La Voz del Interior @lavozcomar: La camelina, la oleaginosa de invierno, de alta rentabilidad y que se mete en la rotación agrícola

La camelina, la oleaginosa de invierno, de alta rentabilidad y que se mete en la rotación agrícola

Camelina, también llamada sésamo bastardo o falso lino, es una semilla de la familia Brassica, una oleaginosa de pequeño calibre con alto contenido de aceite y buen antecesor de cultivos de verano.

Necesita un bajo requerimiento hídrico, unos 250 milímetros, y es de ciclo corto, de junio a noviembre, como el trigo y los cultivos invernales.

Entre las ventajas se menciona su maniobra con maquinaria convencional, reemplaza al barbecho o a cualquier otro cultivo de servicio, es tolerante a plagas y a las enfermedades más comunes.

“En Argentina se plantea como cultivo de invierno, está destinada a generar aceite, tiene alrededor de un 40% de aceite en su grano, y por eso su principal uso es para biodiésel de origen vegetal. Además, se produce harina para consumo animal, y se comercializa el grano en sí”, explicó Juan Lavagnino, líder de desarrollo de productos de Louis Dreyfus Company (LDC) para Agrovoz.

Por su gran aporte hacia una matriz energética sustentable, es un cultivo con gran auge a nivel mundial.

En nuestro país se adapta a toda el área agrícola, “con la particularidad que consume poca agua, lo que permite ir a zonas en las que el invierno tiene escasas lluvias, como el oeste de Córdoba, San Luis y La Pampa”, destacó.

Experiencia regional

Milton Marchetti es responsable de la empresa Taguay con hectáreas en el departamento Marcos Juárez, sudeste de Córdoba y sur de Santa Fe.

Allí viene de cosechar 40 hectáreas en San José de la Esquina (90 kilómetros al este de Rosario).

“Es el primer año que lo hacemos. Tenía temor al cultivo, habíamos hecho colza hace muchos años, nosotros estábamos acostumbrados a cebada y trigo en invierno. Sin embargo, la experiencia fue superadora, porque es un cultivo de fácil manejo si lo comparo con la experiencia que he tenido con colza”, expresó el productor.

OLEAGINOSA. La camelina, como cultivo invernal busca meterse en las rotaciones agrícola. (Gentileza LDC)

Respecto de la experiencia, Marchetti dijo que realizaron un análisis de suelo “para ver residuos de herbicidas anteriores por su sensibilidad. Teniendo ese dato, el año acompañó, fue una linda experiencia y estamos pensando en incorporarlo dentro del plan de cultivos de invierno”.

Cuando trasciende un nuevo cultivo, muchos productores temen pasar por malas experiencias vividas. Sin embargo, Marchetti recordó su labor con colza. “Fue de difícil implantación, tenía una polilla de plaga que se metía en la flor y con las aplicaciones que hacíamos no podíamos controlarla. La cosecha también era muy complicada, fue uno de los cuellos de botella de este cultivo”, recordó.

Por suerte, con la camelina la respuesta fue diferente. “La sembramos con una buena aplicación de lote limpio, el cultivo se implantó bien y rápidamente hizo alelopatía con maleza, realmente no vimos maleza a lo largo del ciclo, se cerró bien el surco y tampoco tuvimos insectos”, relató.

A partir del monitoreo semanal, que no detectó enfermedades, se vio un desarrollo “explosivo” del cultivo. “En un momento era una rosetita y en agosto, septiembre, explotó, se cubrió todo y se hizo una planta mucho más grande”, graficó Marchetti.

Camelina: producción por contrato

Durante 2023, la compañía LDC decidió realizar estudios de suelo a todos los productores bajo contrato del cultivo, “hicimos un análisis en cada lote para conocer residualidad en los suelos, algunos fueron descartados”, dijo Lavagnino.

Uno de los puntos fuertes que la compañía destaca es su corto ciclo, con una cosecha entre fines de octubre y principios de noviembre permite pensar en un cultivo de verano para el 10 de noviembre, y así lograr una rotación camelina-soja o camelina-maíz tardío.

