La fábrica cordobesa de muebles corporativos que quiere ser una marca global y sustentable
En 2024, Hause Möbel cumple 30 años fabricando muebles para el mercado corporativo. Y lo hace apostando a más: la inversión de más de 200 mil euros en tres líneas nuevas de producción importadas de China que le permitirán duplicar la producción.
¿Qué los mueve a invertir en un contexto tan difícil? Un plan para convertir a Hause Möbel en una marca global, sustentable y competitiva en cuanto a calidad, una idea que incluye avanzar en nuevos mercados en Latinoamérica.
De esto hablan José Milajer, presidente y director de Operaciones, y Soledad Milajer, directora comercial y responsable de Relaciones Institucionales, quienes reconocen como inspirador y guía a su padre, Luis, que amobló oficinas de empresas como Arcor o Santander.
–¿Cuándo nació Hause Möbel?
–José Milajer (JM). En 2024 estamos cumpliendo 30 años fabricando mobiliario para empresas y organizaciones. Arrancó con Soledad, un socio que ya no integra la empresa y unos pocos operarios en Ameghino Norte, en un taller de 300 m2. Yo entré hace 21 años, pero iba desde antes a curiosear, a limpiar y a levantar piezas, y así me empezó a gustar, así que cuando terminé el colegio empecé a estudiar diseño industrial; de hecho, a eso me dediqué desde el inicio, a la producción. Entonces, ya se había incorporado uno de mis hermanos, Germán. El último en sumarse fue mi Diego, todos cumpliendo un rol diferente.
–¿Cuándo dieron el primer paso en el crecimiento?
–Al quinto o sexto año, cuando nos trasladamos a la avenida Fuerza Aérea (ruta 20) a un galpón de 1.200 m2 y luego alquilamos un galpón al lado. Con el tiempo, nos quedó chico, entonces sumamos otro depósito; al sumar tapicería, alquilamos otro galpón a cuatro cuadras, así que teníamos desparramada toda la producción en cuatro galpones-depósitos y eso nos generaba un costo logístico alto. Con el tiempo, pasamos a producir bajo catálogo, pero por serie.
–Siempre muebles, sillas y sillones para el mercado corporativo, ¿no?
–Siempre. Nos han tentado a ir para el lado del mueble residencial, pero estamos convencidos de que si uno pone foco en un nicho, como el mueble en placa para las organizaciones, uno se hace especialista. Este es un mercado que evolucionó previo y pospandemia, y ahora tiene un dinamismo distinto, lo que te obliga a generar nuevos diseños, nuevas tecnologías, cambiar procesos, y ser mucho más dinámicos y flexibles.
–¿Cuándo armaron la planta en el Polígono Industrial de Malagueño?
–En 2014. El predio tiene cerca de dos hectáreas. Diseñamos un master plan de 12 mil m2 cubiertos, del cual hoy tenemos desarrollado el 50% aproximadamente, y acá centralizamos administración, producción de muebles y sillas, y depósitos.
–Supongo que el impacto de la pandemia de Covid fue duro.
–Sí, por el cierre temporal de muchas oficinas. Pero increíblemente se activó una oportunidad.
–¿Cuál?
–Como en 2020 todo era home office, las personas no estaban preparadas para una jornada de trabajo de ocho horas en sus hogares. Ahí se empezó a mover la parte de sillonería. Como teníamos mucho stock, pudimos dar respuestas rápidas a esa demanda momentánea. Hacíamos entregas en 48 horas. Además, aprovechamos para hacer ingeniería y desarrollamos dos líneas, una línea de sillonería colaborativa con la marca Astera y otra de escritorios corporativos con la marca Asper.
–¿Qué es la sillonería colaborativa?
–Soledad Milajer (SM). Son sillones para espacios de trabajo. El sillón evolucionó. No sólo sirve para esperar o para un momento de relax; es multifuncional, para ocio, comer, charlar con amigos, hacer una llamada y, como tiene modularidad, se pueden armar configuraciones muy distintas, como por ejemplo, un espacio de espera o un lugar de reunión. Después de la pandemia, ha cambiado la forma en que habitamos nuestros espacios tanto residenciales como de trabajo.
