La Voz del Interior @lavozcomar: Los argentinos de Supervivencia al desnudo: Sorprende el nivel de masoquismo que tenemos

Los argentinos de Supervivencia al desnudo: Sorprende el nivel de masoquismo que tenemos

“Me sorprende el nivel de masoquismo que tenemos, porque a todos nos gustaría volver a participar, y yo, particularmente, la pasé muy mal”, reconoce Ana Lis en diálogo con La Voz, antes del estreno de la tercera temporada de Supervivencia al desnudo Latinoamérica, el reality que la tiene a ella, a Facundo y a Estela como los únicos representantes locales en la competencia.

Esta nueva edición promete llevar al límite a 10 concursantes provenientes de Argentina, México y Colombia mientras intentan sobrevivir en la selva del Gran Chaco, una de las regiones más hostiles de la región. El reto consiste en pasar 21 días completamente desnudos, enfrentando la dureza del entorno sin más recursos que su ingenio y su determinación, recorriendo la zona hasta llegar al punto de extracción designado.

Sin ropa, sin comodidades y con la única misión de sobrevivir, los participantes argentinos coinciden en que el hambre, la sed, el cansancio, los pinchazos y las picaduras masivas son difíciles de superar, pero controlar la parte mental es el mayor reto de todos.

Estela analiza que la peor parte “es la mental”, porque es lo que puede hacer que algo insignificante se convierta, de repente, en un verdadero problema. “Quizás es una cosa mínima, pero tu cabeza tiene la capacidad de agrandarla al extremo. Además, si sumás que estás en un entorno extremo, desnudo, donde nadie te acerca un vaso con agua cuando tenés sed y nadie te da un pedazo de pan cuando tenés hambre, es algo difícil de manejar”.

“Mucha gente me pregunta si es verdad que nadie te da nada y sí, es tal cual se ve. Uno imagina que fuera de cámara alguien te alcanza algo, pero no. El desayuno de la mañana no te lo trae nadie”, confiesa luego.

Facundo coincide y agrega: “Además, hay un montón de tiempo, pero un montón, en el que estás literalmente solo o con tu compañero, y en un segundo todo se va al tacho. De estar bien y en armonía con la naturaleza y el entorno, la cosa se complica, y es muy difícil recuperarte mentalmente de esos momentos, porque la percepción de que te podés morir, y que te vas a morir ahí, está. No sé si el riesgo es real, pero la percepción sí lo es. Y superar esos momentos es determinante para completar el desafío”.

—¿Qué los motivó a querer ponerse a prueba de esta manera?

—Ana Lis: A mí me motivó el hecho de que soy fan del desafío desde hace muchos años y tuve el apoyo de mi familia para hacerlo. Nosotros somos todos aventureros, y ese afán por la aventura fue parte de la motivación. Dentro de mi familia, probablemente yo sea la menos preparada. Tengo hermanos que estuvieron en la Marina, pero yo era la única que podía participar por disponibilidad horaria y laboral.

Ana Lis y Marcela en Supervivencia al desnudo Latinoamérica 3. Foto: Max.

—Estela: En mi caso, desde chica tuve muchas dificultades. A medida que fui creciendo y madurando, me pasaron un montón de cosas y yo sentía que todo lo que vivía me estaba preparando para algo más grande. Y lo sigo pensando, porque siempre hay algo más grande por enfrentar. Pero cuando surgió la posibilidad de entrar al programa, venía de un accidente en el que casi muero y dije: “Bueno, voy a poner a prueba todo lo que aprendí”. Fui a buscar una respuesta sobre quién era y si realmente todo lo que había pasado me había hecho evolucionar como creía. Y la respuesta fue satisfactoria.

—Facundo: Comparto el perfil aventurero de ellas, pero además soy súper fan del programa en todas sus ediciones y formatos. Me atrae el hecho de que lleva la aventura a otro nivel y yo lo quería vivir y experimentar. Por suerte, tuve la oportunidad de hacerlo.

—Tengo la sensación de que el hecho de estar desnudo, en un contexto de tantas carencias y desafíos, pasa a segundo plano. ¿Cómo lo vivieron ustedes?

—Estela: En mi caso puntual, al comienzo, cuando se acerca mi compañero, fue como: “Bueno, te reconozco como compañero y listo”, ya está. Cuando empezás a caminar y te pinchan las espinas, la desnudez pasa a segundo plano. Para mí, el hecho de quitarte la ropa tiene un efecto simbólico, porque siento que me quitan la humanidad. Desnudo podés estar en muchas circunstancias de tu vida, pero que te digan que no te podés vestir es una manera de llevarte a lo más primitivo del ser humano.

Estela y Gustavo en Supervivencia al desnudo Latinoamérica 3. Foto: Max.

—Ana Lis: Yo con la desnudez no tengo problema, pero mi marido sí. Fue una discusión antes de entrar, pero bueno, es mi cuerpo y yo decido. Lo que prometí en el altar fue fidelidad, y la cumplo bien. Para mí, la desnudez tiene que ver con la supervivencia. Si nos das una remera, te hacemos un filtro de agua, una trampa para peces, una red… tenemos muchas habilidades para trabajar con cosas que están en la naturaleza. Imaginate si nos das algo industrializado.

—¿Tener que sobrevivir en territorio argentino fue una ventaja o una presión extra para ustedes?

—Estela: Sí, jugar de local es una presión extra.

—Ana Lis: Tal cual. Yo quería ser una buena anfitriona y demostrar que conocía el terreno. ¡Qué vergüenza si no reconozco un espinillo! Es básico. Pero si estás en Colombia y aparece un árbol que quizás también está acá, te podés hacer la sonsa.

—Facundo: En mi caso, ninguna de las dos, porque mi desconocimiento era absoluto. Mi perfil es más de lagos, montañas, mares y costas, y me tocó la selva del Gran Chaco.

Participar de esta experiencia fue más que un desafío físico para los tres: fue un aprendizaje y una posibilidad de experimentar sensaciones únicas e irrepetibles en un contexto, como indica Estela, “más o menos controlado”. “No es que te internás solo en el bosque y, si te morís, nadie te encuentra. Este era un ambiente controlado en el que podías hacer algo con lo que habitualmente fantaseamos, pero que es difícil llevar a la práctica”.

Y Facundo concluye: “Particularmente, cambiaría todas las comodidades por volver. Hay sensaciones que sólo te las puede brindar estar en esas situaciones y superarlas. No existe otra experiencia superadora en la vida”.

Para ver

Supervivencia al desnudo Latinoamérica. Tercera temporada. Disponible a partir del 13 de febrero con un episodio estreno todos los jueves a las 22 en Discovery. En Max, disponible desde este lunes 10 de febrero.

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