“Con los productores hacemos un contrato cerrado, nosotros le brindamos las semillas sin costo y le compramos el 100% de la producción, dejamos todo claro desde el día uno porque sabemos que es un cultivo nuevo”, explicó Lavagnino.

En su margen bruto, hay que estimar un 10% de materia extraña, además de que los lotes donde se hace el cultivo no pueden provenir de desmonte. “Ese un acuerdo de sustentabilidad por contrato”, aclaró el ejecutivo.

Con la provisión de la semilla y la recepción de lo cosechado, la compañía también realiza las indicaciones de fertilización y asesoramiento en general.

“Entregamos dos camiones con menos de 10% de materia extraña, el porcentaje de humedad correcto y se liquidó al precio que habíamos pactado”, recordó Marchetti. Además, reveló que tuvieron un rinde “superior a lo esperado, con casi 12 quintales por hectárea; al lado teníamos un trigo que rindió 30 quintales porque fue afectado por la helada, por lo tanto, es muy positivo.

En la presente campaña se sembraron lotes de camelina en La Pampa, Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba, Entre Ríos y uno en Tucumán, conformando unas 20.000 hectáreas del cultivo.

Entre los objetivos para el próximo ciclo agrícola está lograr entre 30 mil y 35.000 hectáreas. La demanda internacional es ilimitada por su aporte a los biocombustibles, aseguran sus precursores.

LDC, además, pretende lanzar camelina en Uruguay, donde un tercio de los cultivos son de invierno a base de colza. Desde la compañía aclaran que no piensan en camelina como un cultivo que pueda competir con trigo, lo que esperan del primero es que pueda anteceder al cultivo de verano.

“En la comparación trigo-camelina, creemos que el trigo tiene su superficie y camelina tiene que ocupar todo el resto de la superficie que hoy puede estar desaprovechada durante el invierno”, dijo Lavagnino y destacó que en el país hay unas 15 millones de hectáreas que podrían innovar con este nuevo cultivo.

OLEAGINOSA. La camelina, como cultivo invernal busca meterse en las rotaciones agrícola. (Gentileza LDC)

Sin una cotización oficial en pizarra y al momento de hacer esta nota, el cultivo tenía un costo aproximado a los U$S 300 dólares por hectárea y una cotización de 464.000 pesos por tonelada.

Su llegada a Córdoba

Haciendo un balance, Marchetti sostuvo que si en la próxima campaña se pudiera sembrar unos 10 o 15 días antes, “podemos estar pensando en hacer unas 100 o 120 hectáreas más, en lugar de 40″.

Asimismo, agregó que pretenden traerlo a sus establecimientos del sur de Córdoba, probarlo en la zona de Monte Buey, Viamonte y también Venado Tuerto. Marchetti piensa en diversificar sus cultivos, “en invierno, si no es trigo o cebada no hay mucho más, por eso pensamos en camelina como cultivo de cobertura, pero además en la rentabilidad del grano”, dijo.

Además de sus condiciones agronómicas, la oleaginosa de invierno hace un aporte a la sustentabilidad. “El cultivo baja la carga de herbicidas e insecticidas a nivel lote, porque prácticamente llegas con un lote limpio de cultivo de verano sin haber pasado por un barbecho largo o un barbecho corto químico. Creo que nos va a aportar muchísimo a nivel agricultura en Argentina. Prácticamente, no se aplica insecticida porque no es necesario, no tiene plagas y a futuro pensamos dar un paso más para lograr certificaciones de huella de carbono”, sostienen desde LDC.

https://www.lavoz.com.ar/agro/agricultura/la-camelina-la-oleaginosa-de-invierno-de-alta-rentabilidad-y-que-se-mete-en-la-rotacion-agricola/


Compartilo en Twitter

Compartilo en WhatsApp

Leer en https://www.lavoz.com.ar/agro/agricultura/la-camelina-la-oleaginosa-de-invierno-de-alta-rentabilidad-y-que-se-mete-en-la-rotacion-agricola/

Deja una respuesta