La Voz del Interior @lavozcomar: La visión en los niños: cómo ayudarlos a tener ojos fuertes y sanos

La visión en los niños: cómo ayudarlos a tener ojos fuertes y sanos

Los bebés ven el mundo de una forma totalmente diferente a como lo vemos los adultos y esta diferencia empieza en su visión.

A pesar de contar con las estructuras oculares completas, el sistema visual del recién nacido es inmaduro y se irá desarrollando a medida que la corteza cerebral reciba estímulos apropiados y más o menos simétricos de ambos ojos durante los primeros años de vida.

En los primeros meses, que son de especial importancia, se pueden distinguir diferentes etapas:

  • Al nacer el bebé tiene una visión limitada a 20-30 cm, solo percibe las sensaciones de claro y oscuro, la movilidad del ojo es muy reducida y la agudeza visual también. Las caras humanas atraen enormemente su atención, en especial la de sus padres, siendo los límites del pelo los que ayudan más a su reconocimiento.
  • Al mes, el niño logra pasar de la percepción de contraste de luz-oscuridad a la de algunos colores como el rojo y el verde y se inicia el reflejo de acomodación (enfoque).
  • A los dos-tres meses ya sonríe y empieza a seguir con sus ojos objetos en movimiento, aunque lo hace moviendo también la cabeza.
  • A partir de los tres meses se inicia la visión estereoscópica o visión de profundidad o relieve y comienza a manifestar gran sensibilidad por los objetos brillantes.
  • A los cuatro meses el niño percibe más variedad de colores, empieza a enfocar mejor y reconoce cada vez más rostros.

Es en este momento cuando aprende a mover sus ojos con independencia de la cabeza y se va desarrollando la coordinación de los movimientos oculares.

  • A los seis meses el bebé puede fusionar las dos imágenes retinianas de un objeto obteniendo visión binocular. Gracias al dominio progresivo de la binocularidad percibe las tres dimensiones y puede calcular la distancia a la que se encuentran las imágenes y los objetos. A partir de este momento ya ha aprendido a utilizar ambos ojos de forma coordinada y deja de “bizquear”. Si los padres observan que a una edad mayor de seis meses su bebé continúa cruzando los ojos deberán acudir al oftalmólogo especialista.
  • Al año el cálculo de distancias es eficaz y ha mejorado considerablemente la coordinación entre los ojos y las manos y el cuerpo, lo que le permite agarrar y lanzar objetos con cierta eficacia. A esta edad también se han desarrollado ciertas destrezas perceptivas que le permiten comprender su mundo espacial, como la memoria y discriminación visual.
  • El desarrollo del campo visual llega a tener las dimensiones del campo visual del adulto a final del primer año.

No será hasta los ocho-nueve años aproximadamente cuando la visión se desarrolle por completo, siendo los cuatro primeros años los de mayor progresión. En este periodo el sistema es muy vulnerable de forma que la falta de aporte de estímulos visuales puede tener consecuencias nefastas.

Desarrollo de la visión en los niños: el primer año

A las pocas semanas de nacer, el bebé es capaz de distinguir la mayoría de los colores, pero la visión de los colores continuará desarrollándose durante los siguientes meses. En estos primeros meses también empieza a mejorar su agudeza visual y a aumentar lentamente la sensibilidad a la luz.

A los seis meses, la visión de los colores y la agudeza visual están completamente desarrolladas en la visión del niño. Esto significa que ha llegado el momento de realizar el primer examen ocular al bebé. Aunque el bebé evidentemente no podrá leer las letras de la lámina de E como hacemos nosotros, el especialista podrá realizarle otras pruebas no verbales que le permitirán comprobar si sufre de miopía, hipermetropía, astigmatismo u otros problemas visuales.

Hasta los dos años, su bebé estará muy ocupado ajustando sus capacidades visuales, como el seguimiento con los ojos, además de aumentar su percepción de la profundidad y mejorar la coordinación entre las manos y los ojos. La visión del niño continúa desarrollándose durante sus años escolares, ya que su sistema de percepción visual se va reforzando para reconocer las formas, los colores, las letras y los números que necesitan para aprender.

Dr. Juan Ignacio Alonso

Lo que podemos hacer

Podemos ayudar a nuestros hijos a desarrollar su capacidad visual con las siguientes acciones:

-Ofreciéndole estímulos visuales diferentes y de colores llamativos.

-Moviendo sus brazos y piernas simultáneamente para estimular el desarrollo bilateral y binocular.

-Hablándole mientras caminamos por la habitación.

-Colocando una luz nocturna en su habitación.

-Ofreciéndoles juguetes que tengan que alcanzar y tocar u otros juguetes que les permitan explorar distintas formas y colores.

-Jugar a juegos de «palmitas» con el bebé.

-Ofrecerles juegos en los que tengan que construir y destruir torres con piezas que puedan sujetar y manipular.

Signos de problemas visuales en los niños

¿Qué debemos vigilar en la visión de nuestros hijos? Entre algunos de los signos y síntomas más comunes de problemas de visión en los niños se incluyen:

-Desviación constante de uno o ambos ojos.

-Ojos llorosos (puede ser debido a la obstrucción de los conductos lagrimales).

-Párpados rojos o con legañas (normalmente es un signo de infección ocular).

-Sensibilidad extrema a la luz, sobre todo en niños menores de un año (puede indicar tensión ocular alta).

-Pupilas blancas (puede indicar cáncer, problemas de retina, cataratas y otros problemas).

-Problemas para seguir objetos y personas con la vista.

-Evita leer o pintar (niños más mayores).

-Se acerca cada vez más a la pizarra o a la televisión.

¿Cómo protegernos de las pantallas?

Según los expertos hay que seguir una regla simple: consiste en mantener una distancia entre los ojos y el objeto de la lectura de alrededor de 30 cm o la regla del 20-20-20, que consiste en, tras 20 minutos de lectura, mirar más allá de 20 metros durante 20 segundos.

-Aprovechar la luz solar en verano para prevenir la miopía en los niños: pasar entre dos y cuatro horas diarias al aire libre porque la exposición a la luz del sol es uno de los principales factores naturales para prevenir y estancar la miopía en niños y adolescentes. Por ello, conviene aprovechar las vacaciones estivales para pasar tiempo en la naturaleza, la piscina, la playa o los parques de juegos.

-Proteger los ojos del sol en verano con gafas, gorras o viseras. La luz natural es buena para la vista, pero en verano es muy potente, por lo que conviene limitar la exposición solar directa durante las horas centrales del día para evitar los daños que puede provocar la radiación ultravioleta en la retina o en la piel más sensible que rodea los ojos, como las cataratas y los carcinomas o tumores en los párpados.

Los oftalmólogos son los mejores aliados a la hora de vigilar y mantener la salud visual, y esto es especialmente importante durante la infancia, cuando se producen cambios rápidos y se desarrolla la visión. A partir de los seis meses debemos empezar a llevar al niño al especialista para que le realice revisiones oculares completas y plantearle todas nuestras dudas. El especialista es quien mejor puede ayudarnos a detectar cualquier problema y a tomar las mejores decisiones para la visión de nuestros hijos.

Dr. Juan Ignacio Alonso M.P. 29960 M.E. 14082

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