Lo que no se vio del cuarto juego entre Atenas y Racing: la lesión de Arn y los gestos del equipo
Hay quinto. Nadie dijo que esto sería simple. Se supo desde el principio. Pero, por si hacía falta, este lunes Racing se lo hizo recordar a Atenas. En Chivilcoy, el que estaba con la soga al cuello hizo lo que tenía que hacer. Al Griego no le alcanzó con lo que pudo exponer en cancha. Fue 84-70 para la Academia, que igualó la serie final de la Liga Argentina 2-2 y estiró a un quinto y definitivo partido para saber cuál de estos dos se queda con la corona y el ascenso a la Liga Nacional.
Tras un inicio parejo, la cosa comenzó a resquebrajarse para los cordobeses. Lucas Arn sufrió una lesión en su aductor derecho. El capitán, el goleador, afuera. El otro detalle sumamente importante fue la defensa. No pudo aparecer casi nunca en escena la griega. No supo cómo hacerlo. Racing fue fluidez en ascenso con el correr de los minutos. Aprovechó los déficits de la visita y terminó imponiendo condiciones.
Energía que se cortó
El cuarteto sonó fuerte y desde temprano para hacer entrar en calor a los hinchas en la noche chivilcoyana. A las 20.41 entró el Verde a escena. En la puerta del vestuario visitante, totalmente ajenos al clima exterior de los hinchas locales, Atenas se gritó, se alentó, se potenció. Y se metió con todo al campo de juego a pura energía.
El aliento del centenar de cordobeses que coparon el codo que tenían asignado se hizo sentir. Hubo varias caras de esas que están siempre. Hasta “la Coneja” Baldassi estaba. “Señores yo dejo todo para ir a ver a Atenas”… La estrofa del himno del momento para el Griego que, lejos de casa, se hizo sentir en una tierra que estaba visitando por primera vez. A la que fue a buscar el lugar que le corresponde.
20.52 fue la presentación olímpica de Atenas. 20.55, la impresionante de Racing. Al estilo NBA: luces principales apagadas, luces de color danzando entre el humo y música como protagonistas. A pesar de todo eso, el capitán Lucas Arn empezó con los saludos al resto de los cuatro iniciales y, luego, siguió con el jefe de equipo Javier Ciani, el manager Germán Baralle, Mirco Brkljacic y con cada uno de los que estaba en la banca visitante. El resto de los iniciales de Atenas hizo lo mismo. Unidad.
Mientras los jugadores anoche vestidos de blanco, con vivos verdes, hacían lo que podían en cancha, en la banca visitante “El Negro” Peirone, DT del Griego, vivió el partido como siempre, con su aplomo, con su tranquilidad. Es raro que se salga de eje. Camina de un lado a otro con los brazos cruzados, que pasan a estar en jarra o se mueven levemente hacia los costados como haciendo la mímica de para dónde tiene que ir la jugada. Claro que acá la gran víctima es ese chicle al que masca y masca para apaciguar su ansiedad y nervios. Un crimen de lesa golosina.
El entrenador probó cambiando piezas y cambiando sistemas defensivos. Nada provocó el efecto deseado. Racing se adueñó del partido y fue desmigajando a un equipo que empezó a quedar anémico de ideas, de reacción, de confianza.
En la banca, Lucas Arn miraba a pura impotencia. En su tierra natal soñó con dar el paso que le faltaba. El destino le jugó una mala pasada. Se “quedó a pata” por la lesión. Atenas, también. Lucas miró muchas veces hacia donde estaba sentada su familia. Buscaba refugio. Buscaba esa banca, la que siempre está. Elongó y elongó su aductor. Y empezó a pensar en estar bien para el viernes. A medida que el final anticipado corría, sus compañeros salían de escena para que los más chicos cerraran el juego. Los fue saludando a todos. Arn ya quiere estar en el viernes. Atenas tiene que seguir a su capitán.
https://www.lavoz.com.ar/deportes/basquet/lo-que-no-se-vio-del-cuarto-juego-entre-atenas-y-racing-la-lesion-de-arn-y-los-gestos-del-equipo/
Compartilo en Twitter
Compartilo en WhatsApp
Leer en https://www.lavoz.com.ar/deportes/basquet/lo-que-no-se-vio-del-cuarto-juego-entre-atenas-y-racing-la-lesion-de-arn-y-los-gestos-del-equipo/