La Voz del Interior @lavozcomar: Juan Alberto Mateyko: Hoy me siento joven, casi adolescente

Juan Alberto Mateyko: Hoy me siento joven, casi adolescente

–¿Galán hasta la muerte?

–Estoy viviendo el principio de una relación que espero se consolide. Sólo quiero ser galán de ella. No me gusta el rubro de galán.

–Has tenido más romances que presidentes la Argentina.

–¡Ojalá hubiera sido así! Me gusta que lo piensen, me gustaría que hubiera sido así, pero no es la realidad.

–¿Seguís creyendo en el amor?

–Absolutamente, siempre tuve las puertas abiertas. No soy amigo de Tinder, soy pudoroso y tímido.

–¿Venís con cortejo incluido o ahora mandás un WhatsApp y vas derecho a los bifes?

–No, con cortejo incluido. Soy de una generación anterior. Existe el WhatsApp, sí, me acerca, me sirve, pero lo mejor es encontrarse. Lo presencial agiganta el juego.

–¿Todavía militás el amor tradicional y romántico?

–Claro. Estoy totalmente en desacuerdo con eso de ir contra el amor romántico, de pensarlo como algo perimido. Yo pongo en práctica esa vieja manera y no me ha ido mal.

–Lo que no consiguió ningún chismoso porteño del espectáculo lo vamos a lograr en esta entrevista: contá quién es tu enamorada misteriosa en Córdoba y cómo la conociste.

–Te doy sólo su nombre. Se llama Ani.

–No seas tacaño, contá más.

–Es una persona que conocí hace 12 años, que siempre me impactó, pero no inicié nada, no me atrevía a cometer un error. Era hermana de la mujer de un amigo. Hoy la veo mejor que 12 años atrás; y ella, por lo visto, me ve mejor que 12 años atrás. Hace semanas la encontré en la parrilla del Dino Mall, nos miramos, me acerqué. Después que gané el Martín Fierro, el mes pasado, me llamó para felicitarme. Le dije que nos debíamos una comida. Nos encontramos, y ahí empezó el amor. No jugamos a los misteriosos, nos sinceramos, nos abrimos. Hoy me siento joven, casi adolescente.

–¿No desarrollaste manías de soltero?

–Sí, tengo mañas de soltero. Es hermoso vivir solo sin que te molesten, pero cuando encontrás una persona como Ani… bueno, vas cambiando de hábito. Te gusta escuchar a la otra persona, te interesa todo lo que le pasa.

–Hablás como un pibe enamorado.

–Totalmente. Cuando empezó esta historia, la conquisté a través de mi programa de radio. Le dije que me escuchara, le mandaba mensajes con su sobrenombre, y le ponía temas sólo para ella, un tema de los Bee Gees, le preguntaba al aire si le gustaba. Todo dirigido a ella, pero quedaba como que le estaba hablando a toda la audiencia, no se notaba.

Juan Alberto Mateyko fue homenajeado con un Martín Fierro por su trayectoria, en junio de 2024.

–¿Cómo hacés para parecer de 20 años menos? ¿Tomás sangre de bebés?

–Ja, no. Conocí dos lugares que han sido mi salvación, El Diquecito e Integrales. En el primero, me adapto a una nutrición disciplinada; en el segundo me inyecto suero y uso la cámara hiperbárica. Es lo que mi cuerpo necesita para estar joven desde el pelo hasta la punta de los pies.

–No envejecés. Sos el vampiro del ambiente artístico argentino.

–Es que además camino, corro, hago fierros, como muy light, no me automedico, desayuno bien, hago 45 minutos de estiramiento. Y me ayuda la genética. Mi mamá parecía de 25 años menos por su vitalidad, por su pasión.

–Te la habrás cruzado en el spa a Elisa Carrió…

–Nunca la vi. Pero sí me encontré ahí con la Negra Vernacci, con León Gieco, con Abel Pintos, que una vez fue a dormir ahí porque se suspendió un show.

–¿Hay cosas que ya no comés?

–Grasas, embutidos, todo lo que sea chatarra, que no me provoca síntomas positivos.

