Instituto y un empate que no sirve ni suma, sólo aumentó la crisis
La pelota se prende fuego porque el partido ya se termina. Se acaba de salvar Instituto en su área y logra sacar una contra con el corazón, para ver si puede quebrar esta maldita racha que lo tiene hundido, sin poder volver a ganar.
El centro viene raso al medio del área y está Luca Klimowicz dispuesto a ser el héroe de la noche. Queda mano a mano con el arquero Petroli. Pero el gol no llegará ahí, en esa jugada final.
El arquero de Godoy Cruz de Mendoza la tapará, como toda la noche, para ser la figura de un empate 1-1 que no suma ni sirve para Instituto.
El Albirrojo tuvo muchas chances y mereció quedarse con los tres puntos, pero no se le da. No hay forma.
Así, el equipo de Pedro Troglio acumula seis partidos sin poder ganar en este Torneo Apertura.
No puede salir de este pozo donde se metió y que parece no tener fin.
Ahora, el próximo domingo, tendrá que visitar a Lanús y la necesidad de volver a sonreír se hace cada vez más grande.
La crónica
Instituto tuvo la iniciativa desde el comienzo, teniendo en cuenta todas sus urgencias.
Aunque la banca de la gente estuvo desde que salió el equipo a la cancha, dejando de lado los cinco partidos sin victorias, tratando también de apoyar para salir del mal momento.
Eso sí, la gente pidió que “transpiren la camiseta” y el equipo lo tomó al pie de la letra.
Todavía no iban 15 minutos y el Albirrojo ya había generado tres situaciones muy claras de gol.
Una pelota que dio en el travesaño tras un córner (que era gol en contra), un remate de Luna que salió cerca del ángulo y otra pelota increíble que sacó el arquero Petroli casi en el área chica, también al propio Luna.
El Albirrojo tenía el control de la pelota y ponía mucha gente en ataque, intentando encontrar un gol que le devolviera la tranquilidad.
Troglio apostó por mantener casi los mismos nombres, pero con un sistema 4-4-2, con Luna cerca del “9″ Cordero, juntándose con Batallini, Acevedo y Lodico para generar fútbol.
Luego de ese arrebato inicial, todo se hizo muy parejo y luchado.
El Tomba no lograba tampoco generar situaciones ante Roffo.
La Gloria necesitaba tener una situación, por virtud propia o falencia del rival, que le permitiera abrir el partido.
Pero cuando todo marcha al revés, pasan estas cosas: el Tomba generó una sola situación y fue gol.
Andino encaró, la pelota le quedó y remató al arco dentro del área. La pelota se desvió en una pierna y terminó siendo inatajable para Roffo.
Obviamente, inmediatamente arrancó el “movete, Gloria, movete” de las tribunas, junto al “hoy no podemos perder”. También el famoso “jugadores”.
El escenario era el peor que se podía esperar.
Y en ese clima, el Albirrojo pudo encontrar el 1-1 tras una pelota parada, donde Batallini se anticipó a todos.
Habían pasado 530 sin hacer goles en el campeonato. Era un alivio más que justo y necesario antes del cierre del primer tiempo, a los 42.
Así se fue el partido al entretiempo, con el 1-1 en el marcador. Aunque sólo servía una cosa para Instituto: ganar.
Para el complemento, el propio Batallini tuvo que salir por una lesión y en su lugar ingresó Damián Puebla para aportar en ataque.
Pero el partido se volvió aún más peleado, casi pareciéndose a una guerra. Todos ponían en la mitad de la cancha y nadie tenía la lucidez necesaria para jugar y crear.
Los minutos corrían sin que Instituto pudiera encontrar una situación de peligro, más allá de un tiro de Luna tras un pase de Cordero que salió cerca.
En la última, Luca Klimowicz tuvo un mano a mano que no supo definir, tras intentar pasar al arquero. Y esa última en el cierre, antes del pitazo de Baliño.
No hubo forma. Fue 1-1. Un punto que no sirve ni suma.
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