La Voz del Interior @lavozcomar: Laura Vilches: “Lo peor de ser concejala es ver de cerca ese circo de debate”

Laura Vilches: “Lo peor de ser concejala es ver de cerca ese circo de debate”

–En la secundaria fuiste delegada de tu curso y militaste en el Centro de estudiantes. ¿Por qué empezaste?

–Comencé un poco empujada por mis compañeras y compañeros; otro poco porque me gustaba participar de todo lo nuevo que conocía en la escuela.

–¿Qué tuvo que ver la escuela Manuel Belgrano en esa historia?

–Era natural que cada curso tenía que poder alzar la voz y dar su punto de vista. Además, corrían los ‘90 y desde las escuelas y universidades organizamos la resistencia a la implementación de las leyes menemistas en la educación como la Ley Federal y la Ley Superior.

–¿Cómo ves a los y las estudiantes que tenés frente al aula? ¿Cambió la forma de militar que existía cuando empezaste?

–Laburar con la juventud en el aula es hermoso. Es una interpelación permanente a cuestionarte, revisar, redescubrir la mirada propia del mundo, a complejizarla, a no dar nada por sentado ni por obvio. Es difícil hacer una comparación: cuando yo estudiaba, hubo “oleadas” de lucha estudiantil por demandas propias, algo que recién estamos volviendo a ver en estos años bajo el gobierno de Milei y sus ataques a la educación pública. Hay un rasgo que podría pensarse como diferencial, en torno a la acumulación de experiencias en la juventud con las mujeres y diversidades, junto a los pibes, algo que desmiente que “la juventud se volvió de derecha”.

–Creciste y viviste en barrio Bella Vista, ¿cómo es hoy la realidad de ese barrio?

–Bella Vista sigue siendo un barrio hermoso aunque con los mismos problemas que tenía hace décadas. Por ejemplo, el transporte con pocas líneas y frecuencias. Pero el barrio tiene orgullos como la Biblioteca Popular Bella Vista-Fundación Pedro Milessi. Lejos de la imagen estigmatizante que pesó sobre el barrio históricamente, sigue siendo un barrio obrero donde las infancias juegan a la pelota en la calle hasta las nueve de la noche en verano.

–¿Qué ciudad veías cuando empezaste tu gestión como concejala y qué ciudad te gustaría ver cuando termines la función?

–Veo una ciudad con mucho más maquillaje pero con los mismos problemas estructurales irresueltos. Al PJ no le hizo falta mucho para que la ciudad se viera un poco mejor a como la dejó Cambiemos, pero los grandes problemas de la población siguen existiendo. El del transporte sigue siendo crítico porque han sostenido un enorme negociado para los empresarios complicándole la vida a miles de familias.

–Lo que más y lo que menos te gusta de la ciudad de Córdoba.

–Lo que más me gusta de la ciudad es su cercanía con las sierras, con ese pedazo de monte en su interior, la Reserva Natural San Martín. Lo que menos, el cemento que insisten en colocar con la “urbanización” para los sectores más acomodados y la especulación, como si fuera gratuito impermeabilizar los suelos, degradar su vegetación.

–En el Concejo Deliberante, ¿se discute lo que habría que discutir para mejorar la ciudad? ¿Por qué?

–En el Concejo se discute bastante poco. El oficialismo lleva proyectos testimoniales mientras las decisiones reales las toma el ejecutivo arrogándose todo el poder de decisión mediante las “emergencias”. Cuando se debate algo importante en el Concejo, usan la antidemocrática cláusula de gobernabilidad (que desde el Fitu proponemos eliminar) para hacer pesar su mayoría automática.

–¿Sentís que tus pares de otras bancas te escuchan?

–Creo que sí, aunque disientan. Nos ganamos un lugar de respeto en todos los niveles, tanto nacional, como aquí junto a mis compañeras del resto del Fitu, y eso se debe a que laburamos muy seriamente, con coherencia y sobre todo, respetando el mandato de estar en las calles, defendiendo los derechos del pueblo trabajador, las mujeres y diversidades, la juventud, el ambiente, las libertades democráticas.

–Lo mejor y lo peor de ser concejala.

