Los cordobeses y ese protagonismo tan anhelado en la Liga Profesional
El anhelo fue siempre este, el que muestran en la actualidad los tres equipos cordobeses que son parte de los 28 equipos en la Liga Profesional. Una cosa es participar y otra muy distinta es competir con ambiciones, que es lo que están haciendo Talleres, Instituto y Belgrano en esta temporada, pero que ya lo habían realizado durante la pasada.
Durante muchos años, la plaza Córdoba se debatió con sus clubes buscando ser de Primera, ya fuera porque estaban en categorías inferiores, o porque jugaban en la A, pero con parámetros que distan de lo que se necesitaba para ser dignos de la máxima divisional. Tanto la “T”, la Gloria y la “B” hoy están mejor que varios, incluso “grandes”.
Sus dirigencias, que tomaron nota de las penurias pasadas en un fútbol cordobés que supo de quiebras y convocatorias, han trabajado lo necesario y bien para transformar a los clubes en sólidos, confiables, competitivos. Y en un fútbol donde malos ejemplos se encuentran sin esfuerzo y en el cual por estas horas está abierto sin opciones (a la argentina) el debate asociaciones civiles sin fines de lucro o SAD, los tres clubes más populares de Córdoba dan señales de buena administración, que apuntalan sus aspiraciones deportivas. Y en las tablas aparecen en la parte de arriba.
El jueves, Instituto salió dispuesto y lo hizo: aniquiló a Independiente. Antes de los 10 minutos ya le ganaba 2-0. Los goles de Ignacio Russo respaldaron virtudes propias, minimizaron pergaminos ajenos y potenciaron y confirmaron las pretensiones gloriosas. Ni aún cuando el Rojo descontó esa ambición albirroja sufrió alguna fisura, al contrario, el golazo de Santiago Rodríguez despejó dudas, ratificó ese inicio avasallante y encaminó uno de esos triunfos necesarios, por lo convincente y lo motivador.
El viernes, Belgrano afrontó con ambiciones un partido durísimo ante un rival que se caracteriza por impedir y esperar pasa lastimar. El segundo gol celeste, cuando recién le habían empatado y eso podría haber sido un cachetazo porque ponía en jaque una victoria más que necesaria, fue una joya en la cual se combinaron posesión, paciencia, panorama, desequilibrio y definición. Hubo 26 pases. Sí, el Belgrano de Juan Cruz Real hizo 26 pases, antes que el jugador/hincha Franco Jara anticipara a todos tras la habilitación del intratable Bryan Reyna.
Anoche, Talleres defeccionó y recibió un inesperado golpe de Vélez en Liniers, con un 0-3 que no estaba en los planes de nadie. Pese a semejante derrota que le impidió mantenerse en lo más alto, la “T” tiene tiempo de sobra para levantarse. En tanto, asoma con Instituto y Belgrano entre los de arriba.
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