–¿Por ejemplo?
–Tradicionalmente, el mobiliario seguía la estructura jerárquica de las empresas. Hoy son todos grandes espacios abiertos; en una estructura reticular conviven todos. Los trabajadores son nómades, no tienen lugar definido, pueden trabajar en una mesa en forma colaborativa o en un sillón. Además, el interiorismo corporativo pasó de estar centrado en la imagen, la marca y el marketing, a concentrarse en un espacio de trabajo con un ambiente que ofrezca bienestar a la persona y los valores de la organización. El desafío es cómo, a través del mobiliario, brindo confort dentro del espacio de trabajo. Todos con texturas y colores cálidos y la biofilia (plantas y vegetación) para sentirme cómodo.
–¿Y eso por qué?
–JM. La tendencia ahora es volver a las oficinas. La arquitectura y el interiorismo corporativo toma esto como un factor de retención de talento, alentar el compañerismo, el trabajo colaborativo. Con el diseño del espacio laboral y el mobiliario, ofrece un ambiente amigable, atractivo, cálido y funcional para el colaborador.
–¿Y eso los obligó a cambiar productos?
–SM. Nosotros pasamos de ser proveedores de escritorios y paneles a cubrir una multiplicidad de productos satélites para las nuevas formas de trabajar: sillonería colaborativa, mesitas bajas, mesas altas para reuniones express, mesas modulares, mesitas de arrime, panelería móvil acustizada para dividir espacios, islas de trabajo, sillas y taburetes. Hoy ya no hay cajoneras porque se redujo el papel. Antes la ecuación era 70% mueble y 30% sillas, ahora la relación es 50/50. Tenemos 11 líneas de muebles y sillonería colaborativa; pero con todas las combinaciones posibles de tamaños, colores y formas, ofrecemos 32 mil tipos de productos diferentes.
–Ustedes expusieron en Casa FOA Edición Pocito, ahí se vio muchos productos con formas circulares y muchos colores cálidos.
–JM. Nosotros trabajamos con Hebras, un estudio de diseño de Rosario. El equipamiento acompañó eso, mesas de trabajo con formas curvas, sin puntas rectas o con puntas redondeadas de la línea Asper. La idea es que el mueble genera puntos de encuentro, evita el enfrentamiento; por ejemplo, en las concesionarias cada vez más se usan mesas circulares y la misma silla para el comprador y el vendedor, para que el cliente se sienta parte del proceso y se acorten las distancias. Como la mesa redonda del Rey Arturo, creada así para que ninguno tuviera jerarquía sobre el otro.
–¿Pudieron volver a los volúmenes de producción previos a la pandemia?
–Nuestro último año récord fue 2011. El 2023 fue un buen año para nosotros, donde superamos los volúmenes prepandemia, pero no llegó al volumen de 2011. En 2024, en el primer cuatrimestre, es notoria la baja. Estamos esperando el segundo semestre. Pero se notó una leve reactivación en mayo y junio.
–Para Hause Möbel, ¿cuál será el factor de reactivación?
–Todo tracciona un poco. A nosotros nos sirve el crédito para las pymes, porque el factor determinante es la inversión. Pero el crédito hipotecario genera nuevas oficinas porque las inmobiliarias empiezan a moverse un poco más. Cualquier sector que se mueva, los rubros agrícola, ganadero, inmobiliario, industria del conocimiento, todos terminan necesitando armar un espacio de trabajo.
–¿Cuál es el principal mercado para la empresa?
–Para Hause Möbel, es Córdoba. Pero el 90% del mercado corporativo está en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (Caba), porque ahí están las oficinas más grandes. Las oficinas son de 300 m2 a 3 mil m2, cuando en Córdoba el promedio está entre 150 m2 y 300 m2.
–¿Están vendiendo en Caba?
–Sí, vendemos en forma directa desde hace cuatro años. Nuestro proyecto para el segundo semestre de este año es desembarcar con una oficina comercial en la zona norte de Caba con un showroom de 300 m2 para exhibir las principales líneas; no es un local abierto al público general. A diferencia de Córdoba, donde compra directamente la empresa, en Caba compran los 10 a 15 estudios de arquitectura que se dedican al interiorismo corporativo. El objetivo es que Buenos Aires pase de representar de 15% a 40% de las ventas en los próximos 12 a 18 meses. Hoy estamos en el top five de los fabricantes de muebles corporativos.