–No te encontré despeinado o mal entrazado en una sola foto. ¿Nunca usás un jogging arrugado o una remera con agujeros en la axila?

–No, porque soy muy cuidadoso. Y con respecto a mi pelo, es cierto. Con Guillermo Francella siempre nos acordamos del día que fuimos a una presentación de la temporada de verano de Telefé, los dos muy bien peinados, y de golpe llegó un helicóptero. Los dos sacamos inmediatamente un peine del bolsillo y nos mirábamos riendo mientras nos peinábamos.

–¿Andás siempre con un peine?

–No puedo salir sin un peine. También llevo biromes, desodorante bucal y mentitas.

–Llevás 16 años en Córdoba. ¿Cómo es que los cordobeses todavía no te corrieron?

–Porque me quieren, no hice de mi vida una ficción, no me hago el inalcanzable. No corro de la gente. Cuando terminaba La Movida en Mar del Plata, me volvía caminando al Hermitage. La gente me pedía fotos, firmas, un beso, y yo los daba. El Puma (Rodríguez) me contó que su mamá lo fue a ver a Gardel cuando actuó en Caracas y le recordó que cuando Gardel salía, ella le estiró la mano para saludar y que Gardel se la tomó, la miró y la saludó con cortesía. Y era Gardel. Esa historia no me la olvido más, y el Puma tampoco. Es la gente la que me instala en el lugar donde estoy.

Juan Alberto Mateyko, conductor de

–¿Qué es lo que más te gusta de vivir en Córdoba?

–Córdoba te incorpora o te ignora. Si te ignora, es un destierro. A mí me incorporó. Me gusta el clima, la gente, el humor de la gente. Hay lugares gastronómicos, festivales, teatros, Córdoba tiene todo. La cordialidad, la charla con los tacheros todos los días.

–¿Qué le mejorarías?

–Es difícil. Me gusta hasta el caos de la peatonal de Carlos Paz en verano.

–¿Cuál es el secreto que mantiene al aire “La movida de la noche”, tu programa en Mitre Córdoba?

–Empiezo de nuevo todos los días. Soy muy exigente conmigo. Me escucho grabado, me voy corrigiendo, me voy aggiornando también desde el punto de vista musical. Me informo. No puedo entrevistar a un artista y preguntarle dónde actúa o cuándo: eso lo tengo que saber. Me gusta hacerme amigo de mi equipo, siento orgullo de estar en el staff de la radio. Nunca le falté el respeto a nadie en mi vida. Si soy gruñón, es conmigo.

–Ya ganaste 27 Martín Fierros, incluido el de Oro y uno de homenaje. ¿No vas a dejar premios para el resto de la colonia artística?

–El último fue el más emotivo, me llevaron engañado, que tenía que entregar un premio, me dijeron, pero no me decían a quién, ahí empecé a dudar. Cuando sube al escenario Adriana Salgueiro y pone el video del Puma, me empecé a quebrar. Recibí un aplauso amoroso. Dije: “La puta, ¡qué lindo es ser querido, ¿no?”.

–Has hecho toda tu vida en el medio artístico, en el que hay peleas todos los días, pero siempre has sido un tipo querido.

–No me meto en quilombos, me porto bien, no busco marketing en base a escándalos, eso me da vergüenza. Yo me separé, me divorcié, tuvimos momentos difíciles, pero jamás lo íbamos a hacer público, eso queda entre las cuatro paredes.

–Igual necesito un título para esta nota. Contame algo escandaloso que hayas hecho.

–Tuve papelones. La primera nota con el Puma Rodríguez fue cuando me invitaron a transmitir el certamen Miss Universo en Lima, en 1982. Al día siguiente del certamen, fue la entrevista. Hago una larguísima introducción para presentarlo, mostrando que conocía toda su carrera, y digo: “Por eso, para mí es un privilegio presentar a ¡José Luis Perales!”. Imaginate la cara del Puma y de toda la gente. Otro papelón fue en Mar del Plata. Estaba cantando Roberto Carlos y tenía que cerrar con un tema, el operador le pone la pista, pero saltó el CD y comenzó un tema en el que él cantaba con Rocío Durcal. Y Roberto, por el micrófono, delante de toda la gente y de los millones que nos veían por televisión, empezó a decirme: “Rocío se quedó en Madrid, Mateykito, este no es el tema”. Se me secó la boca, fue un papelón, todos riéndose. Pedí que me tragara la tierra, pero me iluminé, pedí disculpas, eso pasaba en muchos programas, dije, salí bien.