–Para mí, ser concejala no es muy distinto de cualquier laburo: las bancas son un puesto más de lucha desde el cual militar y sostener el compromiso. Quizás lo peor es ver de cerca ese circo de debate, mientras las decisiones en serio las toman en otro lado: gobiernos y empresarios. Lo mejor: saber que hay gente que lejos de volverse escéptica por la permanente frustración con los y las políticas tradicionales, puede volver a opinar que existe una política de otra clase, que es la que está al servicio de la clase trabajadora.

–Lo mejor y lo peor de haber sido legisladora.

–Ídem a la respuesta anterior.

–¿Qué es ser de izquierda hoy?

–Es defender los derechos y conquistas de la mayorías trabajadoras, precuparse por la catástrofe ambiental que provoca el capitalismo, por los derechos de las mujeres y las diversidades. Es rebelarse ante las injusticias, el hambre, la violación de los derechos humanos acá y en cualquier lugar, como pronunciarse contra el genocidio del Estado de Israel contra el pueblo palestino.

–¿Qué es el trotskismo hoy?

–Ser trotskista hoy, recuperando a León Trotsky, es sostener la perspectiva de que se puede construir una sociedad socialista desde abajo, ejerciendo una democracia más plena que esta que nos dice que sólo podemos decidir cada 2 años. Una democracia superior, donde diariamente pueda decidir el pueblo trabajador dónde están las prioridades. Por eso queremos organizar la resistencia contra el ataque de Milei y los que transan con él y lo sostienen.

–¿Qué es el peronismo hoy?

–Es una fuerza política que históricamente ha planteado que es posible conciliar los intereses de los empresarios con los de la clase trabajadora, algo que por el propio derrotero de eso llamado peronismo, atravesado hoy por una enorme crisis, se ha demostrado imposible. Creo que el rol del peronismo es de ser par en el ajuste de Milei como en el caso de Llaryora y Passerini.

–Un tuit con tu opinión sobre cada personaje:

–Miryam Bregman: Compañera, luchadora contra el negacionismo, contra la impunidad de los genocidas ayer y hoy, abogada de Jorge Julio López y de las causas obreras y fábricas recuperadas.

–Jorge Lanata: periodista audaz al servicio del gran capital.

–Beatriz Sarlo: lúcida intelectual, sagaz lectora y comprometida con sus ideas (aunque yo no las comparta).

–Javier Milei: un fiel personero político del capital financiero internacional y del imperialismo norteamericano que supo traducir el descontento con la política tradicional para que expresarlo contra estos y ocultar a sus verdaderos jefes, los empresarios.

–Como legisladora, presentaste un proyecto para que todos los diputados cobren lo mismo que un docente. ¿Cuáles fueron las reacciones?

–Cajonearon sistemáticamente el proyecto, aunque nosotros, de esas dietas de privilegio cobramos el equivalente a un sueldo docente y el resto lo aportamos a causas y luchas populares.

¿Qué pasó con la denuncia contra la Iglesia de Córdoba por evasión fiscal?

–La provincia decidió que iba a sostener su alianza clerical y “actualizó” el registro catastral pero dejó intactos los privilegios para la Iglesia, otorgando exenciones impositivas aun cuando las propiedades están destinadas al lucro y no a actividades religiosas.

–¿Por qué creés que se cerraron los ministerios de la mujer en la Nación y en Córdoba?

–Porque Milei encarna una decidida reacción patriarcal para la cual la vida de las mujeres vale poco y nada. Acá, aprovechan estos vientos reaccionarios y muestran la verdadera cara, porque no hay presupuesto acorde para declarar la emergencia en materia de género y dejar de precarizar trabajadoras.

–¿Qué pasó con Ni una menos?

–Fue un movimiento de lucha contra la violencia y la opresión hacia las mujeres que hizo erupción y permitió cambios profundos que no han dejado de existir aunque sean menos dinámicos en la superficie. Pusimos en discusión que la mitad de la humanidad, mujeres y diversidades, sufrimos una violencia sistemática que hay que erradicar. Tan profundo es lo que parimos en aquel junio de 2015 que se observa en la reacción patriarcal y la saña con la que nos ataca el gobierno nacional.

–¿Qué es ser feminista hoy?

–Hay muchos feminismos. Con mis compañeras del PTS y la agrupación de Mujeres y Diversidades Pan y Rosas nos definimos como feministas socialistas: anticapitalistas, antiimperialistas y anticlericales, contra instituciones y gobiernos que buscan reproducir los privilegios masculinos. Pero ser feminista es defender el derecho a vivir una vida sin violencias, sin opresión, pero también sin explotación.

