Hallaron sin vida al soldado desaparecido en el Río Paraná
Este sábado, fue encontrado el cuerpo del sargento Sebastián Romero, quien había caído al río Paraná durante un ejercicio militar, a 1.500 metros río abajo del sitio del accidente. Luego de tres días de intensa búsqueda, a cargo de Prefectura Naval y el Ejército Argentino, la tragedia conmovió a sus compañeros y generó nuevas preguntas sobre las condiciones de seguridad en las prácticas militares.
El accidente ocurrió el pasado miércoles durante el ejercicio militar “Soberanía”, diseñado para evaluar las capacidades operativas y logísticas del Ejército Argentino. Romero, de 40 años y miembro del Batallón de Ingenieros 1, formaba parte de un grupo de ocho soldados que navegaba en un bote neumático por el río Paraná, en la margen oeste, cerca del kilómetro 14 de la Ruta 168, en Santa Fe.
El bote colisionó contra un objeto metálico sumergido, lo que provocó la caída de todos los ocupantes al agua. Mientras sus compañeros lograron ser rescatados y atendidos en el Hospital Militar Regional “Paraná”, Romero no apareció, pese a que, según testimonios, intentó nadar hasta la orilla.
El comandante de Despliegue Rápido, Sergio Jurczkyk, confirmó que el sargento no llevaba colocado el chaleco salvavidas al momento del accidente, un dato que será clave en la investigación abierta por la Unidad Fiscal Federal de Santa Fe.
Tres días de búsqueda incansable
Desde el momento del accidente, las fuerzas militares y de seguridad desplegaron un operativo intensivo en la zona. Prefectura Naval lideró las tareas con buzos tácticos, patrullajes terrestres y vuelos rasantes de helicópteros, en coordinación con personal del Ejército y la Armada Argentina.
El jueves, equipos de búsqueda encontraron una mochila y una boina pertenecientes a Romero en la orilla del río, lo que permitió delimitar el área de rastreo. Según explicó Oscar Zarich, comandante de Adiestramiento y Alistamiento del Ejército, el hallazgo motivó un refuerzo en los operativos, sumando buzos de la Armada provenientes de Zárate y ampliando la cobertura en el río.
Finalmente, este sábado a las 7:31 de la mañana, el cuerpo del sargento fue hallado a 1.500 metros río abajo del lugar del accidente, en el margen oeste.
Las circunstancias del accidente y su impacto
Según las autoridades, el accidente ocurrió en una zona con estructuras metálicas salientes que habían quedado sumergidas durante años. El bote en el que viajaba Romero junto a sus compañeros chocó contra una de estas estructuras mientras se desplazaban entre el lugar de trabajo y el área de descanso, a unos 10 metros de la orilla.
Zarich relató que Romero, al caer al agua, les indicó a sus compañeros que buscaran ayuda mientras él intentaría llegar nadando a la orilla. Sin embargo, en la oscuridad de la noche, dejaron de verlo tras unos momentos.
El Ejército Argentino informó que todos sus efectivos cuentan con entrenamiento en natación de combate, incluido Romero, y que las circunstancias específicas de su desaparición serán materia de investigación judicial y militar.
Tras confirmarse la desaparición de Romero, el Ejército suspendió las actividades del ejercicio “Soberanía” y movilizó a sus máximas autoridades al lugar del accidente. En paralelo, se brindó apoyo y contención a la familia del sargento.
“El jefe del Ejército y otras autoridades militares se hicieron presentes en el lugar a fin de empeñar el mayor esfuerzo institucional en la búsqueda del suboficial. Al mismo tiempo, desde el Ministerio de Defensa y del Ejército se acompañó y prestó asistencia y contención a la familia”, comunicó oficialmente la fuerza.
“El sargento Sebastián Romero prestaba servicios en el Batallón de Ingenieros 1, tenía 40 años de edad y era padre de familia. El Ejército acompaña en el dolor a su familia y camaradas más cercanos, y ruega por su eterno descanso”, rezó el comunicado oficial del Ejercito.
Las prácticas militares bajo la lupa
La tragedia puso en debate las condiciones de seguridad en los ejercicios militares, en particular la obligatoriedad del uso de equipos de protección como chalecos salvavidas. El comandante Jurczkyk reconoció que Romero no llevaba este dispositivo al momento del accidente, algo que, según los protocolos, es obligatorio en actividades acuáticas.
El ejercicio “Soberanía”, que había movilizado tropas y equipos desde provincias como Córdoba, Corrientes y Buenos Aires, buscaba evaluar la capacidad operativa de la fuerza. Sin embargo, el trágico desenlace evidencia la necesidad de revisar las medidas preventivas para garantizar la seguridad del personal militar en entrenamientos de alta complejidad.
Con el hallazgo del cuerpo de Sebastián Romero, concluyó una búsqueda que mantuvo en vilo a las fuerzas armadas y a la familia del sargento. No obstante, el caso continúa bajo investigación judicial para esclarecer las responsabilidades y prevenir tragedias similares en el futuro.
En las redes sociales, los compañeros de Romero lo recuerdan como el “Chancho” y destacan su compromiso con la fuerza. Además brindaron condolencias a su familia por la pérdida sufrida.
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