–¿Le ves futuro a la radio o se la termina comiendo internet, como le pasa a la tele?

–La radio se escucha, la gente es muy “radiera”, la medición que tuve lo demuestra. La radio es para gente sola o acompañada, está más viva que nunca.

–Estás por publicar un libro y un programa biográficos. Adelantame algo.

–Mi hija está involucrada en eso, y hay cosas que no me cuenta. Se junta con Gustavo Yankelevich, con Sebastián Ortega, y están armando algo. Para el libro, yo estoy juntando fotos, recordando, tengo que viajar a Buenos Aires a buscar cosas, cuando tenga todo, lo hago.

Juan Alberto Mateyko y su amiga, la abogada Ana Rosenfeld.

–¿Por qué no salieron nuevos Mateykos en la tele argentina?

–Primero, por un tema monetario. No hay presupuesto para volver a hacer un programa como La Movida. En el primer programa, yo traje a Luis Miguel, Julio Iglesias, Shakira, Miguel Bosé y otros más, también importantes. Si Shakira sacaba un disco, yo viajaba a Miami y la entrevistaba. Los artistas querían venir acá. Al día siguiente de salir en el programa, vendían 10 mil discos más, según me contaban de las discográficas. Hoy es otra la situación.

–¿Qué voces de la radio o de la tele de ahora te gustan?

–Santiago del Moro, Guido Kaczka, la Negra Vernacci, Lalo Mir sigue impecable, y admiraba mucho a Mario Pereyra.

–Si este fin de semana tuvieras que hacer “La Movida” en televisión, ¿cuál sería tu line–up ideal?

–Shakira, Tini Stoessel, Lali Espósito, Bizarrap, Luis Miguel y La Konga.

–En este momento de tu vida, ¿recordás más o proyectás más?

–Proyecto más, y no a largo plazo, proyecto para el ahora.

–¿La nostalgia es una trampa?

–Si caés en ella, sí. Pero otra cosa es recordar, tener memoria, emocionarse con lo que uno vivió, con los amigos que tuvo. La nostalgia es recordar mi historia, pero siempre vuelvo rápido al 2024, por el amor y por mis hijos.

–¿Qué aprendiste en la pandemia?

–A convivir con la soledad, a hacerme de muchos amigos, a saber manejarme mucho por internet, a aprender a usar más tecnología y el celular, y a limpiar más la casa.

–¿Cuál es el sentido de la vida?

–La vida misma. Disfrutarla como si fuera el último día, con pasión y ganas, con actitud, amando a los demás. Siempre hay que tener ganas. Me despierto y digo: “Gracias, Dios, por otro día”.

Un “muñeco” enamorado

Juan Alberto “Muñeco” Mateyko se instaló en Córdoba hace 16 años, e instaló un éxito radial en Radio Mitre Córdoba, actualmente llamado La movida de la noche. Es una figura histórica de la radio y la televisión argentinas, ganador de todos los premios existentes en el rubro, y es un tipo muy apreciado en el ambiente artístico. Actuó en una docena de películas y además hizo teatro. Nació el 26 de marzo de 1946. Hablar con él sobre su carrera es un viaje de ida, interminable en anécdotas y recuerdos. Dice que está viviendo uno de los mejores momentos de su vida, lleno de proyectos, propuestas laborales e invitaciones.

https://www.lavoz.com.ar/opinion/juan-alberto-mateyko-hoy-me-siento-joven-casi-adolescente/


Compartilo en Twitter

Compartilo en WhatsApp

Leer en https://www.lavoz.com.ar/opinion/juan-alberto-mateyko-hoy-me-siento-joven-casi-adolescente/

Deja una respuesta