La Voz del Interior @lavozcomar: La influencia de las redes sociales en los trastornos de la conducta alimentaria

La influencia de las redes sociales en los trastornos de la conducta alimentaria

Los Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA) son un reflejo complejo de la interacción entre la psicología individual y las influencias socioculturales. En la era digital, las redes sociales y las presiones sociales han emergido como factores críticos que moldean nuestra percepción del cuerpo y pueden exacerbar estos trastornos.

“Actualmente hay un exceso de la adulación e importancia que se le da a la delgadez, o a ciertas características que hay que cumplir en ciertos grupos sociales o culturales, tanto que constituye un valor para formar parte” explica la Dra. Betina Almada, especialista en psiquiatría infanto juvenil del Servicio de Salud Mental sede Cerro del Sanatorio Allende. Y añade: “Son situaciones que suelen volverse factores de riesgo y que como modo singular de solución a la ansiedad y el malestar que generan esas experiencias, en vez de solicitar ayuda, puede aparecer la enfermedad”.

Algunos años atrás, Google y UNICEF brindaron los resultados de dos relevamientos sobre el uso de la tecnología y la seguridad en línea. Allí se señaló que en Argentina, solo el 62% de los padres se capacita sobre el uso de dispositivos móviles, la cifra más baja de la región.

Además, los niños argentinos reciben su primer celular a una edad más temprana que en cualquier otro país de la región, con un promedio de 9,1 años. Aproximadamente el 46% de los niños comienza a pedir el celular alrededor de los 7 años, y es habitual ver a los más pequeños solicitando el teléfono de sus padres.

“La adolescencia en sí misma puede constituir un factor de riesgo para su inicio ya que es un momento en la vida que implica asimilar cambios en el crecimiento y desarrollo del propio cuerpo, y sus relaciones con su entorno, padres y pares” comenta la doctora Almada. Y explica: “Es un momento de paso de la niñez a la adultez por lo tanto donde se va incorporando una posición más adulta, responsable, de decisiones propias en relación a gustos, intereses, gustos sexuales lo cual conlleva la necesidad de acompañar estos cambios así el adolescente pueda tramitar una separación saludable de quienes han sido sus referentes hasta el momento y comiencen a tener o sumar otros referentes como por ejemplos profesores, amigos en sus pensamientos y conductas”.

Las redes sociales, con su omnipresencia, promueven un ideal de delgadez que puede ser dañino. Los algoritmos priorizan imágenes y contenidos que refuerzan estándares estéticos poco realistas, creando una presión constante para cumplir con estos ideales.

Las consecuencias de los TCA van más allá de la apariencia física

La constante exposición a cuerpos “perfectos” y la cultura de la dieta puede llevar a la insatisfacción corporal. “Esta insatisfacción es un factor negativo para el desarrollo de TCA, especialmente en adolescentes que buscan su identidad y validación en estos espacios virtuales” explica la licenciada Julieta Negrete, también especialista del Servicio de Salud Mental del Sanatorio Allende sede cerro.

Fomentar el diálogo abierto sobre la autoimagen y los desafíos de la adolescencia puede ayudar a reducir la presión social y proporcionar un refugio seguro.

Las presiones socioculturales también juegan un papel importante. Desde la publicidad hasta los medios de comunicación, se perpetúan estereotipos de belleza que asocian la delgadez con el éxito y la felicidad, lo que puede desencadenar conductas alimentarias desordenadas.

“En este contexto, es crucial reconocer los signos de alarma tempranos de los TCA” explica la licenciada Silvina Castillo, jefa del Servicio de Salud Mental sede Cerro del Sanatorio Allende. Y añade: “La obsesión por la ingesta calórica, la pérdida de peso repentina y las conductas compensatorias como el exceso de ejercicio son indicadores críticos que no deben ser ignorados”.

Estas afecciones afectan gravemente la salud mental, causando depresión, ansiedad y aislamiento social, lo que deteriora la calidad de vida de quienes las padecen.

Para abordar estos desafíos, se necesita una estrategia de prevención y apoyo multidisciplinario. La educación sobre los riesgos de los TCA y la promoción de una imagen corporal positiva son fundamentales para contrarrestar los efectos negativos de las redes sociales.

Las familias y los educadores deben desempeñar un papel activo en la creación de entornos de apoyo. Fomentar el diálogo abierto sobre la autoimagen y los desafíos de la adolescencia puede ayudar a reducir la presión social y proporcionar un refugio seguro.

El tratamiento de los TCA requiere un enfoque multidisciplinario. La combinación de terapia psicológica, apoyo nutricional y la intervención médica, puede ayudar a los individuos a recuperar su salud y bienestar.

“Los tratamientos suelen tener en cuenta el grado de afectación físico, psíquico, social” comenta la doctora Almada. Y concluye: “Sin embargo, la opción primera es el tratamiento por medio de la palabra y luego, si es necesario, un tratamiento psicofarmacológico.

En el Sanatorio Allende, promovemos una visión integral para el tratamiento de los TCA. “La era digital ha transformado cómo nos vemos y cómo nos vemos a nosotros mismos” explica la licenciada Castillo. Y concluye: “Es crucial enfrentar estos desafíos con estrategias de prevención efectivas y un enfoque de tratamiento que abarque todos los aspectos de la salud de una persona”.

Licenciada Silvina CastilloDoctora Betina AlmadaLicenciada Julieta NegretteServicio de Salud Mental Sanatorio Allende

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