Jesús María 2024, día 5: sin La Konga por lluvia, brillaron Destino San Javier y Ahyre
“La noche de La Konga”. Así se caracterizaba, en la previa, a la jornada de este martes (y madrugada de miércoles) del Festival Nacional de Doma y Folklore de Jesús María. Bastaba ver la grilla para confirmarlo. Si bien había nombres de peso como los de Ahyre, Destino San Javier o el uruguayo Matías Valdez, el grupo de Villa Dolores era la figura indiscutida de una noche que prometía terminar cerca del amanecer, a puro cuarteto.
Finalmente, la lluvia suspendió todos los planes y también obligó a que la jornada se interrumpiera abruptamente, de manera anticipada. Así, se concretó la segunda suspensión en cinco noches de festival (que además tuvo lluvias de intensidad variable también en la cuarta noche), en lo que ya es una de las ediciones más afectadas por las condiciones climáticas.
Tras la decisión de la organización, el malestar del público que esperaba por La Konga se hizo sentir entre algunos insultos y cánticos en desacuerdo con la decisión. Pero a la luz de los hechos, y con el aguacero que se desató poco después del anuncio, la determinación fue prudente y necesaria para el resguardo del público.
Ovación y emociones varias
La noche había comenzado tímida en términos de convocatoria, con algo más de 5 mil personas presentes en el anfiteatro a las 10 de la noche. Dos horas más tarde, la asistencia se había prácticamente duplicado al menos desde lo visual. La alerta naranja que anunciaba posibles tormentas jugó su papel para frenar -al menos en parte- la llegada de más público durante las primeras horas, pero el correr de la velada de a poco reveló un marco más acorde a lo esperado.
Sin ninguna figura especialmente convocante desde el folklore, las expectativas estaban puestas en lo que podía generar la presencia del grupo cuartetero de Villa Dolores luego de su año de consagración definitiva, que incluyó una presentación propia en el estadio de Vélez y giras por Estados Unidos y Europa.
De todos modos, el comienzo de la transmisión televisiva trajo consigo la primera ovación de una jornada con varios fragmentos para destacar. Después de algunos años alejados del festival, los Destino San Javier tuvieron una actuación soñada para cualquier artista que llega al festival con expectativas de trascendencia.
Desde el arranque, y junto a una ajustadísima banda, el trío formado por Bruno y Paolo Ragone y Franco Favini se plantó con firmeza en el escenario. Con la conjunción de sus voces, acaso su mayor capital artístico, en sólo tres canciones ya se habían ganado a un público que, evidentemente, los esperaba. Y con el correr de los minutos, los aplausos y el entusiasmo se multiplicaron.
Cuando llegó el momento de Jesús María cantará, recientemente relanzada junto a La Konga, la presentación ya era cosa juzgada. El grupo se llevó aplausos para el recuerdo, incluso con cierto aroma a consagración sobrevolando en el ambiente. El bis con Por qué será, de Tamara Castro, cerró con broche de oro el show de un trío que se siente cómodo en un registro folklórico clásico, pero con espíritu moderno y romántico. “Un sueño realidad está vuelta, de esta manera, con ustedes cantando asi”, sintetizó Paolo Ragone.
Roxana Carabajal fue la siguiente artista que subió al escenario, aunque con un velo emocional completamente distinto. La heredera de la familia que es sinónimo de chacarera recordó a varios colegas fallecidos durante el año pasado (Martín Paz, Claudia Pirán) y expuso una situación personal desgarradora: hace un año y medio que no ve a su hija, a quien le dedicó una de sus últimas canciones.
“Por favor, necesito que me ayuden entre todos”, dijo antes de interpretar Canción para Eva y hablarle directamente a la protagonista de la letra: “Para vos mi amor, mi hijita”.
Otros dos momentos de mucho peso simbólico llegaron luego de la medianoche, antes y después del siempre vistoso espectáculo de las tropillas entabladas.
Con conexión directa con la presencia tempranera de Los Fronterizos, Pancho Figueroa celebró 60 años con la música y, según anunció sorpresivamente, realizó la última actuación de su carrera. Sonaron Angélica y Sapo cancionero, entre otras, y hubo un homenaje especial para Los Hermanos Ábalos. Y el exintegrante de Los Chalchaleros se despidió con Chakai Manta, chacarera tocada a dos bombos.
Un rato más tarde, Pitín Salazar volvió al festival tras 28 años. El exmiembro de Las Voces de Orán abogó por la cultura nacional y por la danza, y también festejó otra larga trayectoria personal, con 55 años de escenarios sobre sus hombros. Como aspecto distintivo e inclusivo, sumó a bailarines a su propuesta, incluyendo a una mujer en silla de ruedas.
Un final aguado
Luego de la última tanda de jineteada, que ya ingresó en la segunda mitad de la competencia, la madrugada alumbró la llegada de dos de los tres artistas principales de la noche.
Es que La Konga no pudo ni siquiera empezar su actuación. Instantes después del final del show de Matías Valdez, el animador Andrés Bolletta comunicó la finalización de la jornada luego de que Defensa Civil alertara sobre una tormenta que finalmente se hizo más intensa con el correr de las horas.
Antes, el uruguayo había mostrado su cumbia romántica junto a una banda que lo secunda magistralmente. Sin embargo, no fueron las condiciones óptimas para atestiguar el crecimiento de este artista vinculado con la charanga, como se le llama en el país vecino a la música tropical, que actualmente es el número uno a nivel reproducciones en Uruguay.
Cuando Valdez hizo su aparición, faltaban algunos minutos para las 4 y su show estaba originalmente pautado para las 2.30. El artista de Florida tuvo que acomodarse sobre la marcha al sonido del anfiteatro y también peleó contra el cansancio de la mayoría del público, que esperaba por Nelson Aguirre, Diego Granadé y Pablo Tamagnini. Pese a todo, bastaron algunas cumbias para dejar en claro que el uruguayo tiene un aura muy especial, sencilla y amable, propia de su origen campero.
Quienes habían dejado el escenario caliente antes de Valdez fueron los Ahyre, que nuevamente dieron una demostración de construcción identitaria siempre hacia adelante. El grupo salteño es uno de los referentes del folklore de espíritu modernista y apertura en materia de sonidos y recursos. Electrificados, con instrumentos de bronce entre sus filas y con un despliegue vocal destacado, los músicos volvieron a hacer gala de una versatilidad y una curiosidad que los destaca entre la media.
Antes de interpretar La luna, una de sus composiciones más reconocidas, anunciaron su presencia en el próximo Festival Internacional de la Canción en Viña del Mar. El guitarrista, “Colo” Vasconcelos, destacó también el aplauso y el respeto recibido por parte del público para con las canciones de Eco, su más reciente trabajo. “Canciones que reflejan nuestra mirada sobre la música”, destacó el instrumentista que no deja de sorprender con su toque a dedo y mano limpia.
El cierre llegó con Si te vas, inmediatamente enganchada con la enérgica Quiero más. Ese título resume lo que el grupo es capaz de generar en sus shows. Incluso frente a un público que, en su inmensa mayoría, esperaba con ansias por La Konga.
https://www.lavoz.com.ar/vos/musica/jesus-maria-2024-dia-5-sin-la-konga-por-lluvia-brillaron-destino-san-javier-y-ahyre/
Compartilo en Twitter
Compartilo en WhatsApp
Leer en https://www.lavoz.com.ar/vos/musica/jesus-maria-2024-dia-5-sin-la-konga-por-lluvia-brillaron-destino-san-javier-y-ahyre/