, y que toca una fibra sensible en el público argentino, fue cuando interpretó sus versiones de tangos como El día que me quieras, Por una cabeza y Uno, mientras una pareja de bailarines derrochaba sensualidad al mejor estilo rioplatense. Además, rindió homenaje a sus grandes ídolos: Michael Jackson y Frank Sinatra. Gracias a la tecnología, pudo “cantar junto” al primero en Smile/Sonríe, y al segundo, con un perfecto inglés, en Come fly with me.
La noche también tuvo un momento patriótico con el tributo que Luis Miguel realiza al país que lo adoptó como suyo: México. Una docena de mariachis se alineó en el escenario mientras una bandera mexicana flameaba en la pantalla. Durante un breve descanso, el cantante regresó con un cambio de look, vistiendo un atuendo negro, para interpretar La fiesta del Mariachi y, como era de esperarse, La Bikina, que no faltó en el repertorio. En todo momento se lo vio activo, bailando, saltando y risueño, disfrutando genuinamente del momento, algo que hacía tiempo no se le veía.
Haciendo alusión a la época del año, el show incluyó uno de sus clásicos navideños, Santa Claus llegó a la ciudad, que inundó al Campo Argentino de Polo con el espíritu festivo característico de la temporada.
Al final de la velada, con el público en éxtasis y enormes pelotas negras con las iniciales de Luis Miguel rebotando por el campo, el cantante no pasó por alto sus primeros éxitos como La chica del bikini azul, Isabel y su himno indiscutido, La incondicional. Durante todo el evento, “El sol de México” se mostró radiante, vital y más joven que nunca.
Cuando calienta el sol fue el tema que coronó la noche, transformando el concierto en una verdadera fiesta que culminó con una especie de jam session entre Luis Miguel y sus músicos. Al finalizar la zapada, conmovido por el cariño del público, el cantante no dejaba de saludar, lanzar besos y sonreír con su distintiva sonrisa perlada.
El broche de oro llegó cuando presionó un botón rojo ubicado en una mesita sobre el escenario que activó un espectacular show de fuegos artificiales que iluminó el cielo durante unos diez minutos, acompañando la retirada de un público más que satisfecho con el espectáculo presenciado.
Esta primera jornada de cierre de tour fue no solo épica, sino también histórica para Luis Miguel. El cantante está en camino de convertirse en el artista solista de los años 80 con mayor recaudación en una gira, superando a Madonna y su “Sticky & Sweet Tour”, que generó 411 millones de dólares. Además, según informaron en su cuenta de Instagram, este logro podría posicionar la gira como la decimoctava con mayores ingresos en la historia.
Sin duda, quienes presenciaron esta noche mágica atesorarán por siempre los recuerdos de un show inolvidable, que marcó un capítulo importante tanto en la historia personal de Luis Miguel como en la de sus fans.
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