Habilitan el autodespacho de combustible y crece la polémica en el sector
El Gobierno Nacional, a través del Decreto 46/2025, autorizó la implementación del autodespacho de combustible en las estaciones de servicio de todo el país. La medida, según el Poder Ejecutivo, busca modernizar el sector, reducir costos operativos y permitir un servicio continuo durante las 24 horas del día.
Sin embargo, la disposición generó posturas encontradas dentro del sector, con advertencias sobre el impacto en el empleo en las estaciones de servicio, la seguridad para los automovilistas y las dificultades para su implementación.
Marisa Centenaro, presidenta de la Cámara de Expendedores de Combustibles del Interior de Córdoba, sostuvo en dialogo con La Voz que la medida no soluciona los problemas centrales del sector. “No nos queda claro cuál es el objetivo del decreto nacional en este contexto de país. No garantiza una baja en el precio de los combustibles, ni representa un paliativo para la situación de los estacioneros”, afirmó.
Según Centenaro, la implementación del autodespacho podría generar despidos de empleados de playa, lo que agravaría la desocupación y reduciría el consumo. “En el contexto de crisis actual, esto puede generar más desocupados, que a su vez consumirán menos y afectarán las ventas de combustibles”, expresó.
Además, remarcó que muchos estacioneros no podrán afrontar las inversiones necesarias para la instalación de surtidores de autoservicio, cuyo costo ronda los 30.000 dólares más los sistemas operativos y de facturación.
La empresaria también planteó dudas sobre la preparación de los consumidores para operar en esta modalidad. “El consumidor argentino, salvo una franja etaria muy reducida, no está preparado para esto. Además, el consumidor valora el trato personalizado al llegar a un comercio”, explicó.
Otro expendedor de la ciudad de Córdoba, que prefirió no ser identificado, cuestionó la viabilidad de la medida y su impacto en los precios. “Es una autorización imaginaria. Si realmente se instrumenta y tiene relevancia, pasarán 20 años antes de que funcione. En Estados Unidos sí se usa, pero en México y Brasil no. ¿Nos parecemos más a Estados Unidos o a nuestros países vecinos?”, se preguntó.
Por su parte, señaló que las petroleras serán las que definirán el precio del autoservicio y que aún no hay certezas sobre una eventual reducción de costos para el usuario.
“¿El autodespacho frenará los aumentos? ¿Qué gana la estación al instrumentar esta opción? ¿Qué gana la petrolera? ¿La provincia de Córdoba bajará Ingresos Brutos? ¿La ciudad reducirá la tasa vial? ¿El Gobierno Nacional bajará impuestos como el IVA? No se responde ninguna de estas preguntas”, enfatizó el empresario, señalando que la medida parece más un experimento que una solución efectiva.
No obstante estos cuestionamientos, desde la Confederación de Entidades el Comercio de Hidrocarburos y afines de la República Argentina (CECHA) celebraron el anuncio y aseguraron que “es el inicio de un largo proceso que implica un cambio cultural”.
Asimismo, calificaron el autodespacho como una “herramienta útil para consumidores y estacioneros”. Y explicaron que esta posibilidad “brindará nuevas alternativas en la operación de nuestros negocios”.
Preocupación en el sector sindical
Desde el Sindicato de Petroleros de Córdoba (Sinpecor), Guillermo Borelli, en conversación con La Voz manifestó su preocupación por el impacto laboral y los riesgos de seguridad que conlleva la medida. “Estamos muy preocupados. Son muchas familias que se van a quedar sin sustento y el tema de la seguridad en la manipulación es un problema grave. Nadie se hará cargo de los accidentes que pasen”, advirtió.
Según Borelli, la implementación del autoservicio podría significar la pérdida del 20% al 25% de los puestos de trabajo en el sector. Actualmente la provincia de Córdoba cuenta con aproximadamente 7.000 empleados de estaciones de servicio, distribuidos en las distintas funciones como playeros o trabajadores de los “shops”.
“El Gobierno nacional lo vende como si fuéramos a ser europeos por autodespacharnos el combustible, pero la realidad es que estamos muy lejos de eso. Culturalmente no estamos preparados y tampoco dicen todos los problemas que hay en Europa o Estados Unidos con esta modalidad”, agregó Borelli.
El sindicalista también subrayó los riesgos de seguridad que implica la manipulación de combustible por parte de usuarios no capacitados. “Pueden ocurrir derrames, incendios, contaminación. Como el caso de la mujer en la moto que se prendió fuego por un descuido. Los empleados de playa están preparados para evitar y manejar estas situaciones, pero con el autodespacho nadie se hará responsable de lo que pase”, señaló.
Un debate abierto
El decreto presidencial deja abierta la opción a cada estación de servicio de implementar o no el sistema de autodespacho. Sin embargo, las dudas persisten sobre su viabilidad, los costos asociados y su impacto en la seguridad y el empleo. Mientras el Gobierno defiende la medida como una modernización, expendedores y sindicatos advierten sobre sus posibles consecuencias negativas.
A la espera de que la Secretaría de Energía determine los requisitos específicos para su implementación, el debate continúa abierto en el sector y entre los consumidores, quienes también deberán adaptarse a una nueva forma de cargar combustible si la iniciativa avanza en el país.
Cómo funciona en otras partes del mundo
En Estados Unidos, existen dos sistemas principales para el autodespacho de combustible. En el primero, el usuario debe colocar la tarjeta en un dispositivo ubicado en el surtidor antes de cargar, y el monto se debita automáticamente una vez finalizada la operación. En el segundo, se paga por adelantado un monto fijo y luego se procede a la carga. También hay estaciones donde es posible ingresar al local, pagarle al empleado y luego manipular el surtidor, lo cual esta última ya es casi inutilizable.
En Europa, la modalidad varía según el país. En general, en los países del oeste del continente, los conductores cargan primero el combustible y luego ingresan al local de la estación de servicio para abonar el consumo a un empleado. En algunos casos, existe la opción de pagar directamente con tarjeta en el surtidor.
En Australia y Nueva Zelanda, el sistema es similar al de Europa occidental. Primero se carga el combustible y luego se abona dentro del local ante un trabajador del establecimiento. No obstante, algunas estaciones permiten el pago directo en el surtidor mediante tarjeta o aplicaciones móviles.
En Uruguay, cuentan que se experimentó este sistema y no funciono, en principio era para localidades pequeñas con baja densidad pero no funcionó.
Lo que sí es una constante, en todos los lugares, coincidieron que es práctico, puede ser peligroso y hasta traer problemas legales o con la justicia si se utiliza mal o no se paga. La otra, es que en todos estos lugares el precio del combustible es mucho más caro que en Argentina.
https://www.lavoz.com.ar/ciudadanos/habilitan-el-autodespacho-de-combustible-y-crece-la-polemica-en-el-sector/
Compartilo en Twitter
Compartilo en WhatsApp
Leer en https://www.lavoz.com.ar/ciudadanos/habilitan-el-autodespacho-de-combustible-y-crece-la-polemica-en-el-sector/