La renuencia a vacunarse y sus problemas
El almanaque ya consumió la mitad del año y aún persiste la renuencia de mucha gente a cumplir con el calendario de vacunación, de modo de prevenir enfermedades típicas de las épocas invernales. Sobre todo, las de origen viral y bacteriano que afectan las vías respiratorias y que, en pacientes inmunodeprimidos, pueden alcanzar picos de gravedad.
Toda la población debe recibir las dosis indicadas por los profesionales, aunque siempre tomando como marco de prioridad a las embarazadas, a los menores de edad y a las personas mayores.
En la intención de transmitir conciencia sanitaria, los médicos advierten que los pronósticos no parecen ser demasiado alentadores. Y el paulatino regreso del barbijo es una muestra elocuente de ello.
Por estos días, es habitual observar en lugares cerrados y de relevante afluencia de público a personas de distintas edades protegidas con el tapabocas que cobró notoriedad durante los peores ciclos de la pandemia por el Covid-19.
A propósito de la mención (aunque sin el extremo del colapso sanitario de aquellos tiempos), es oportuno apuntar que está vigente la vacuna de refuerzo contra el coronavirus y que los infectólogos aconsejan aplicarla una vez al año.
Pero retomando las inmunizaciones prescriptas desde un alcance general y, como informamos días atrás, el ministerio de Salud de Córdoba alertó que menos de la mitad de las mujeres gestantes se inmunizó contra el virus sincicial respiratorio, uno de los principales causantes de la bronquitis infantil.
En ese aspecto, el reporte oficial indica que sólo el 43% de las embarazadas cumplió con la dosis requerida, cuando en esta época del año los indicadores de inoculación tendrían que orillar, al menos, el 75%.
La vacuna contra el virus sincicial es crucial para proteger al bebé desde su nacimiento y hasta los seis años. Sin embargo, las autoridades admiten que no es sencillo “captar” a las personas gestantes y que, incluso, algunos pediatras olvidan recomendarla.
Lo cierto es que los virus que atacan las vías respiratorias están en plena circulación, lo cual se traduce en un incremento de las internaciones, no sólo en Córdoba sino en todo el país. Tampoco se han observado hasta ahora las coberturas necesarias de vacunación contra la gripe y el neumococo, por mencionar algunas de las incluidas en el calendario.
El Estado asiste en su función de proveer las medicaciones, pero hay también una responsabilidad individual de las personas en la tarea de concurrir a los centros de vacunación, tanto de las órbitas nacional y provincial, como municipal.
Sin embargo, hay situaciones curiosas en la resistencia a las prevenciones. Por caso, Laura López, subsecretaria de Estrategias Sanitarias de la Provincia, explicó que las dosis están disponibles, pero comentó que después de la pandemia aumentó la resistencia de la gente a recibir las vacunas del calendario anual.
A modo de síntesis, y como bien pregona la Organización Mundial de la Salud, la vacuna es una forma inocua y eficaz de protegernos.
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