–¿Usás lenguaje inclusivo?

–Sí, siempre, lo que no significa hablar todo el tiempo con “e”. El lenguaje cotidiano ya incluye formas de decir y nombrar que permiten no reproducir patrones sexistas. El uso de “e” y otros signos lingüísticos buscan dejar en evidencia las marcas de género en el lenguaje y a su vez responder a la búsqueda de “economía”, es decir evitar repeticiones como usar todo el tiempo “los y las”.

–¿Por qué creés que Milei mantiene los niveles de apoyo?

–Creo que se explica mucho por el desencanto con la política tradicional, con el rechazo al PJ, UCR, PRO y cía., que ya gobernaron y dejaron sus promesas inclumplidas. Pero sobre todo, porque esos mismos partidos y coaliciones son aliados de las políticas más antipopulares garantizándole el “éxito” al gobierno. Esto plantea un escenario de cierto “control” como en torno a la inflación, que Milei muestra como resultado efectivo de la política de ajuste feroz. Pero a la larga, está generando más pobreza, miseria, degradación de la educación y la salud, falta de acceso a cuestiones básicas como los medicamentos para los y las jubiladas.

–¿Qué sentís cuando los libertarios gritan “zurdos” como un insulto?

–Orgullo. Entiendo que están identificando muy bien quiénes son los enemigos de su proyecto de transformación de la estructura del país al servicio de los ricos, del capital financiero internacional.

–¿Por qué decidiste estudiar Licenciatura en Letras?

–Disfruto profundamente de la lectura y la escritura, es un modo de encontrarme conmigo misma y con otra gente mediante la literatura que invita a detenerse en una historia o el sonido de la palabra poética, detenerse en lo que alguien creó para compartir y disfrutar colectivamente.

–Cuál fue el último libro que leíste. ¿Lo recomendarías?

Las niñas del naranjel, de Gabriela Cabezon Cámara. Lo recomendaría porque es una relectura del genocidio y destrucción de la naturaleza que fue la conquista de América desde el punto de vista singular de la Monja Alférez.

–Tres lecturas de verano para recomendar:

La Rosa Roja, biografía gráfica de Rosa Luxemburgo escrita e ilustrada por Kate Evans en traducción de Ediciones IPS; Los últimos días de Julio Verne, última novela de Sergio Olguín; y Trincheras de libertad, una crónica obrera.

–¿Tenés hobbies? ¿Cuáles?

–Experimento mucho con el trabajo manual: la carpintería, la costura, el tejido. Estas vacaciones intento aprender cómo funcionan las acuarelas… Durante el año practico deportes.

–¿Comida preferida?

–Las verduras, todas, en los asados, me lleno rápido con las ensaladas…

–¿Qué preferís hacer en tus tiempos libres?

–Ah, ¿existen los tiempos libres? Duermo, leo y hago actividad física.

–¿Vacacionarías en Brasil?

–Sí.

–¿Qué te parece la campaña turística de Córdoba con la palabra “culiao”?

–Creo que es chabacanería y demagogia para hacerse los “populares” mientras ajustan al pueblo. Es un vocablo que aunque hoy tiene muchos usos, en su origen incorpora un componente machista: refiere a quien ocupa un lugar pasivo en lo que se pretende un “vínculo sexual” y por ello es utilizada, muchas veces como insulto, para degradar a quien está destinada.

–¿Alguna vez se te cruzó por la cabeza abandonar la carrera política?

–No, porque no se trata de una carrera sino de un modo de vivir. Esto no significa estar o no en puestos parlamentarios; la militancia política tal como la entendemos quienes peleamos por transformar la sociedad de raíz es un compromiso vital conmigo misma y con las y los demás de mi clase, la trabajadora.

Perfil de Laura Vilches, una militante hasta los huesos

Nació en Santa Fe, pero vive en Córdoba desde que tenía 5 años. Hizo el secundario en la Escuela Manuel Belgrano, donde empezó su carrera como activista y militante. Estudió Letras Modernas en la Universidad Nacional de Córdoba.

Como integrante del Frente de Izquierda, fue legisladora provincial entre 2014 y 2019 y actualmente es concejala en la Ciudad de Córdoba. P

ese a ser legisladora, cobra sólo el monto correspondiente a un docente y el resto lo dona.

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