“Ley ómnibus”: el desafío de proponer alternativas superadoras
El 26 de diciembre comenzó el período de sesiones extraordinarias, en las cuales los legisladores tenemos un rol fundamental para tratar el proyecto de Ley Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos, que envió el Poder Ejecutivo Nacional.
Desde el bloque Hacemos Coalición Federal, que reúne a 23 diputados, compartimos un objetivo común: trabajar en alternativas que ayuden a salir del país de la profunda crisis en la que se encuentra. Somos un grupo de políticos muy preocupados por la situación que vive el país y comprometidos en buscar soluciones.
Nuestro enfoque político es aportar gobernabilidad. Por ello, estamos dispuestos a colaborar fuertemente en las herramientas legales fundamentales para que empiece a funcionar el Estado, pero eso no significa darle un cheque en blanco al Gobierno.
En relación a la “ley ómnibus” y el decreto de necesidad y urgencia (DNU) compartimos muchas de sus propuestas, en especial teniendo en cuenta el contexto de profunda y larga crisis que transita el país. Pero también hay puntos de esta norma que pueden ser mejorados y otros que directamente consideramos equivocados, incluso contrarios al espíritu que motiva esas iniciativas.
Ante esta realidad nuestro planteo es proponer cambios que lleven a corregir errores o a perfeccionar las transformaciones que plantea el Ejecutivo. Es una actitud propositiva y de colaboración.
Mejores herramientas
Identifico a las iniciativas como un conjunto de transformaciones muy necesarias, pero contienen algunas disposiciones que son contrarias a los objetivos buscados.
Tal vez el ejemplo más ilustrativo es el aumento de las retenciones, aunque se entiende la imperiosa necesidad de lograr equilibrio fiscal, hay mejores herramientas para lograrlo.
Entre los puntos más débiles del proyecto detecto la necesidad de corregir desvíos que van en contra de la organización federal. Por ejemplo, no transferir a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires la Inspección General de Justicia y el Ente Nacional Regulador de la Electricidad; o continuar con una paritaria docente nacional, siendo que los educadores son empleados provinciales.
Pero me parece que el principal error –que el Congreso tiene la responsabilidad de subsanar– es la (inédita) doble delegación en materia de movilidad previsional. No sólo se pretende facultar al Ejecutivo a dar transitoriamente aumentos por decreto, sino que se reserva también la facultad de definir la nueva fórmula.
Esto, más allá de consideraciones sociales y éticas, no contribuye a la solvencia fiscal. Como lo demuestran experiencias pasadas, es un factor de desestabilización porque aumentará la litigiosidad.
En el mismo sentido, si se va a liquidar el fondo de garantía de sustentabilidad es imprescindible tomar como prioridad el uso de esos activos para cancelar las deudas que tiene la Anses con los jubilados y las provincias. Por el bien de los jubilados, tanto los nacionales como los provinciales, del país en general y también del Gobierno, estamos en condiciones de aportar ideas superadoras en ambos temas.
Más audacia y precisión
El proyecto de ley también aborda temas muy pertinentes como la modernización del sector público o la eliminación de las retenciones bancarias que se imponen sobre los contribuyentes para adelantar el pago de impuestos. En lo personal, creo que le falta audacia y precisión. Estamos dispuestos a aportar planteos más profundos y disruptivos.
Otro de los puntos debatibles dentro del proyecto de ley es la reforma electoral propuesta en el capítulo uno. En cuanto a este punto, la reforma planteada toma varios aspectos de las reformas que ya se hicieron en Córdoba y que demostraron, más allá de aspectos perfectibles, muy buenos resultados. Sin embargo, hay un punto criticable y es la modificación de las circunscripciones que sus cambios pueden resultar discrecionales y con efectos no deseados.
Desde el bloque Hacemos Coalición Federal, sabemos que tenemos muchas coincidencias y que las diferencias las podremos abordar en un marco de respeto y diálogo sincero.
Cuando se parte de estos principios es fácil alcanzar acuerdos para sostener propuestas encaminadas a construir un Estado más moderno y empático con los ciudadanos, promover la producción y el empleo, reconfigurar el régimen federal.
Estamos convencidos de que prevalecen entre nosotros las coincidencias y que seremos capaces de procesar las diferencias. Nuestro bloque es diverso, pero nos une el objetivo de dar las discusiones de una manera amigable, respetuosa y fundadas en evidencia.
* Diputada nacional
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