–¿En qué otras zonas están vendiendo?
–Desde hace dos años, estamos en Catamarca, Jujuy y Rosario. En total tenemos 10 distribuidores en el país y tenemos logística propia. Además, desde hace 10 años estamos en Chile; allí, nuestras posibilidades tienen que ver con el valor agregado, diseño y calidad. Nuestro producto es totalmente desarmable; en un pallet ubicamos estructuras para armar 65 puestos de trabajo, lo que optimiza la carga y hace eficiente el manejo del producto en la bodega y al momento del montaje en la oficina.
–¿Cuántos proveedores tienen?
–Tenemos 120 proveedores a los cuales les compramos cada 90 días. Son proveedores de partes de madera, plásticos, partes y piezas metálicas, chapa y textiles, pinturas, melaminas, herraje.
–¿Les interesa otro país?
–SM. Sí, estamos pensando en Paraguay, Uruguay y Centroamérica, mercados muy demandantes. Tenemos también varios microproyectos para los próximos años.
–¿Como cuáles?
–JM. En general, el objetivo es trascender e incorporarnos al mercado global del equipamiento corporativo con nuestra marca. Tenemos tres pilares: la sustentabilidad, una experiencia de cliente óptima y un equipo de colaboradores comprometidos. Además, una pata industrial que es herencia de nuestro padre, Luis, que nos transmitió todo esto. Por eso, en los próximos 45 días vamos a recibir una línea de producción con tres máquinas para el primer corte, el pegado del filo y por último el mecanizado.
–¿De cuánto es la inversión?
–Son 200 mil euros; los equipos son de China, y se hizo con recursos genuinos. Esto nos permite duplicar la productividad.
–Hablaste de sustentabilidad. ¿Pueden ofrecer mobiliario totalmente sustentable?
–Hemos implementado un software que abarca desde lo comercial, diseño, planificación y llega a la producción y logística. Hoy podemos tener la trazabilidad de cada pieza, no de lotes. No podemos hacer mobiliario totalmente sustentable, una bisagra metálica tiene emisión de carbono. Pero nosotros compramos tableros a grupo Arauco, que tiene un sistema de forestación y de protección de bosque nativo, con lo cual nuestros muebles están hechos con reforestación. Aparte, por cada uno de esos árboles que se talaron se está rescatando bosque nativo que jamás se los va a talar, porque están en terrenos de miles de hectáreas que compró Arauco para devolver a la naturaleza y al planeta.
–¿Hause Möbel tiene trazado algún programa de sustentabilidad?
–Sí. El proyecto para el año que viene es certificar las normas de la ISO 14.000, en 2026 empezar la disminución de emisiones y llegar en 2030 al equilibrio en la huella de carbono. La cuestión es no sólo utilizar materiales reciclados o con menor impacto ambiental, sino abarcar todo el proceso.
Hermanos, industriales y viajeros
Nombre. José Milajer (41).
Casado con. Silvina.
Hijos. Benjamín (7) y Bautista (4).
Le gusta. El paddle, la moto, los viajes y la familia.
Cargo. Presidente y director de Operaciones.
Nombre. Soledad Milajer (49).
En pareja con. Sergio.
Le gusta. Caminar y viajar a lugares nuevos. Además, es catequista en la parroquia San Miguel Arcángel, de Argüello.
Cargo. Directora Comercial y de Relaciones Institucionales. Fue presidenta de la Cámara de la Madera, Mueble y Equipamiento de Córdoba (Cammec), y en la actualidad es vocal titular.
Empresa. Hause Möbel.
Socios. José, Soledad, Diego y Germán Milajer.
Empleados. 70.
Un dato. Abrirán en el segundo semestre un showroom en Buenos Aires de 300 m2, no para venta al público, sino para exposición de productos para el interiorismo corporativo.
Teléfono. (0351) 498-3957.
E-mail. ventas@hause-mobel.com.ar.
Web. https://www.hause-mobel.com.ar/.
Instagram. @hausemobel.
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